jueves, 3 de febrero de 2011

Maroto y el Scalextric

Leí una vez que, aproximadamente, el cincuenta por cien de los italianos al independizarse se va a vivir a menos de un kilómetro de su madre. No sé cómo estará el porcentaje en España aunque no creo que sea muy distinto. Desde luego Maroto, el hombre que más daño se ha hecho a sí mismo, se fue a menos de cien metros contando escaleras. Más que independiente digamos que se convirtió en estado libre asociado o algo así pero bueno. Él se sintió autodeterminado.

Los amigos de Maroto, particularmente G. y yo, tomamos posesión de su piso. Hubo que pagar algún tributo (entre Maroto y yo nos lo pintamos entero. Especialmente laborioso fue pintar el cuarto de baño. Luego decidió alicatarlo. Casi lo mato) pero se pagó con gusto. No sé si está recogida como definición de amistad la que afirma que un amigo es aquel que te putea cuando todo va bien y que te hace compañía cuando las cosas no van tan bien y ésta se nos ajustaba como anillo al dedo. Aquel piso se convirtió en nuestro lugar de reunión. Incluso teníamos un ritual. Subíamos y ni buenos días ni buenas tardes. Yo me iba al equipo de música y ponía primero “No hay nada como tú (soberbia)” de los Esclarecidos y luego “Te acuerdas María” de Nino Bravo, no porque me gustasen (que me gustan mucho) sino porque son dos canciones que ponen especialmente melancólico a G. (léase lo de putear a los amigos). Cantábamos abrazados, hacíamos los coros y después procedíamos a lo que tocase.

El piso no estaba mal. Estaba situado en la mismísima avenida de Sam Malone (haciendo casi esquina con el bulevar de Rosita de España, ¿qué te está pasando?) y tenía cocina, salón, baño y tres habitaciones. Una la utilizaba Maroto como dormitorio. Otra estaba llena de trastos. Quedaba la tercera libre. G. tuvo una gran idea para aquella habitación: sería la habitación del Scalextric. Juntaríamos los de todos y haríamos un circuito gigante. Haríamos el gran circuito.

Y ahora es cuando toca el discurso generacional sobre el Scalextric. Mi hermano y yo teníamos uno que año tras año iba creciendo pues los Reyes Magos solían dejarnos tramos y accesorios nuevos. Mi hermano tenía un Ford Mustang. Yo tenía un Chevrolet Corvette Drugster. No había día festivo que cayese entre semana en que no armásemos el Scalextric. Y allí se nos hacía de noche sin enterarnos. Crecimos. Vinimos a Valencia y el Scalextric se quedó a mitad de camino, en el secarral. Y allí lo armamos un día, dos, tres. Y ya. Y empezó a acumular polvo. Y empezó a ser un trasto. Y mis primos pequeños tenían uno y jugaban con él y en un acto con un algo de generosidad, con un poco de ganas de agradar a mis padres porque aquello molestaba y con un resto también de remordimiento por sentir que habíamos traicionado a nuestra infancia decidimos regalárselo. Y el Scalextric se fue. Y cuando se planteó la posibilidad de armar el gran Scalextric en casa de Maroto vete tú a buscar a mis primos y vete tú a buscar el Scalextric.

Nunca llegamos a armarlo. Fue por entonces cuando Maroto remató la jugada que le consagró definitivamente como el hombre que más daño se ha hecho a sí mismo y amuebló la habitación y la llenó con una colección de libros que iba leyendo por estricto orden numérico. Y fue una pena. Podríamos haber pasado muy buenas tardes. Habrían sido campeonatos feroces. Pero no lo fueron. Nos queda pendiente. Espero que en el asilo nos dejen una habitación. Y un equipo de música para escuchar "No hay nada como tú (soberbia)". Y "Te acuerdas María".

15 comentarios:

Realice dijo...

Aquí llevo por tu culpa un rato pegada a Nino Bravo y mañana me pasaré todo el día tarareando 'América, es Amééééricaaa...' :D

cucumber dijo...

Cabrito! Me has hecho recordar con demasiada nostalgia un piso en Zaragoza en la Calle Dato.Vivían dos amigosdelalma y la tercera habitacion era para mi. Nunca se los agradecere bastante.(Perdona por los suprimidos.Estoy atontao!!)

Nueva Pestaña dijo...

Ay, qué tontorrón me has puesto.

He tenido una experiencia parasismal pues en tus dos enlaces musicales le he dado al botón derecho "abrir en una nueva pestaña" y han sonado a la vez ambas dos canciones. Parecía "Revolution number 9". Y seguro que si las escuchas al revés se oye a Fernando Esteso.

Cuando yo me autodeterminé me fui a 3,5 km de mi madre y de la República. A los tres años regresé desde el exilio a tres pisos de distancia de mi madre y a 500 metros de Cariacontecido.

Todavía hay esperanza para el Scalextric. Sólo necesitamos unos metros cuadrados libres y no caer rendidos ante los innegables atractivos de la Wii.

Juan Rodríguez Millán dijo...

La de años que llevo sin ver un Scalextric... La próxima vez que vaya a San Sebastián, subiré el miniparque de atracciones del Monte Igeldo a ver si sigue allí el que tenían... Si está, te prometo una carrera en tu honor.

Arual dijo...

