viernes, 15 de marzo de 2024
Humor fallero
viernes, 8 de marzo de 2024
Magdalenas, Mamas y Papas
viernes, 1 de marzo de 2024
En excedencia
sábado, 24 de febrero de 2024
Varios
sábado, 17 de febrero de 2024
De porqué amo (y perdonaré) a Giovanni Guareschi
domingo, 11 de febrero de 2024
Matrícula
domingo, 4 de febrero de 2024
Carencias
sábado, 27 de enero de 2024
Tú vales, chaval: supersticiones
domingo, 21 de enero de 2024
Lacrimosa
sábado, 13 de enero de 2024
Inconfesables
martes, 2 de enero de 2024
Recompensas
miércoles, 27 de diciembre de 2023
Libros libres
sábado, 23 de diciembre de 2023
sábado, 16 de diciembre de 2023
Ella y el calendario
domingo, 10 de diciembre de 2023
Mis pasos en otra calle
domingo, 3 de diciembre de 2023
No.
sábado, 25 de noviembre de 2023
Matemáticas y género
domingo, 19 de noviembre de 2023
Como cada noche
martes, 14 de noviembre de 2023
El artista copia, el genio roba y, el resto, tomamos prestado
En su momento me dijeron: si no sabes sobre qué escribir, escribe sobre música. E hice caso. Muchas veces. Ahora lo amplío: si no sabes sobre qué escribir, toma algo prestado de la página “Historias de la literatura”.
Empiezo con un par de viñetas que me hicieron gracia porque soy súper listo.
Y ahora contaré el origen de Vanessa como nombre. Jonathan Swift, autor de “Los viajes de Gulliver” (en mi opinión, un libro fabuloso), decano de la catedral de San Patricio en Dublín, tenía un amorío con una de sus alumnas, de nombre Esther Vanhomrigh. Swift le escribió (y publicó) un poema y, dado que tenía que disimular, lo tituló “Cadenus and Vanessa”. Cadenus era él (es un anagrama de decanus o decano). Y Vanessa viene del principio del apellido de ella y de Essa, diminutivo (o hipocorístico, que suena mejor) de Esther. Y lo que empezó como un nombre en clave, pues acabó hasta saliendo en una canción de Manolo Escobar.
Y ya que hablamos de Vanessa, en su honor, terminaremos con una canción maravillosa.
lunes, 6 de noviembre de 2023
Now and then
sábado, 28 de octubre de 2023
El colmo de un boomer
sábado, 21 de octubre de 2023
Y es por cosas así por lo que no tengo amigos
Lo que se ve en la foto son los dos marcapáginas que uso habitualmente. Los alterno, aunque no de manera especialmente rigurosa. A veces uso uno y otras, el otro. Si me prestan un libro, o lo saco de la biblioteca, y viene con marcapáginas, lo respeto pues considero que tiene el derecho a ser usado en ese libro. Les tengo, más que cariño (que también), respeto, y no sólo por todos los años que llevamos juntos. Los respeto porque ellos siempre entran y salen en las páginas que se cierran y se abren. Es decir, que ellos conocen el secreto de los libros y saben de sus lamentos, de sus alegrías o de sus emociones. Lo escuchan a diario. Lo sienten. Y los cabrones se callan y no me cuentan por más que les pregunto. No hablan ni bajo amenaza. Pero los respeto. Profundamente.
martes, 17 de octubre de 2023
Desde la melancolía
viernes, 13 de octubre de 2023
Mr. Wonderful
viernes, 6 de octubre de 2023
La vida es eso que molesta cuando escuchas una canción
domingo, 1 de octubre de 2023
Porque la luna de Valencia no es la luna de la Creedence
sábado, 23 de septiembre de 2023
Ars moriendi
domingo, 17 de septiembre de 2023
"El manantial": continuará
domingo, 10 de septiembre de 2023
Siempre miro los nombres de las calles
Y también me gusta mucho leer los títulos de los cuadros.
Qué palabra tan bonita: sitial. Una palabra orgullosa, poderosa, elegante. Y está casi en desuso. Tenemos que reivindicarla, que vuelva a su lugar, un lugar eminente.
No puedo dejar de pensar en la cara que tendrán los campesinos (otra palabra preciosa en vías de extinción), una mezcla de ¿ande irán? y ¿te parece qué?
(Y si lo que miran pasar son chicas, tengo que enlazar la fabulosa canción de Bob Crewe).
Sólo di un año de Latín (y saqué sobresaliente, por cierto. Mi único sobresaliente en BUP). Y algunas cosas se me quedaron y así, tal como leí el título, me puse a declinar (otra palabra muy bonita: declinar). Lunaria, lunaria, lunariam, lunariae, lunariae, lunaria. Lunariae, lunariae, lunarias, lunarium, lunaris, lunaris.
Éste me fascina. No puedo añadir nada. ¿Por qué no iban a tener los duendes espejos?Y éste me hace dudar sobre la intención del autor. Cuando escribe "elucidación lúdica", ¿es en serio? ¿o sólo pretende que nos riamos? Yo elegí la segunda opción. No lo pude evitar.