-Pues sí que es verdad que madrugas.
-Anda y vete a la cama.
Mientras bajo en el ascensor pienso que menos mal que jamás me encontré con mi padre en una situación similar. Y, por supuesto, recordé “Arroz blanco”. -Luego con paso cansino y la cabeza agachada se va pensando -qué vida. Yo a currar y éste, de farra.
2 comentarios:
Por un momento he pensado que ibas a contar que salías a entrenar de madrugada
Todavía no. Eso por ahora es patrimonio de Javi y tuyo. Por ahora.
Publicar un comentario