domingo, 12 de octubre de 2008

Santo Tomás

Mi querido amigo G. me envió hace tiempo un texto de J. G. Ballard, escritor al que no conocía aunque, gracias a la wikipedia, supe que se trataba de un escritor británico del siglo XX especializado en ciencia ficción (también, gracias a la wikipedia, aprendí qué es una distopía). El texto en cuestión era un credo y aquí lo adjunto:

Creo en la no existencia del pasado, en la muerte del futuro y en las infinitas posibilidades del presente.

Creo en los olores corporales de la princesa Diana.

Creo en los próximos cinco minutos.

Creo en la ansiedad, la psicosis y la desesperación.

Creo en la muerte de las emociones y el triunfo de la imaginación.

Creo en Tokio, Benidorm, La Grande Motte, Wake Island, Eniwetok, Dealey Plaza.


Mi querido amigo G. después me lanzó un dardo envenenado y me propuso que escribiese mi propio credo. Me mostré reacio, pues esas cosas suelen ser solemnes y pretenciosas, aparte que pensar en mis convicciones me suele desanimar, así que guarde el texto en un cajón y me olvidé del asunto.

Lo malo es que en mi casa no hay demasiados cajones por lo que el papelito siempre se me aparecía. Un día lo volví a sacar, lo releí y, jugando, jugando empecé a escribir frases. Y terminé confeccionando una especie de credo, un algo así como un credo, un a modo de credo. Me entretuve bastante, la verdad. No estoy a la altura pero eso es lo habitual y motivo más que suficiente por lo que debiera ser mucho más espectador y mucho menos actor. Supongo que estará lleno de contradicciones pero, punto uno, creo en las contradicciones. Ahí va.

Creo que todo el mundo tiene un precio.

Creo en el efecto catárquico de las turbias aguas procelosas del pilón de Belmonte. (¡Al pilón!).

Creo en la maleabilidad de la moral.

Creo que empiezo a tener muy complicado el debutar en primera división con el Atlético de Madrid. Y tampoco está fácil lo de disputar una final olímpica de ochocientos. Ganarla ni me lo planteo.

Creo en la amistad.

Creo que la ciencia no llegará a tiempo para conseguir que yo pueda ver a Elvis en directo en el Madison Square Garden de Nueva York en el año setenta y dos. Ni que pueda ver a Otis Redding es cualquiera de los conciertos que diese durante los años sesenta y cinco o sesenta y seis.

Creo en las cuatro reglas matemáticas.

Creo que las palabras más bonitas en español empiezan por des: desencanto, desasosiego, desesperanza, desesperación…

Creo en mis críos saliendo corriendo a recibirme cuando abro la puerta de casa.


Y propongo para que sigan la cadena a las yemas de los dedos de Warren Beatty y a lo que quede (que seguro que algo queda) de John Holmes.

10 comentarios:

SisterBoy dijo...

¿Se trataba de un escritor?. Vaya creo que sigue vivo. Por cierto que hay una especie de exposición sobre él en Madrid. En el blog de Ra encontraras información.

De él sólo me he leido "Crash" que recomiendo vivamente y es que a mí el tema del tráfico de vehiculos me obsesiona.

Yo sólo creo en la gravedad

Altosybajos dijo...

Yo creo en la entropía.
Tendemos al desastre absoluto.
Supongo que mañana estaré más contento.
Animo

3'14 dijo...

Bueno, yo es que soy bastante incrédula, por otra parte, también soy contradictoria y por lo tanto, ingénua. Un par de cosas tengo clara:

Creo en que todos y cada uno de los seres humanos ha utlilizado la mentira en frecuentes/varias/algunas/muchas... ocasiones a lo largo de su vida.

Creo que si me pinchan sangro. (vamos, eso creo)

El Impenitente dijo...

También creo en las galletas María Fontaneda. Con toda mi alma.

Slim dijo...

a mi me gustaba la cancion de creo en vos arquitecto ingeniero artesano carpintero...me la has recordado con esta entrada.
me voy a comer y a estudiarme los recursos administrativos. creo que son un rollo. no creo, lo se.

Anónimo dijo...

yo creo en ..... espera que tengo que pensar más rato

un abrazo.

El Impenitente dijo...

Yo en los arquitectos creo poco. Conocerlos es sufrirlos.

Con los de Palacagüina tengo yo una historia extraña. Si hiciera un ranking con las canciones con las que me levanto tarareando ganaría "Flor de pino". Y no es una canción que me guste especialmente, pero rara es la semana que no me limpie los dientes alguna mañana tarareando esa canción.

Anónimo dijo...

J. G. Ballard
Creo

" Creo en el poder de la imaginación para rehacer el mundo, para soltar las riendas de la verdad dentro de nosotros, para demorar la noche, para trascender la muerte, para congraciarnos con los pájaros, para ganarnos la confianza de los locos.
Creo en mis propias obsesiones, en la belleza de los choques de autos, en la paz de los bosques sumergidos, en la excitación de las playas de vacaciones cuando están desiertas, en la elegancia de los cementerios de automóviles, en el misterio de los estacionamientos de muchos pisos, en la poesía de los hoteles abandonados.
Creo en el vuelo, en la belleza de las alas y en la belleza de todo lo que ha volado siempre, en la piedra arrojada por un chico con la misma sabiduría de los estadistas y de las parteras.
Creo en la inexistencia del pasado, en la muerte del futuro y en las infinitas posibilidades del presente.
Creo en los próximos cinco minutos.
Creo en la historia de mis pies.
Creo en los dolores de cabeza, en el aburrimiento de los atardeceres, en el miedo de los calendarios, en la traición de los relojes.
Creo en la muerte del mañana, en la fatiga del tiempo, en nuestra búsqueda de un tiempo nuevo dentro de la sonrisa de las azafatas en los ómnibus de larga distancia y dentro de los ojos cansados de los hombres que controlan el tránsito en los aeropuertos fuera de temporada.
Creo en la imposibilidad de la existencia, en el humor de las montañas, en el absurdo del electromagnetismo, en la farsa de la geometría, en la crueldad de la aritmética, en el propósito asesino de la lógica.
Creo en las adolescentes , en como se corrompen a sí mismas por la posición que adoptan sus largas piernas, en la pureza de sus cuerpos desarreglados, en los vellos púbicos que dejan en los baños de los telos mas infames.
Creo en la delicadeza de los bisturíes quirúrgicos ,en la ilimitada geometría de la pantalla de cine, en el universo oculto dentro de los supermercados, en la soledad del sol, en la charlatanería de los planetas, en la repetitividad de nosotros mismos, en la inexistencia del universo y en el aburrimiento del átomo.
Creo en la muerte de las emociones y en el triunfo de la imaginación.
Creo en todas las excusas
Creo en todas las razones
Creo en todas las alucinaciones
Creo en todas las mitologías, recuerdos, mentiras, fantasías, evasiones
Creo en el misterio y en la melancolía de una mano, en la gentileza de los árboles, en la sabiduría de la luz. "

Anónimo dijo...

Y yo, deseo creer en la literatura.

El Impenitente dijo...

Se puede creer en la literatura. Vamos, eso creo.

Gracias por completar la entrada. Se ve que nos quedamos un tanto cortos.