domingo, 26 de octubre de 2008

Por favor, ¿Museo de Arte Contemporáneo?

De vez en cuando cogemos y nos vamos dando un paseo hasta el Museo de las Ciencias. Aunque todavía nos queden doscientos diecisiete años hasta terminar de pagarlo no por ello vamos a dejar de disfrutarlo un poco. Allí hay una bonita explanada donde los críos pueden corretear y sólo hay que estar pendiente de que no se tiren de cabeza al estanque, algo por lo que la pequeña manifiesta querencia. Nosotros nos sentamos en un banco y pasamos el rato.

Uno de nuestros entretenimientos principales consiste en observar a los turistas. Por allí hay un montón, de dentro y de fuera, todos haciéndose fotos por todas partes. Alguna vez se nos acercan y nos piden que les hagamos una (si me hubiesen dado quinientos millones de euros por cada foto que he hecho sería un hombre rico). Los turistas, por lo general, son variopintos y, la mayoría, distinguibles pero inclasificables. Pero, en función de lo que Ana llama estilismos, y dejando de lado el maravilloso macarrismo valenciano, que tantas jornadas de gloria ha dado al buen gusto universal, hemos considerado que existen cuatro categorías predominantes:

Estilismo Paco Martínez Soria nunca morirá.

Estilismo no sin mi chándal. Y, en verano, chándal con sandalias. Fresquito, fresquito.

Estilismo fui a la tienda del Coronel Tapiocca y me lo compré todo de tal forma que me visto igual para subir a la Torre Eiffel que para remontar el río Congo.

Estilismo soy guiri y me pongo lo que quiero como quiero y donde quiero.

Sobre cámaras de fotos y de vídeo y sus formas de portarlas también podría escribirse un rato. Y los que permanentemente parece que reciban consignas vitales en su reproductor de mp3 pues da la impresión de que, si por un microinstante tuviesen que apagarlo, entrarían en coma profundo. Vamos, que no nos aburrimos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

MARINA KHALO

Curiosamente hay agencias de viajes que elaboran páginas de consejos sobre la vestimenta apropiada para no parecer un turista. Lo malo de esto es, que aunque la mona se vista se seda, mona se queda. Que no hay peor remedio que un mal disimulo.

Si la afable anciana inglesa de visita por el Museo del Prado se coloca: calcetines cortos, vestido primaveral, sombrerito floral a juego, bolsito cruzado estilo bandolera y por estar en España, un abanico con motivos patrios; cantará tanto su aspecto, como canta la rana sin pelo ni lana.

Si el peregrino “cultural” entra a las catedrales e iglesias con pantalón corto, chanclas, camiseta, gorra, cámara colgada al hombro y de camuflaje, el periódico local debajo del sobaco; igual resaltará su figura, pues el perro huevero, aunque le quemen el hocico, sigue comiendo huevos.

Si por último, el visitante guiri vestido con camisa de palmeras y rosarios, decide ir de ligue y para ocultar lo que es, pasear por las ramblas embadurnado de pachuli; no podrá sorprender que acabe como el gallo de Morón: sin pico y sin espolón.

Ni aún así, renuncio yo a los viajes, ni venero a Victorio y a Lucchino, ni nombro a Chanel en vano, ni amo a Dior sobre todas las cosas.


http://www.barcelona-tourist-guide.com/sp/compras/barcelona-ropa.html

El Impenitente dijo...

Tampoco entiendo porqué, cuando uno es turista, ha de disimular que es turista, pues tres eran tres las hijas de Elena; tres, eran tres y ninguna era buena.

SisterBoy dijo...

Me reocordaste aquella escena de la pelicula de Woody Allen (posiblemente Manhattan) en el que Woddy y Diane se sientan en Central Park y se ponen a cachondearse de la gente que pasa (discretamente claro). Es un pasatiempo muy relajante :)

J.P. dijo...

Está claro que no os aburrís, no, pero hay ciertos personajillos que no pasan desapercibidos.

Los chavales de por aquí, ahora van todos con los calcetines blancos por encima de los pantalones.
Yo lo llamo la moda Salustiana.
Es como ir al campo a labrar...

3'14 dijo...

¿Quien no lo ha hecho alguna vez? Lo terrible es cuando invertimos el espejo y salimos nosotros reflejados en él... ay... que para nuestra desgracia también formamos parte del escaparate e incluídos en alguna categoría...

Anónimo dijo...

J.p. que alegría,¿qué tal tu trabajo?, ¿te ha matado ya J. por su montaje?Moda para ir a labrar, me gusta y podíamos hacer una gran disertación peo este es un blog "culto" aquí no pega, eso lo dejaremos para otro foro, ya sabes.
Querida Pi, te aseguro que hago todo lo posible para no entrar en ninguna de esas categorías turisteras, por lo pronto no tengo chandal y no lo quiero tener por muy cómodo que sea.Además nuestras opiniones son sin maldad. Un saludo. Ana

Juan Rodríguez Millán dijo...

Es que observar al populacho, y sobre todo al populacho turista, es una diversión realmente compleja...

Por cierto, mira que serías un fotógrafo caro, je, je... Quinientos millones nada menos...

El Impenitente dijo...

Era en "Manhattan". Creo recordar que delante del planetario.

Hombre, J.P., me tenías en un sinvivir tanto tiempo sin aparecer. Y encima llegas y no te metes con el Atleti después de lo de ayer en Villarreal. A ti te pasa algo.

En la catedral de Burgos está el Papamoscas, una figura que acompaña al reloj y que, en cada campanada, mueve la boca y parece que se ríe. Se dice que se ríe de todos los turistas que le miran, al estar tan alto el reloj, con la boca abierta. En el fondo el observador siempre es como el Papamoscas.

¿Blog culto? ¡No jodas!

J.P. dijo...

Hola Ana, mi trabajo muy bien, pero presiento que me queda poco en él, más que nada por las amenazas de muerte de J.

Últimamente tengo piedad de todos los Atléticos, (además que no comentas mucho sobre fútbol), pero vamos, que bastante tenéis, como para que encima me meta con vosotros...