miércoles, 30 de octubre de 2019

Escúchame. Compréndelo

Salimos el domingo a hacer un largo. Éramos cuatro. A la ida nos reímos bastante. A la vuelta ya empezamos a apretar. Uno de los cuatro iba hablando sobre no sé qué y dijo -porque el corazón. Y dejó la frase en suspenso. El resuello no le daba para completarla. Los otros dos comenzaron a cantar -es un músculo sano pero necesita acción. A mí, en aquel silencio, lo que se me vino a la mente fue -es indomable y no me quiere y yo me muero por su amor. Pero me callé. No canté. Y no fue por falta de aliento. Me avergoncé de mis referentes. Me arrepiento.

2 comentarios:

GARRATY dijo...

No sé si es suficiente con avergonzarse. Sería conveniente alguna penitencia.

El Impenitente dijo...

Tengo una carpeta en Spotify que se llama "Inconfesables". Todavía inconfesables. Me temo que por poco tiempo.