martes, 27 de octubre de 2020

Never live like common people

En la radio estaban haciendo un especial con canciones del llamado Britpop. Sonó “Disco 2000”. Llegué a casa. Volví a escucharla. Pulp. Veo que también son de Pulp “Common people” y “Miles end”, canciones que me gustaban pero que nunca me preocupé de saber de quiénes eran. Tiro del hilo. Escucho. Leo. Veo vídeos. Conozco a Jarvis Cocker. Me enamoro de Candida Doyle (los teclados sobre un escenario embellecen sobremanera hasta a las personas más discretas). Desgasto “Different class”, uno de los discos más redondos que haya escuchado nunca. “His ‘n’ hers”. “This is hardcore”. Muy buenos. Me hago una lista de canciones de donde no puedo salir: “Mis-shapes”, “I spy”, “Live bed show” (puro Bowie), “Monday morning”, “Bar Italia”, “Lipgloss”, “Babies”, “Do you remember the first time”, “Something changed”, “Party hard”, “Underwear”, “Cocaine socialism”. Y “Common people”, canción que, como he dicho, conocía, explota ante mis ojos y se convierte en el himno que lleva veinticinco años siendo. Y descubro sitios donde me hubiera gustado estar. Y donde podría haber estado.

Nacimos demasiado tarde. Esta frase nos ha acompañado a Sanfélix y a mí desde que nos conocemos. Tenemos innumerables argumentos que confirman nuestra tesis. En cuestión de música o de literatura, cualquier tiempo pasado fue infinitamente mejor. No niego que, en mi caso, hubiese algo de pose. Me gusta ser un listo y cada día más, sobre todo porque cada vez tengo menos dudas de tener razón. Y naciendo demasiado tarde viví demasiado tarde. Porque a los Pulp los tuve ahí, delante de mis narices. Jarvis bailaba como un karateka mientras yo estaba en otro sitio anterior. Estaba muy bien, pero en otro sitio. No fui ajeno a mi tiempo (Nacha Pop, Prefab Sprout, Los Enemigos o El Niño Gusano pueden dar fe) pero fueron excepciones. Soy un listo y estoy en posesión de la verdad. Pero los Pulp han sido un golpe en mi línea de flotación, un gol por toda la escuadra. He perdido veinticinco años por ni siquiera mirar lo que tenía delante. Y ahora me arrepiento.

4 comentarios:

kyezitri dijo...

Cortejé a Inma estropeando Common People en el karaoke que ponían los viernes por la noche en el bar de Chema mientras todos pedían a Manolo García y a Mecano. También me arrepiento, de haber triturado ese himno, pero no del resultado final del partido ;)

El Impenitente dijo...

"Common people" como parte del ritual del cortejo. Eso sí que es un órdago. Para ti y para mí, con cuatro reyes, pero en un mundo de Mecanos y Manolos Garcías...enhorabuena. Bajo la advocación de Jarvis nada tienes que temer.

kyezitri dijo...

Joder impenitente, fue muchísimo peor que eso, el órdago era un farolaco, le ponía una canción terrible que se llama no te puedo hacer feliz de alguien tan repelente como para llamarse el chico con la espina en el costado y otras veces peor todavía con los smiths o joy division o una chica que cantaba en catalán cosas que no entendía. Espero que nadie lea los comentarios de tu blog :)

El Impenitente dijo...

Pues no está tan mal "No te puedo hacer feliz". No la conocía. Ibas de farol pero con buenas cartas, que es menos farol. Prueba a ponérsela ahora, a ver qué tal. Yo grabé una cinta maravillosa con mis canciones favoritas de los Esclarecidos que en su momento fue valorada con un -no está mal- y que, unos cuantos años después, fue definida (injustísimamente) como coñazo.

Y no sé cuánta gente lee los comentarios, pero nadie debe de ser un número bastante aproximado. Tu secreto aquí está a salvo. Aunque no debiera ser un secreto. Los Smiths y Joy Division te acompañaron en el camino. Muy pocos pueden presumir de ello.