Se quedaron a ver una película de miedo. Son muy valientes los dos por lo que luego pasó lo que pasó: se metieron juntos en la cama. No se atrevía ninguno a dormir solo. Al menos al principio. Mi hijo se durmió enseguida. Mi hija no tardó en echarlo. -Respiraba muy fuerte. Y, además, le olía fatal el aliento. Así que, entre el miedo y el asco, preferí pasar miedo.
La náusea frente al terror. El dilema.
domingo, 14 de enero de 2018
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1 comentario:
Buen dilema, difícil de resolver. Sin embargo a veces, el miedo y la nausea, se meten contigo en la cama y no puedes echar al que te provoca nausea, porque te da miedo. Ahí el dilema sería otro, o quizás no lo habría; tan solo aguantar...
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