martes, 5 de junio de 2012
¡C. K. Dexter Haven! ¡C.K. Dexter Haven!
Cuando tenía dieciséis años me preguntaron cuál era mi película favorita y respondí “Historias de Filadelfia”. Ahora que tengo dieciséis años y muchísimos meses (pero muchísimos), si volviesen a hacerme la misma pregunta la respuesta sería idéntica. No puedo hablar de esta película de manera sosegada ni reflexiva. No puedo analizarla con objetividad. De ella sólo puedo hablar desde el entusiasmo y con entusiasmo. No sé cuántas veces la habré visto. Aún así, la otra noche la emitieron por la tele y me quedé a verla. Y volvió a ser una fiesta. Qué diálogos. Qué personajes. Qué diálogos. Qué diálogos. Qué situaciones. La resaca (el resacón) del tío Willy. La pequeña Dinah cada vez que habla o canta o baila. La señora Lord la mañana de la boda, tan brillantemente disparatada. La ironía de Liz, siempre amarga, siempre realista. Katharine Hepburn, pelirroja, perfecta, siendo una diosa, siendo una mujer. James Stewart, al que le dieron un Óscar que te hace creer en los Óscar, con su arrogancia, con su displicencia, con su embriaguez tan portentosa, con esa sonrisa, con ese hipo, con esa manera de llamar a C.K. Dexter Haven en la puerta de su casa, con sus poses de gran orador (¿dónde está mi lorito?), en su conversación con la Hepburn hasta el baño en la piscina. Y luego Cary Grant siendo Cary Grant porque tiene que ser así, porque de él no queremos otra cosa. Me encanta esta película, me gusta en grado superlativo. Es un estado de ánimo y me deja siempre sonriendo como un bobo, con una sonrisa que tarda días en caerse. “Historias de Filadelfia” es mi película predilecta porque contiene la fórmula de la felicidad y siempre me deja dar un sorbo. Y siempre me hace efecto. La fórmula C.K. Dexter Haven. Sólo hay que pronunciar ese nombre.
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7 comentarios:
Pues a mí la escena que más me gustaba era la primera de todas cuando K. Hepburn rompe en dos el palo de golf de Cary Grant y este se acerca a ella con ánimo de darle una leche y en lugar de eso le da un manotazo en la cara, nos hacía partir de risa esa imagen cuando eramos niños
jaja el otro dia que me puse a cantarte (bajito) "todo te lo puedo dar menos el amor" no me di cuenta de que habia equivocado la película!
da igual, me encantan las dos.Y me sigo riendo ahora igual que cuando era niña.
Es que es una gran película, la echaron en la 1?? Qué rabia me da habérmela perdido!!!
Magnífica en grado superlativo. Pero, fíjate, hace mucho que no la veo... A mí todo lo que describes me pasa con Cantando bajo la lluvia. Adoro tantas cosas de esa película que me da hasta vergüenza decir que adoro la mirada de felicidad de Debbie Reynolds mientras una lágrima le recorre la mejilla...
"Cantando bajo la lluvia" también la tengo en un altar. La lágrima de Debbie Reynolds, Donald O'Connor, Jean Hagen en la escena de -sí, sí, sí. No, no, no; Cyd Charisse y sus piernas lanzando la moneda al aire. Hasta Gene Kelly y su sonrisa están entrañables.
a mi de cantando bajo la lluvia me encanta la cancion de Make'em laugh..es de esta, no?? a ver si me vuelvo a equivocar!!
Correcto. Y ya que estamos:
http://www.youtube.com/watch?v=BBRfLwtMr3U
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