martes, 3 de agosto de 2010

Loor de santidad

San Joaquín era el marido de Santa Ana. Ambos eran los padres de la Virgen María y, por tanto, abuelos de Jesús. Poco se sabe sobre San Joaquín aunque se dice de él que era un hombre de posibles que dedicaba parte de su fortuna a la manutención y al bienestar de su familia. Otra parte la destinaba al templo y el resto se la entregaba a los pobres y menesterosos. Por todo ello, y supongo que ayudado también por sus lazos familiares, alcanzó la santidad.

Las cosas han cambiado mucho desde entonces. O a lo mejor no tanto. No soy hombre de posibles aunque tampoco soy el del bolero que sólo puede ofrecer alma, corazón y vida. Mis cuentas son muy simples. Parte de mis ingresos se dedican al bienestar de mi familia. En eso no hay diferencias. Otra parte se va en reducir la deuda que tengo para con el banco. Hilando fino podríamos decir que si el dinero es Dios, los bancos son los nuevos templos. Podría aceptarse, quizá. Con algo de esfuerzo pero podría aceptarse. Lo malo es que lo poco que me sobra no lo dedico a los desheredados ni a los hambrientos. El resto de mis ingresos van a parar a Tráfico. Bien a nivel nacional o bien a nivel local ellos se han erigido en firmes receptores de mi pequeñísima capacidad de ahorro. Su voracidad extrema en la recaudación para poder financiar el despilfarro me ha convertido en un hombre permanentemente multado que ya no sabe si llorar amargamente, quemar el coche o matar a alguien. Y no es sólo la sangría económica que me producen. Lo peor es que me están alejando de la santidad. Y yo quiero ser un santo varón.

7 comentarios:

Alex Maladroit dijo...

Segundo motivo por el que conducir se me atraganta. ¿El primero?, el puto embrague.

Arual dijo...

Impenitente tranquilo que ahora algunos se han puesto de huelga secreta y no multan... cosas buenas de la crisis!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Si por algo no me quiero sacar el carnet... Bien pensado, a lo mejor lo de la santidad está sobrevalorado en la sociedad moderna...

SisterBoy dijo...

Como no tengo ingresos no le doy nada a nadie :)

El Impenitente dijo...

¿Que están de huelga? Siempre me tocan los esquiroles.

Por cierto, esquirol es otra de las grandes aportaciones de Catalonia al mundo. De la localidad de L'Esquirol eran los trabajadores que, a finales del XIX, fueron a suplir a los de Manlléu que estaban en huelga.

Anónimo dijo...

Te comprendo perfectamente. A mí me cazaron dos veces en días consecutivos y estaba que trinaba. Como diría un abate paisano nuestro ya fallecido, cuando iba desde un pueblo a otro a celebrar una boda, y se atascó el carro con la nieve que había caído: "luego dicen... luego dicen... luego dicen que se caga uno en Dios".

El Impenitente dijo...

En Dios no sé, pero en el Duque de Ahumada...