domingo, 27 de febrero de 2011

La leyenda del cerro Puto

En su última entrada escribe Peri Lope una reseña sobre un libro titulado “Geografía mágica”. Trata el libro sobre leyendas populares que explicarían la formación de distintos accidentes naturales situados en España. Al final de su escrito hace Peri Lope una relación por comunidades autónomas de los distintos lugares que aparecen mencionados en el libro. Existe en el Secarral un cerro conocido en el entorno como el cerro Puto y busqué con ilusión la posible inclusión de dicho montículo en el índice, mas no lo hallé. Hice partícipe al administrador del blog de mi desolación y él me conminó, supongo que con ironía, a que escribiera yo la leyenda. Lo que me parece que él no sabe, dado que nos conocemos desde hace poco tiempo, es que yo estas cosas me las suelo tomar en serio, y me puse manos a la obra. Y al instante se presentaron dos obstáculos que me parecieron infranqueables siendo como son los de siempre: el cómo y el qué. Me preocupaba el cómo pues yo más que contar cosas las voy dejando caer y al escribir una leyenda creo unas expectativas y me obligo a estar a la altura y es sencillísimo quedarse en nada. Y luego me preocupaba el qué porque carezco absolutamente de imaginación y me veía incapaz de inventar una historia. Y estando como está el castillo más bonito del mundo (ya rehabilitado. Obligatorio visitarlo) a menos de dos kilómetros no era difícil imaginarse una leyenda con reyes, princesas, magos, encantamientos, dragones y pasadizos secretos que llegasen hasta el cerro. También podría haber escrito un relato basándome en aquel enamorado que iba a visitar a su amada al pueblo de al lado y que se volvía andando de noche por el camino que pasa junto al cerro sin más compañía que las estrellas las noches oscuras y de la luna las noches más luminosas, una historia de amor con componente astral, satélites traidores y constelaciones celosas. Pero todo lo que he ido emborronando era una sucesión mecánica y previsible de hechos, sin poesía ninguna. Y tiré la toalla.

El cerro Puto se ve desde la carretera. Tiene forma semiesférica achatada en su cumbre. Es feo, sin aristas. La vegetación es escasa. No tiene un árbol. Sufre los rigores climatológicos a pecho descubierto. No está explotado por la agricultura. El ganado apenas lo pisa pues baja con más hambre que sube. No tiene interés para la minería. La pesca en el cerro, tanto de altura como de bajura, es escasa. Ningún camino lo cruza, por lo que es raro que alguien lo pise, ni siquiera los cazadores. Los únicos que lo frecuentan son los moteros de la comarca que compiten por ver quién lo sube haciendo más ruido. El cerro Puto vive en la ignominia más absoluta, solo, olvidado, discreto, anodino, apagado, muerto.

Apapucio era un santo varón que, mortificado por sus pecados, decidió marcharse a un páramo desértico a cumplir penitencia. Partió a sufrir los rigores sin más vestimenta que unas sandalias y un sombrero. El diablo, que tiene sus cosas, le envió un par de súcubos voluptuosas vestidas de Eva para tentarle lo justo. Apapucio, al verlas aparecer, se sintió abochornado y se tapó sus vergüenzas con el sombrero. Una de las súcubo, desorientada ella, le preguntó dónde estaba el norte y Apapucio, gentilmente, se lo señaló. La otra súcubo, también desorientada, le preguntó dónde estaba el sur y Apapucio, todo un caballero, también se lo indicó. Y Apapucio se quedó con los dos brazos en cruz. Pero el sombrero no se cayó. El sombrero se quedó levitando. Milagro. ¡MILAGRO! Este hecho, conocido como “El milagro de San Apapucio” fue el que otorgó la santidad al ínclito varón y es un milagro de los buenos buenos, de los fetén, de los que no pueden permanecer ignorados. Y aquí es donde llego yo. Si soy incapaz de inventarme una leyenda, ¿por qué no apropiarme de otra? Al fin y al cabo, ¿no es cerro Puto una derivación fonética de cerro Apapucio? Y es más, tomando como ejemplo “Los jueves, milagro”, y ya que el castillo está recientemente rehabilitado y el número de visitantes aumenta sin parar, con el fin de fidelizar el turismo, ¿no se podría crear en el cerro Puto un parque temático del milagro, con representaciones del mismo que, según la hora, podrían hacerse con bombín o con sombrero mejicano? Cerro Puto, tus horas de gloria están cercanas. Peri Lope, mal que bien te devuelvo el guante.

