domingo, 7 de diciembre de 2008

La loor

Cuando la caterva periodística empezó a generalizar el uso de “en olor de multitudes” referido a toda recepción multitudinaria no faltó quien se tapase la nariz con los dedos ni quien la tildase de degeneración de la expresión “en loor de multitudes”, mucho más elegante y grandilocuente. Cuántas veces todos los quiero y no puedo gramaticales, ortográficos o fonéticos hemos corregido y nos hemos reído con pedantería y autosuficiencia al escuchar la frase de marras.

Pero no. Va a resultar que la expresión es totalmente válida y correcta. “En olor de multitudes” es una derivación de “en olor de santidad”. Los cuerpos de los santos no se corrompen y no huelen. Los que no son santos tienen otro olor en su descomposición y, en multitudes, hieden. Y bastante. La expresión es desagradable y, si se quiere, nauseabunda , pero totalmente correcta. Y tras el olor vino el loor, una corrección que se fue abriendo camino y que llegó a asentarse hasta el punto de casi desplazar a la expresión original. Mas no. Perico Delgado fue recibido en Segovia en olor de multitudes. También en loor, pero sobre todo y especialmente, en olor.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

me gustaría recibir al AT.madrid como campeón de Europa sea en loor de multitudes o en olor de multitudes ;)

un abrazo.

Álex dijo...

Cualquiera que haya montado en metro alguna vez sabe que las multitudes huelen.

SisterBoy dijo...

Cuando voy en metro doy gracias a Dios por ser alto

El Impenitente dijo...

Todo el que ha jugado al fútbol se ha abrazado después de un gol como un poseso con un montón de tíos empapados en sudor. No me seáis remilgados.

Slim dijo...

por eso yo ni voy en metro ni juego al futbol

cucumber dijo...

yo con las multitudes ni aunque huelan a chanel, quiero saber nada de ellas.
Estan muy interesante estas entradas lingüisticas-educativas insigne Profesor

Anónimo dijo...

yo también me he abrazado, tocado y montado encima cantando un gol con mi equipo de fútbol.

un abrazo.

El Impenitente dijo...

Todo empezó con una conversación con otro climaterio que dijo olor. Yo le corregí con loor y el me frio a correos enlazados con explicaciones sobre el olor. Y me la envainé, claro.

Me alegra que te guste, Cucumber. Escribo una entradilla pseudo pedante semanal para Cuaderno 10 y las voy aprovechando.

Anónimo dijo...

Y resulta que el disco la ha oído seis o siete veces en diez años.Dios mío......que paciencia