miércoles, 6 de julio de 2016

La soledad

Fuimos de comida. Se jubilaba un compañero y había que despedirse. Comimos bien y no bebimos mal. A mitad de la comida, pregunté.

-¿Alguien se mea?

-Y eso, ¿a qué viene?

No fui muy fino, es cierto. No pensé que debiera serlo. No pasa nada. Pero la pregunta sonó extraña. Vamos a ver, cuando estoy en grupo, comiendo y bebiendo, no me gusta ir al baño solo. Soy de la opinión de que el que no mea en compañía, o es un ladrón o es un espía (aparte de que la chufa española jamás micciona sola). No es sólo que tenga mi lado femenino muy desarrollado. Me miraron mal. Tuve que explicarme. Me miraron peor. Me sentí raro. No soy raro. Al menos, nunca lo había sido. Trabajo con ladrones. Trabajo con espías, aparentemente españoles, todos extranjeros. Dios santo (Niles), ¿dónde estoy metido?

3 comentarios:

Entonoquedo dijo...

Niles? ¿No me digas que también estuvo en la comilona? La verdad es que no sé quién es Niles.

Un saludo cordial

Slim dijo...

si que eres raro! jajjaja

El Impenitente dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=fyT_UkXYjVA

Ahí lo tienes.