En el secarral hay una carnicería que tiene colgado en una de las paredes un cartel en el cual, clasificados según los animales de procedencia, se indican todos los artículos que se encuentran a la venta. En la columna del cerdo, en penúltimo lugar, figura el pez uña. En el secarral llevamos una dieta equilibrada pues consumiendo cerdo (perdón, gorrinaco) comemos carne y pescado.
Hace años vivía en Valencia una maricona que era conocida como La Vivaldi pues se trabajaba las cuatro estaciones de la ciudad (autobuses, Norte, Cabañal y Pont de fusta).
Mi chaval y yo antes jugábamos partidos de fútbol en el pasillo de casa. Ahora no. Mi crío ahora prefiere jugar a lo que él denomina tangas de penaltis. Algún día explicaré en qué consiste.
Estando Franco vivo y con la censura a pleno rendimiento, se publicó en “La codorniz” una viñeta en la cual figuraba una pareja de novios que paseaban cogidos del brazo. Estaban a punto de pasar bajo un puente y sobre el mismo se veía a un energúmeno que esgrimía una piedra en actitud amenazante. A los pies de la viñeta se leía -¿se la tirará o no se la tirará?
Dos amigos conversan por teléfono. Se ve que han jugado un décimo de la lotería a medias (que, por supuesto, no ha tocado) y, con la excusa de felicitar las Navidades, entre bromas y veras uno aprovecha para reclamar la mitad del importe del décimo al otro. El deudor, al otro lado del hilo, parece que se hace el remolón. El acreedor le contesta –mira que como no me pagues los diez euros me planto en tu casa el día de Nochebuena y te gonorreo todos los langostinos.
jueves, 12 de enero de 2012
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6 comentarios:
De verdad que... Al final todos los caminos y todos los lapsus van a parar al mismo sitio. La Codorniz fue uno de los grandes logros de la censura franquista, como lo demuestra aquella famosa portada: POLÍTICO: ¡O nosotros o el caos! MUCHEDUMBRE: ¡El caos! ¡El caos! POLÍTICO: Da igual, también somos nosotros. ^^
De "La Codorniz" también me sé la famosa regla de tres cuando estaban hartos de que la censura les cerrase la edición: bombín es a bombón como cojín es a x. Y nos importa tres x que nos cierren la edición.
Aquí había un suave al que llamaban "El quiniela" porque una noche el exceso de frenesí terminó con catorce puntos de sutura.
Será por eso que al Barça no le llaman "El quiniela" pues los árbitros os regalan más de catorce puntos. ¡Ah, no! ¡Que ahora sois víctimas!
En la carnicería del secarral cuelga de la pared un cartel que reza "carnicería Galvañ", diez duros al que lo sepa pronunciar.....
Ten cuidado con el dinero que ofreces que valencianos y catalanes hay muchos en tu pueblo y los apellidos Casany, Camany, Monsteny y similares son frecuentes en esas zonas. Y Casany no se lee casani sino casañ. Y los catalanes no perdonan un duro, así que diez lo veo más complicado.
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