martes, 9 de junio de 2015

Momentos terribles en la historia de la música contemporánea

Abrimos una nueva sección, que tal vez se cierre hoy, donde recordaremos hechos que resultaron fatales en el devenir musical (qué bien suena lo de devenir musical) y personal de renombrados artistas. No pretende esta sección recordar hechos luctuosos como fueron el día en que la música murió, la muerte en accidente de Otis Redding, el extraño asesinato de Sam Cooke, la grabación de “Chiquitita” por parte de Abba, de “I just call to say i love you” por Stevie Wonder, de “Hey Jude” o “Let it be” por los Beatles, de “Sabor de amor” por Danza Invisible o el nacimiento de Bruce Springsteen. La intención de esta sección es recordar detalles que pudieron en su momento resultar insignificantes pero que terminaron siendo infaustos. Y, tras el preámbulo, comenzamos.

Momentos terribles en la historia de la música contemporánea. Capítulo primero: el día en que Freddie Mercury se dejó bigote.

¿Un detalle sin importancia? Veamos. Antes del bigote Mercury era músico y Queen hacía discos buenos. Bien es cierto que por aquella época pegaron truenos como “We are the champions” o “Bohemian rhapsody”, pero esto no empaña el resto, que fue abundante y muy decente. Grababan siempre sin sintetizadores, algo que proclamaban orgullosos en sus discos. No voy a negar que mi afición por aquellos discos de Queen tiene un trasfondo sentimental puesto que me vi arrastrado por la corriente pro-Queen que se respiraba en clase en mis últimos años madrileños y que escuchar aquellos discos me ayudaba a sobrellevar la nostalgia madrileña en mis primeros años valencianos, pero tampoco es mentira que de vez en cuando pongo en el plato los vinilos de “A night at the opera”, “A day at the races” o “Jazz” y que me lo sigo pasando en grande escuchándolos.

Bien. Principio de los ochenta. Freddie Mercury se deja bigote. Queen empieza a meter sintetizadores en sus discos, lo cual de por sí no es ni bueno ni malo, pero sí que es significativo. Sacan “The game”…En fin. Lo toleramos. ¿Y después? Después vino “Flash Gordon”. Y cosas como “I want to break free”, “Friends will be friends”, “Who wants to live forever”, “A kind of magic” o “Radio Ga-Ga”. O “Barcelona”. Freddie Mercury ya no era un músico. Era un histrión, un mamarracho que no se perdía ninguna kermesse solidaria convenientemente publicitada en compañía de sus íntimos Elton John, Sting, Eric Clapton, Versace o Lady Di. Y terminó muriendo joven, a los cuarenta y cinco años. Y estoy convencido de que la culpa de todo esto la tuvo el bigote. Si Freddie Mercury no se hubiese dejado bigote la historia habría sido muy distinta. El bigote lo cambió todo y fue para mal. Un momento terrible, sin duda, en la historia de la música contemporánea.

7 comentarios:

GARRATY dijo...

Entiendo que no te guste el "We are the Champions" por sus reminiscencias madridistas, pero las demás sin buenas. Histriónicas y exageradas en ocasiones pero buenas.

GARRATY dijo...

Por cierto, quizá esto te reconcilie con "Hey Jude"

http://youtu.be/0y8Q2PATVyI

El Impenitente dijo...

Garraty, lamento decirte que, como mediador, estás en el mismo escalón que José Mourinho y Alfonso Guerra (y eso que Wilson Pickett me gusta mucho).

Y también lamento decirte que, pese a que no se note y no lo sepas, tienes bigote. Y yo me preocuparía.

Slim dijo...

♪ ♫ ♩ ♬ ♭ I just call to say i love youuuu, i just called to saaay how much I care ♪ ♫ ♩ ♬ ♭

El Impenitente dijo...

Lástima que no estuviese comunicando, comunicando, comunicando.

SisterBoy dijo...

El del sonido de Queen me parece una evolución lógica de un super grupo de los 70 al de un super grupo de los 80, otra cosa es que te guste más una etapa que la otra. Eso sí, lo de "Flash", "The Game" y "Body Language" es imperdonable.

El Impenitente dijo...

Y la evolución de los Bee Gees fue pasar de "How can you mend a broken heart", "I started a joke" o "You should be dancing" a "Tragedy". Lógica e imperdonable. Los ochenta fueron letales.