Recientemente me han enviado un par de vídeos que me han gustado y que me apetece compartir. Advierto desde ya que van sobre correr y sobre corredores. Nunca ha sido obligatorio leer este blog y esta vez no iba a ser diferente. Correr es de cobardes, ya sabéis. Y aburrido, por supuesto.
El primer vídeo es un anuncio que muestra cómo es el día posterior o el día siguiente (que no el día después. La expresión el día después no existe en castellano. Eso es inglés) a un maratón. Puedo asegurar que el vídeo no exagera en absoluto. Pero nada. Las mujeres siempre hablan del embarazo y del parto. No creo que haya un sufrimiento mayor al que se siente bajando escaleras tras un maratón. Aquí está el vídeo.
El segundo es un texto animado de un escritor (y seguro que corredor) uruguayo que firma Marciano Durán. El texto es largo, pero impecable. Realmente es tal cual. Exactamente tal cual. Yo ya lo he escuchado unos cientos de miles de veces (sin exagerar) y nunca deja de estremecerme. Aquí está el vídeo.
Y ya está. Si acaso concluir diciendo una vez más que es un placer ser un cobarde. Y que me resulta muy placentero aburrirme. Tal vez sea una enfermedad. Seguramente.
El primer vídeo es un anuncio que muestra cómo es el día posterior o el día siguiente (que no el día después. La expresión el día después no existe en castellano. Eso es inglés) a un maratón. Puedo asegurar que el vídeo no exagera en absoluto. Pero nada. Las mujeres siempre hablan del embarazo y del parto. No creo que haya un sufrimiento mayor al que se siente bajando escaleras tras un maratón. Aquí está el vídeo.
El segundo es un texto animado de un escritor (y seguro que corredor) uruguayo que firma Marciano Durán. El texto es largo, pero impecable. Realmente es tal cual. Exactamente tal cual. Yo ya lo he escuchado unos cientos de miles de veces (sin exagerar) y nunca deja de estremecerme. Aquí está el vídeo.
Y ya está. Si acaso concluir diciendo una vez más que es un placer ser un cobarde. Y que me resulta muy placentero aburrirme. Tal vez sea una enfermedad. Seguramente.
13 comentarios:
Lo de parir y correr un maratón habrá que preguntárselo a una corredora de maratón que haya sido ya madre... ¿alguna levanta la mano? Yo no por supuesto.
Me siento identificado con el primer vídeo. Pero yo no corrí una maratón, sólo me hice un par de kilómetros (a un ritmo lamentable) como primer paso de mi "plan deporte 2011" (el 2011 no es por el año, es por el número de intentos).
Vale, no estaba tan "cascao" como los del vídeo, pero me dolían músculos que no recordaba tener. Sin embargo, mañana repetiré mis dos kilómetros. Esta mierda engancha.
Mañana dos y medio, Álex. Cuando se está empezando cada día un poco más.
No creo que me dé el pulmón, pero por intentarlo...
Me has chafado la entrada. Pero estas perdonado porque no se si lo hubiera hecho mejor.
Escríbela, Altos y Bajos, y que Carmona decida.
Yo como Keith Richard sólo corro cuando me persiguen (esto lo dijo hace muchos años claro)
A parte de que a nosotros, los corredores, nos toque la fibra sensible, hay que reconocer que las cosas narradas así, con ese acento porteño, suenan mucho mejor.
Y el día siguiente al maratón cada paso es un !ay¡
¿Y te persiguen mucho?
El acento y la música de fondo. La banda sonora predispone al estado de ánimo. Woody Allen en un maestro en eso. Es como el vino y el queso.
La última vez fue cuando el Madrid perdió su segunda liga acá, huyendo de la Policia hice los cien metros vallas (por una tapia que tuve que saltar)
Los niños que nacieron el último día que corriste están a punto de cumplir la mayoría de edad. No creo que te hayas visto salpicado por la Operación Galgo.
Yo también los he visto. Y tú tienes mucha culpa. Este año intentaré la media. Ya te contaré.
Una media ya son palabras mayores, Paco. Ya son tres o cuatro días a la semana haciendo kilómetros. Pero no hay nada que no se consiga entrenando. Cuéntame, Paco. No puedo negar que me alegra mucho saber que disfrutas corriendo y que algo tengo yo que ver con ello, por lo menos con haberte animado a empezar. El resto ya lo llevabas tú dentro.
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