domingo, 8 de enero de 2012

Embolia Profunda y los Seré Yo, Seré Yo

Tenemos un vecino en la finca a quien Ana y yo llamamos “Embolia Profunda”. Es de estas personas que son sumideros de inteligencia, que tienen una actividad vital muy parsimoniosa cercana a la abulia y que resultan muy peligrosos pues tienden a arrastrarte absorbiendo tu energía. Cuando hablas con él has de tener la huida preparada pues enseguida comienzas a notar cómo te vas apagando pudiendo llegar incluso al coma cerebral. No sabemos a qué se dedica pero no parece que le vayan mal las cosas. Y ahora le ha dado por correr. Y lo hace cargado de chismes y con ropa de marca. No le falta detalle. Yo le pregunto y me cuenta sus progresos. No corre más de cuatro kilómetros y lleva un aparato que le va indicando por los auriculares si va por delante o por detrás del ritmo previsto. Siempre compite en cada entrenamiento y está feliz pues corre a un promedio de seis minutos el kilómetro. Un hombre así no puede correr deprisa, desde luego. Sabe que corro pero jamás me ha preguntado ni se ha interesado ni por mis entrenamientos ni por mis carreras. Hace poco me cambié para salir a rodar y coincidí con él en el ascensor. También iba de corto. Exclamó entonces –hombre, aquí estamos los runners de la finca.

-Vamos a ver. Lo primero, se me cuadra usted ahora mismo y lo quiero en posición de firmes cada vez que me vea. Lo segundo, a partir de ahora se va a dirigir usted a mí con la debida consideración y respeto y me va a tratar de usía, de vuecencia o de ilustrísima. Lo tercero, eso de runner se lo dice usted a su padre si es que lo conoce. Lo cuarto, usted y yo no practicamos el mismo deporte por lo que no le tolero que me trate como colega. Yo soy corredor. Usted es un trotón. Usted es chusma. Usted es la calderilla que se esparce por las carreras y hace bulto. Cuando usted llega a la meta yo ya me he duchado, aunque la carrera sea de cien metros. Cuando usted nació yo ya corría, así que lo quinto va a ser que ahora mismo se va usted al Arzobispado a solicitar audiencia para encargar un Te Deum en la catedral en acción de gracias porque yo le dirija a usted la palabra y me interese de una manera más falsa que el alma de Judas por sus progresos. ¿Lo tiene usted claro?

-Clarísimo.

-¿Cómo?

-Que sepa vuesa ilustrísima que me ha quedado muy claro.

-Está bien. Puede retirarse.

“Los runners de la finca”. Amos, no me jodas.

9 comentarios:

Camilo dijo...

Me parece a mí que estos días vamos a ver a muchos casuales tecnologizados por las calles. A mí me da cosa ir al gimnasio por si (ahora que los reyes me han traído un mp3 para correr) me confunden con uno de ellos, por si soy uno de ellos.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Je, je, je, je, me puedo imaginar tu cara, sin duda...

Yo es que sólo ando, así que mi respeto lo tienes más que asegurado. Digo, lo tiene. Señor.

Altosybajos dijo...

Si por el rio ves que me doy la vuelta o miro hacia otro lado al verte venir ya sabes por qué lo hago.
Yo también te quiero.
¿Dónde quedó el espíritu navideño de paz, amor y armonía entre todos los vecinos?
¡Qué dura se presenta la cuesta de enero¡

El Impenitente dijo...

¿Un mp3 para correr no funciona cuando no se corre? ¿Hay mp3 para correr que son distintos que los mp3 para estar tirados en el sofá que son distintos de los mp3 con los que haces cumbre en el Aconcagua?

Altos y Bajos, como gires la cabeza cuando me veas te voy a dar un collejón de los que tienen onda expansiva.

A mí el espíritu navideño se me esfuma el seis de enero. Habrá que ir poniéndo en remojo el espíritu fallero.

Camilo dijo...

La idea es que este mp3 lleva un arreglo para colocarlo en el brazo y que no molesta mientras el runner de la finca (en este caso yo) corre. En el gimnasio tienen la costumbre de poner 4otv y ya estoy hasta los huevos de escuchar al Orozco.

Slim dijo...

ya te puedes ir acostumbrado, aqui corre hasta el tato! La de gente del facebook que ha puesto fotos o clasificaciones de la carrera de 10 km ayer en Valencia, no te puedes imaginar.

cualquier dia empiezo yo y cuando te vea te gritare
ciao, runner!

El Impenitente dijo...

Pues al Orozco ese nunca le he oído por el río. Ni por el parque fluvial. Ni por el puerto. Ni por el carril hacia Pinedo. Ni por la Malvarrosa. Ni por la Patacona. Ni por el paseo marítimo. Ni por...

¿Ciao runner? Ya puedes correr, ya.

Y me temo que los puristas vamos a tener que huir de las carreras que se disputen en Valencia capital. Aunque me han hablado muy bien de la carrera de ayer, sobre todo del circuito. Se hicieron muy buenas marcas.

J.P. dijo...

Seguro que llevabas tus mallitas rosas y se despidió de tí con una palmadita en el culete...

El Impenitente dijo...

La autoridad que emana de las mallas rosas es ilimitada. Acojonado tengo al payo éste.