martes, 30 de septiembre de 2025

Lo importante

Sanfélix y yo solemos quedar casi siempre en la misma esquina, donde también nos despedimos, especialmente si vamos hacia el centro. Una de las últimas veces, a punto de irnos, señaló una pared medianera y dijo: cuando Morsa y Trozo se encontraron.

No tiene uno bastante con sus obsesiones para asimilar también las ajenas. No suelo fijarme en las pintadas. Sí en los murales o en los textos (aquí tres ejemplos). Pocos encuentro que me gusten. Los artistas urbanos, que así se denominan aunque se dedican a firmar, no sólo no me convencen sino que me llevarían a modificar el código penal si tuviera el más mínimo poder. Y ahora voy por ahí, mirando, pendiente. Trozo es más activo. Morsa, más calmado. Por separado están incompletos. Son tristeza. No son.


Cuando están juntos, tengo que compartirlo con Sanfélix. Trozo y Morsa. Apolo y Dionisos. Daoíz y Velarde. Justo y Pastor. Ginger y Fred. Manolo y Ramón. Indivisibles. Sin sentido por separado. Inconcebibles. Su unión es nuestra fuerza. Nuestra alegría. Nuestro equilibrio.


Y su distancia es nuestra zozobra. ¿Se están dando un tiempo (creo que se dice así ahora)? ¿Crisis? ¿Es la distancia el olvido? ¿No? ¿Lo superarán? ¿Lo superaríamos nosotros?

No.

2 comentarios:

Sanfélix dijo...

A Morsa nuna lo he visto solo. O sola. A Trozo sí. Muchas veces. No para. Trozo por aquí Trozo por allá. Cuando vamos en coche y lo vemos lo leemos en voz alta: "Trozo". Es un tarambana. Y se junta con éste y con ése de más allá. Morsa sale menos. Pasará más tiempo en casa peinándose el bigote. Pero cuando se encuentran, en Algirós, en Quatre Carreres, en la Zaidía o en Benicalap, es una fiesta. ¿Trozo Morsa o Morsa Trozo? No sé cómo me gusta más. Y es importante.

El Impenitente dijo...

Peinarse el bigote requiere su tiempo. Y es una excusa muy buena. -Hoy no puedo, que me estoy peinando el bigote. No se puede discutir. Trozo es como Woody, a película por año. Morsa, Víctor Erice. Y con el bigote impecable.