12 comentarios:

Arual dijo...

Vamos ya me están ganas de subirme al cerro Puto por si se aparece milagrosamente San Apapucio!

Peri Lope dijo...

Que sepas, amigo impenitente, que he comprobado la existencia previa del milagro y del santo, pues creo en tu capacidad inventiva y me pareces un fabulador estupendo, más que correcto.

De hecho el milagro tiene más gracia cuando lo escribes tú.

Y gracias por el detalle, mi reputación ha mejorado este fin de semana, desde que decidiste tomarme en serio.

El Impenitente dijo...

De nada, Peri Lope. Si tienes algún otro encargo será estudiado. Y gracias por los cumplidos.

SisterBoy dijo...

¿Y no será que es el cerro puto porque es jodido de subir?

El Impenitente dijo...

No te creas. En ese aspecto los hay mucho más putos. Y de eso es algo que puedo dar fe, que me he subido corriendo la mayoría de los cerros de la contornada.

Realice dijo...

Qué bien cuentas las historias. Creo que esto ya te lo he dicho antes, pero... lo que es, es :D

el Sr. Skywalker dijo...

Bravo, bravo, bravo.
Me he reído un rato a gusto.
Si aceptas sujerencias, en Almería, la tierra de Bisbal, Manolo Escobar y, oh casualidad, la de mi madre, hay un cerro famoso llamado "Tetica de Bacares". Te lo digo por si te inspira otra historia, que creo que los lugareños necesitan también un empujoncito al turismo local.
Ahí te tiro el guante.

el Sr. Skywalker dijo...

Por cierto, casi se me olvida, que me he cambiado el nombre.
Antes de pasarme al lado oscuro y transformarme en Sith, yo era un caballero Jedi de la galaxia llamado Darth Carmona.
Lo mismo te suena.

El Impenitente dijo...

Se agradece, Realice. Siempre digo que el motor del blog ha de ser el disfrutar escribiendo, pero siemre es agradable que, de vez en cuando, a uno le den una palmada en la chepa.

Señor Skywalker, he visitado su blog y he visto que todavía no hay ninguna entrada escrita. ¿Cómo puede ser? Espero deseoso leer una detrás de otra.

Y con respecto a su guante, en el secarral, en el pueblo vecino hay dos cerros pegados que reciben el nombre de "Las tetas de Monreal", famosas en toda la comarca y de visita obligada. Tal vez en el pueblo de su madre debieran plantearse pegar un cerro al citado por usted.

Altosybajos dijo...

Voy a ser un poco cabroncete y meter una nota discordante.

En esta ocasión no te has escurrido mucho las meninges y a pesar de ser muy correcto, me parece que perdiste la oportunidad de novelar un poco más la leyenda de San Apapucio.
El recurso del sombrero erá fácil y no está a la altura de tu verso.

Pero siempre fiel te seguiré siempre allí donde escribas.

El Impenitente dijo...

Hombre, con el recurso del sombrero me ceñí al original. Por otra parte me alegro de que me tengas en tan alta estima. No será fácil estar a la altura. Se intentará.

Peri Lope dijo...

Amigo, Impenitente, Ana Cristina Herreros ha tenido a bien comentar la entrada sobre su libro Geografía Mágica, en la que hacías referencia al Cerro Puto. Por si te interesa...