El proyecto de la habitación dedicada única y exclusivamente al Scalextrix lo vi realizado yo en el piso de un amigo de mi marido. Aunque cuando entró a vivir su novia allí la habitación se redecoró a modo Ikea y pasó a ser "el cuarto de la plancha-habitación de invitados-lo que más convenga"... una pena!

El Impenitente dijo...

La compañía de Nino Bravo siempre es grata. Lo malo es tratar de cantar con él. A mí por lo menos la voz me dura dos estrofas.

Y eso me recuerda que sigo sin ir a Aielo de Malferit a la casa museo. Imperdonable.

Bueno, Cucumber, abrid la etiqueta nostalgia en vuestro blog y empieza con la calle Dato.

Pues sí, Nueva Pestaña, si lo escuchas al revés te encontrarás con Fernando Esteso imitando a Tom Waits cantando "Somewhere". Como experiencia parasismal es de las buenas.

Yo el problema que veo con la Wii es que jugaríamos con toda el alma, y sacaríamos como Sampras, golpearíamos de revés como Agassi y nuestra derecha sería la de Muster, así que a la segunda partida tendríamos codo de tenista. Mejor el Scalextric, más apañado, más recogido.

Sabiendo que en Igueldo hay un Scalextric ya sé dónde me escaparé la próxima Behobia.

Bienvenido a la República Independiente de la novia del amigo de tu marido pondrá en el felpudo. Y el Scalextric como parte del botín de guerra.

Altosybajos dijo...

La de habitaciones que han destrozado, desnaturalizado, deprimido y cientos de cosas más nuestras novias ahora convertidas en nuestras mujeres.
Paciencia.
Me alegré mucho de ver a "tu chica" hoy. Sigue muy guapa y joven muy joven. Para ella no pasan los años, para ti si. No hay más que ver las gafas.

el Sr. Skywalker dijo...

¡Joder con Altis! Con amigos así ¿pa qué quieres enemigos?
Tú no hagas caso, Cari, que vas por buen camino.
Ahora toca que escribas algo sobre lo malas que son las novias que no dejan que vengan tus amigotes a casa el día de partido, o las que llevan a su madre a ver qué les parece el piso mientras estás echando la siesta en calzoncillos sobre el sofá, o sobre los vecinos que golpean en la pared cuando suena Nino Bravo.
Asco de país. Así no se puede.
Por cierto, como se nota que sois todos unos viejunos; en los pisos de mis colegas sonaba Mecano y U2. ¿Será que soy de otra generación?

El Impenitente dijo...

Bueno, Altos y bajos, el próximo día que vea a tu mujer le haré referencia a tu comentario. Y ya veo que eres muy agradecido cuando te animan en una carrera aunque he de decir que con el esfuerzo no has perdido el buen gusto.

Paco, ¿Mecano? Tú generación es la mía (viva la gloriosa quinta del 66) pero tío, ¿Mecano?

el Sr. Skywalker dijo...

¡Abuelooo, el Inistón!
Pero, Cari, tío, si todo el mundo sabe que la música moderna la inventó J.L. Fradejas.
Sí, es cierto, antes estaban Antonio Machín, Marisol y todo eso, pero la música que escuchábamos los de mi quinta por aquel entonces era la de Mazinger Z y los payasos de la tele. Luego llegaron Mecano, Alaska y Nacaha Pop. Qué gran generación la del 66.

¿Nino Bravo?
WTF is Nino Bravo?

El Impenitente dijo...

A ver Carmona, vamos por partes.

Por favor, no me llames cari. Me da una grima y un repelús acojonante. Prefiero un millón de veces que me llames vasito de leche, grandísimo hijo de puta o peluchito.

Por otra parte Antonio Machín es superdiós, Nacha Pop es superdiós, Alaska y Marisol tuvieron momentos grandiosos, pero Mecano no. Mecano no.

Y Nino Bravo que estás en los cielos santificado sea tu nombre.

el Sr. Skywalker dijo...

Pero ¿tú no eras el Sr. Acontecido, Cari Acontecido?
Chico, me lías.
Ahora que si no quieres que te llame cari, Cari, no te llamaré más cari, Cari.
Lo prometo por Los Tres Sudamericanos, ja, ja, ja.

"Allí me colé y en tu fiesta me planté", o "sombra aquí, sombra allá?
¿No es poesía pura con un toque pseudointelectual?
¿No es lo mejor que has oído nunca?

Vamos, que meterse con Mecano...

El Impenitente dijo...

Para poesía pura, para belleza sublime lo siguiente:

"Entre el cielo y el suelo hay algo
con tendencia a quedarse calvo
de tanto recordar.

Y ese algo que soy yo mismo
es un cuadro de bifrontismo
que sólo da una faz.

La cara vista es un anuncio de signal.

La cara oculta es la resulta
de mi idea genial de echarte
me cuesta tanto olvidarte".

En la mayoría de los países se fusila a la gente por menos.

el Sr. Skywalker dijo...

Señor Acontecido:
No hay ninguna expresión, por muy profunda y poética que parezca, que resista al entrecomillado.
Es el mejor invento del mundo.


http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=hy606Xbpe1Q

El Impenitente dijo...

Siempre me acuerdo de Paco Valladares declamando como un rapsoda letras de canciones: muevo la pierna. Muevo el pie. Muevo la tibia y el peroné.