Buenos días. No sé si se acordará de mí. Mi nombre es José Manuel, asesor de servicios de la empresa P. Creo recordar que ustedes finalizan el contrato con su actual proveedor a final de año y quisiera pasarles oferta para ver si podemos comenzar a trabajar juntos. ¿Podría acercársela personalmente el martes que viene?
Por la tarde a la hora que usted quiera.
Perfecto, entonces. Me lo apunto en la agenda.
José Manuel. No muy alto. Moreno. Casi cuarentón. Chaqueta sin corbata. Pulsera plateada. Sello enorme de oro en el dedo anular de su mano derecha con el escudo del Valencia club de fútbol. Aquel sello era hipnótico. No podía mirarle a los ojos. ¿Venderá mucho este hombre? ¿Cuál será su perfil de comprador?
miércoles, 22 de octubre de 2008
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14 comentarios:
Mira que son feos los sellos de oro, pero si encima tienen el escudo de un equipo de fútbol se convierten en una loa al horterismo que ríete de Almodóvar en sus años jóvenes.
También yo me he fijado en ese detalle, en eso y en la pulsera plateada, y vamos, llámame selectiva, pero, si un hombre quiere causarme repugnancia lo tiene fácil, sólo tiene que enjoyarse un poco, alguna cadena al cuello, un sello, pulseras... y si encima son doradas o plateadas gana una arcada extra. Luego pasaríamos a los repeinados, esos que se peinan hacia atrás o los lados con abundante fijador. También tenemos el espécimen palillo en boca y juego a pasármelo de lado a lado porque yo lo valgo. La forma de andar, de vestir, de mirar... son puntos añadidos, que me pueden causar según su forma, las ganas por la práctica de la decapitación. Lo chulesco consigue que mi líbido se entierre hasta alcanzar el centro de la tierra. No soporto los pantalones ajustados, ahí, marcando paquete, que dime de lo que presumes... En definitiva, los machitos, sietemacho, latin lover, macho ibérico... etc... por mi pueden volverse al pasado, esos grotescos y desfasados, irrisoríos y patéticos, esperpentos sacados de una españolada de los 70.
Pero el post iba sobre la idea que podías hacerte sobre Jose Manuel, ya te digo yo que, sólo por el sello y la pulsera, a mí, mucho no me iba a vender. Y su perfil de comprador estoy con Álex: Un hortera.
Patillas llevaba. Y el pelo engominado. Y el palillo en la boca no hubiese desentonado. Pero macho hispano no era. Sin sello no me habría llamado la atención. Pero es que el sello era tremendo.
yo tenia un profesor en sexto que llevaba un anillo de esos y a la que te descuidabas te arreaba con el en la cabeza.
desde entonces, como imaginareis, los odio. y porque soy española, que si fuera americana ya habria ido al psicologo tres o cuatro veces por el trauma del anillo.
Un experto en protocolo dijo una vez que las únicas alhajas que debe llevar un hombres son: la alianza, el reloj de pulsera, los gemelos y el alfiler de corbata.
Pi te faltó una cosa de la lista: los que llevan la uña del meñique más larga que las demás.
Mi profesora de sexto no tenia un sello sino un anillo con una enorme piedra falsa. Era más efectivo para dar anillazos
La legendaria uña multiusos, sí señor.
Luego el experto en protocolo añadió que el que lleva más alhajas si no es proxeneta lo parece.
Mis profesores no llevaban sello. Pero alguno te cogía de las patillas y tiraba para arriba y yo creo que eso duele más que el golpe del anillo. Vamos, que en los Estados Unidos hubiese supuesto seis o siete visitas al psicólogo.
Pero te llamó la atención por ser del Valencia, venga vaaaa, reconócelo... Para Reyes hacemos una colecta y te enviamos uno del Atleti ;)
Aaaaaaaaaaaaarghhh!!! ¡Que grima, Sister! Adivino las intenciones para esa uña...
Si es un sello de oro y el escudo lo conforma oro blanco y rubíes, vale. Lo llevaré puesto el día que ganemos la Champions.
Siempre te pierden los estilismos, pero creo que el anillo con la cara de Camaron lo supera.¿Cómo era la agenda?¿tenía cordón de oro al cuello? Eso hubiera sido lo más.
Los comerciales requieren todo un documental del National Geographic para estudiarlos a fondo querido amigo.
El anillo con la cara del Camarón es insuperable. Y la cadena de oro la busqué pero no la encontré. Tal vez estuviese camuflada bajo la camisa.
Podría hacerse un National Geographic de todos absolutamente todos los gremios. Pero el de los comerciales tendría más audiencia. Seguro. Sin embargo sólo hacen series de médicos y abogados. Y en las de los médicos nunca salen los laboratorios farmacéuticos untandolos. Por eso nunca veo esas series. No me creo nada.
Desde luego como sois, el pobre hombre es un hincha del Valencia de sus amores, y quiere que todo el mundo lo sepa. Lo que tenias que haber hecho es llamarle al movil, a ver si sonaba tambien el himno del equipo, eso hubiera sido lo mas.
Un beso
MARINA KHALO
Es curioso cómo algunos abalorios sirven de adorno y conservan un significado especial para el que los usa y para los que lo ven.
Al principio de los tiempos (como diría el abuelo cebolleta) los anillos eran sellos que daban autenticidad a los documentos. Así fueron utilizados en Egipto, grabados en forma de jeroglífico en la montura y el aro o círculo como serpiente o anguila que se muerde la cola. Emblema de eterno retorno (¡OH ¡ eternidad que dijera Nietzsche ), carácter de continuidad en el matrimonio.
Después han servido como demostración de poder y del estatus social. En Roma podría llevar anillo los patricios pero no los esclavos.
El poder del anillo, el tesoro (Es mío, sólo mío…mi tesoro).
Los Papas hacían besar su anillo a los feligreses en reconocimiento de su poder terrenal (y casi divino) y repartían a sus cardenales los llamados anillos papales. Como el anillo de tu personaje, no se caracteriza precisamente por la sencillez y la falta de ostentación.
De entre todos los anillos, aquellos que más me llaman la atención, por curiosidad no por gusto estético, son los anillos “contenedores”. Me refiero aquellos que igual guardaban un veneno, que una foto o cabello de la amada, que una frase enigmática o unos versos. Palabras que sellaron los labios de alguien y llevaron su secreto silencio a la tumba.
Casi se podría decir, dime qué anillo llevas y te diré de lo que careces.
Desde luego, Marina, eres un pozo de sabiduría. Sigo pensando que es una lástima que no tengas tu blog.
El caso es que voy a llamar a José Manuel para explicarle lo de los distintos tipos de anillos a lo largo de la historia. Aprovecharé para hacer la prueba y ver que sintonía lleva en el móvil. Me juego un codo a que es el himno del Valencia.
Y siempre me gustaron también esos anillos que contenían veneno o somnífero.
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