lunes, 23 de agosto de 2010

¿Cómo pudimos perder Filipinas estando Gregorio allí?


(Hay lupas en recepción para poder ver bien la foto).

Gregorio Catalán Valero era natural del municipio conquense de Osa de la Vega. Dicha localidad alcanzó cierta notoriedad a principios del siglo pasado con el llamado “Crimen de Cuenca” (crimen que nunca existió) y mayor popularidad si cabe a finales de los setenta con la película que hizo Pilar Miró sobre dicho no crimen. Es Gregorio hijo predilecto del pueblo y tiene una estatua en la plaza Mayor. Es uno de los llamados Últimos de Filipinas y allá luchó como un héroe y así es considerado y recordado en su lugar natal.

Cuando tengo o me apetece hacer un largo me gusta irme hasta la Osa corriendo (aquí abro paréntesis pues ayer, cuando estuve por allí, me crucé con un tomellosero que, con su furgoneta, trataba de vender su mercancía. Utilizaba un eslogan curioso: melones y sandías. Los robo por la noche y los vendo por el día. Debiera dedicar alguna vez una entrada a los vendedores ambulantes. Hay pocas cosas en el mundo comparables a ser despertado un domingo de resaca por un energúmeno que con su megáfono va pregonando –aquí está el papi chulo, parroquianas. Y cierro paréntesis) y acercarme a saludar a Gregorio. Le pregunto por sus cosas, me cuenta sus batallas, cantamos abrazados aquello de “Yo te diré”, nos despedimos, bebo agua y me vuelvo. Y siempre, al marcharme, empiezo a reflexionar sobre la evolución del mundo en los últimos años, pues siempre la historia fue una historia militar y ya no y los héroes lo fueron por sus hazañas bélicas y ya no es así. Me dura poco la reflexión pues donde no hay mata no hay patata y no doy mucho de sí así que, antes de salir del pueblo, ya me he olvidado de disquisiciones y vuelvo a mis meditaciones sobre el universo y el multiverso, sobre que el nombre correcto de los girasoles debiera ser el de mirasoles (como son conocidos en el secarral) y sobre qué habrá hecho Federer en Cincinatti. En fin. Lo normal.

9 comentarios:

SisterBoy dijo...

Prescindiendo de patrioterismo (inevitable en este tipo de películas) "Los ultimos de Filipinas" es posiblemente la única película bélica española digna de ese nombre, es nuestro "Murieron con las botas puestas".

Y la nativa estaba de toma pan y moja.

SisterBoy dijo...

¿Y el monumento al soldado Cascorro?

El Impenitente dijo...

¿Cómo pudimos perder Cuba estando Eloy Gonzalo allí?

Después de tus estancias madrileñas podrías escribir tú sobre el monumento a Cascorro. Y también sobre el Rastro.

Hace muchos años que vi "Los últimos de Filipinas" y apenas la recuerdo (aunque sí a la nativa).
Y ya veo que no consideras "La vaquilla" como una película bélica. Ni "Raza".

Arual dijo...

Ese es el lema de todos los meloneros que conozco, en realidad sólo conozco al que viene cada sábado a mi pueblo, ;)

El Impenitente dijo...

No fastidies que los de Tomelloso llegan hasta tu pueblo.

Alex Maladroit dijo...

Tranquilo, n'Asturies (en algunas partes, combatimos contra 'xirasol') también somos de 'mirasol'. Si la historia deja de estar llena de belicismos, será porque vamos a mejor, aunque el bueno de Pat Morita haya sido prostituído por Jackie Chan.

El Impenitente dijo...

¿Vamos a mejor? ¿Es que ya no hay guerras?

Y ya que hablas de cine, ni en música ni en cine ni en literatura vamos a mejor, desde luego. Todo lo contrario.

Alex Maladroit dijo...

Creo que en música sí que vamos a mejor. Que haya 'reguetón' no implica que no haya buen 'rock', 'folk' o lo que guste.

Vamos a mejor, las guerras están ahí, pero son más motivo de vergüenza que de orgullo.

El Impenitente dijo...

De música no vamos a discutir. Ayer hablaba de este tema con un amigo. Lo que hay bueno ahora tiene reminiscencias siempre. Pero bueno, esa es sólo la opinión de dos cuarentones que se estremecen con los Beatles, Jobim, Van Morrison, Ella Fitzgerald (¡Ella Fitzgerald es el swing! ¡Es el swing!), Otis, Aretha...