Me gustaba escuchar “Clásicos populares”. No es que sea un gran melómano. Ni siquiera soy un pequeño melómano, pero pasaba ratos muy entretenidos con Fernando Argenta y Araceli González Campa y les tomé mucho cariño, tanto que una vez nos acercamos Ana y yo a verlos al Museo de las Ciencias en un programa que hicieron cara al público. No les pedimos autógrafos ni nos hicimos fotos por la cola que hubiéramos tenido que guardar y por vergüenza, que ganas sí que teníamos de charlar con ellos. Recuerdo que, cuando llegaban periodos de sequía, en España siempre pertinaz, tenían una sección en la cual ponían fragmentos de arias perpetradas más que interpretadas. No sé si el remedio era tan efectivo como sacar a San Isidro en procesión, pero más divertido desde luego sí que era. Y casi llegaba a entristecerme cuando llegaban las lluvias. Casi.
Los Cinco Latinos fue un grupo argentino de música melódica con un estilo muy similar al de The Platters (desde luego versionaron todas sus canciones) y que tuvo mucho éxito en España y en Latinoamérica en la segunda mitad de los cincuenta y en los sesenta. Tenía a Estela Raval como solista, con una voz muy agradable y muy celebrada, y estaba acompañada por cuatro varones (1+4=5) que, en teoría, le hacían los coros pero que realmente rendían homenaje a la berrea de los ciervos. Recuerdo la primera vez que escuché a Los Cinco Latinos. Fue en un programa de radio donde hicieron una introducción en la cual los trataban como grandes estrellas. Luego pusieron una canción. Al escuchar aquellos coros empecé a mirar por todas partes pues pensé que se trataba de una broma de las de cámara oculta. Y no. No había cámaras. Siguieron poniendo más canciones y aquellos tíos seguían voceando. Eran el horror. Y eran estrellas. Grandes estrellas. Verdaderas celebridades. La leche.
Y aquí no cae una gota. Y el secarral más secarral que nunca. Y “Clásicos populares” que hace años que dejó de emitirse. Tiene que llover. Hay que tomar decisiones. Urgentes. Con toda la modestia del mundo trataré de tomar el relevo. Aquí enlazo un popurrí de Los Cinco Latinos y que sea lo que Dios quiera. O lo que quiera la Virgen de la Cueva.
P.D. El lunes pasado fue cuando se me ocurrió la entrada. Ese mismo lunes por la noche estuve viendo vídeos de Los Cinco Latinos. El martes en Valencia no dejó de llover en todo el día. Quizá fuese casualidad, pero tal vez la casualidad no exista. Me veo en la obligación de advertir que el uso de este remedio puede resultar peligroso y que, antes de emplearlo, tal vez sea mejor que consulte con su meteorólogo de cabecera.
jueves, 22 de marzo de 2012
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7 comentarios:
Si no recuerdo mal lo ponían (Clásicos Populares) a media tarde en Radio Nacional, debió durar veinte años o así, yo también solía oirlo, claro que también oía "Apuesto por una". ;(
Pues ha resultado. Llovió y nevó en el secarral. No lo que hace falta, pero algo es algo.
pues a mi me gustaba El Conciertazo el sabado por la mañana, aprendías que daba gusto!!
Los Cinco Latinos trajeron lluvia y nieve. Si llego a enlazar el vídeo aquel de "El informal" de Enrique Iglesias (http://www.youtube.com/watch?v=Z9LCCu0edgg) me traigo los monzones.
¿"Apuesto por una"? Ni idea.
Fernando Argenta y la pedagogía irreverente. Era un fenómeno el tío.
Escuchar a Los cinco latinos parece ser el reverso tenebroso de llevarle huevos a Santa Clara (que es lo que se hace en el norte cuando uno no quiere que le llueva el día de su boda, a cada necesidad una superstición).
Y con esos huevos ya tienen las clarisas materia prima gratuita para hacer yemas de Santa Clara (no podía dejar pasar esta oportunidad de poner en la misma frase huevos, yema y clara).
Te lo había dejado a huevo.
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