domingo, 8 de agosto de 2010

Enfatizando lo obvio

Existe en el secarral una asociación autodenominada juvenil (estando la media de edad de sus componentes por encima de los treinta) y que tiene como asociación cierta veleidad cultural que los colma de autocomplacencia. En uno de sus actos semiculturales semilúdicos terminaron unos cuantos tajados hasta el tuétano colgados de los largueros de las porterías del campo de fútbol y no pararon hasta que las destrozaron. Este acto, que podría haber sido calificado como vandalismo, supongo que será considerado como una performance. Es lo que tiene la cultura o el arte, que te otorga patente de corso para hacer lo que te dé absolutamente la gana y que, además, te permite cerrar la boca de los demás con ínfulas de superioridad (cuando la mayoría a lo más que aspira es a vivir de las becas y de las subvenciones). Es tal el complejo que se ha creado que la gente prefiere mirar hacia otro lado y decir –yo es que de arte no entiendo- cuando eso es mentira. Se puede no saber de historia del arte o de economía del arte pero uno ha de tener la suficiente personalidad para saber (y decir) si algo le gusta o no le gusta, si algo le conmueve o no, si algo le estremece o no, si algo le repugna o le deja indiferente, si algo le parece una mamarrachada o una memez o no. Eso es entender de arte. Otra cosa es saber de corrientes, de escuelas, de técnicas o de valores de tasación. Eso es otra cosa.

De lo que me he dado cuenta es que junto a este pedestal en el que están situados el arte y la cultura también se ha situado la solidaridad. Si tú te pones en pelotas en mitad de la calle te detienen por exhibicionista. Si tú sales en pelotas en un calendario por Haití la cosa es muy distinta. Es una causa justa y, por tanto, tu acción se convierte en loable y digna de encomio y así, haciendo posturitas en blanco y negro y con el ciruelo colgando de repente te conviertes en poco menos que un prócer de la humanidad y un verdadero ejemplo para la sociedad. Y cuanto más alto pones el altavoz, cuanto más pregonas lo generoso que eres, cuantas más fotos te haces sonriente con un cheque gigante con tu donativo más te alaban y más te reconocen. Y como me educaron en colegio de curas se me quedó muy grabado aquello de “que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha”. Y todo lo que lleva el adjetivo solidario, por muy práctico y efectivo que sea, siempre me huele mal. Siempre me parece que lleva doble fondo. Y no me gusta. No me gusta. Si tuviese un martillo creo me entretendría mucho derribando pedestales.

13 comentarios:

Juan Rodríguez Millán dijo...

Pues sí que es curioso que vivamos en un tiempo en el que hay que enfatizar lo obvio. Y es curioso también que desnudarse valga más que un buen trabajo de cualquier otra índole. Me apunto a pegar martillazos a los pedestales. ¿Cuándo empezamos...?

piero manzoni dijo...

Creo que tu razonamiento es un pelín tramposo porque primero calificas de "semicultural semilúdico" lo que acto seguido supones será impepinablemente considerado "performance" y "arte". Quizá en el secarral pasen por alto el vandalismo de la asociación que mencionas pero cuando expongan su obra en el MOMA me avisas.

El arte, lejos de estar en un pedestal, se ha convertido en un pimpampúm de moda en bastantes sectores de opinión. No es infrecuente escuchar denuestos hacia el arte contemporáneo por parte de opinadores como Juan Manuel de Prada o Pérez Reverte, normalmente referidos a la última memez que vieron en la TV. Pero el arte que más se publicita en los telediarios, que es al que normalmente se refieren las críticas, suele ser el más extravagante, escandaloso o comercial, que por supuesto lo hay y mucho. Y de tarde en tarde, igual que cuando les da por hablar de los perros asesinos, sale la mona que pinta con el ano o el niño genialoide de siete años que vende sus acuarelas por un porrón de dinero a millonarios despreocupados. Si pensamos que arte es aquello que sale en los telediarios acabaremos creyendo que música es la Oreja de Van Gogh y que España no puede vivir sin el Innombrable ni Guti.

No te lo tengo en cuenta y te paso otro martillo. El de Rita Pavone, "Lo voglio dare in testa a chi non mi va":

http://www.youtube.com/watch?v=dGNvjTPfYj0&feature=related

Arual dijo...

El arte y el secarral, curioso post!

El Impenitente dijo...

Del secarral es Fray Luis de León, que todavía sigue vivo. No tan curioso.

Mi razonamiento es bastante tramposo y fácilmente discutible. Ahora, cuando quieras vamos al MOMA a ver si están programando performance manchegas o no.

Singular el personaje de Piero Manzoni. Y sobre el tema de que sólo existe lo que sale en televisión también podríamos hablar.

Yo te perdono lo de Rita Pavone. Nunca me gustó demasiado. Es un duendecillo saltarín. Pero el vídeo es gracioso.

Y qué bien se vive en España sin Guti y sin el Innombrable.

Marta I. Moreno Pizarro dijo...

Comparto las dudas de Impenitente sobre el arte contemporáneo, y eso que intento leer sobre el asunto, formarme y visitar exposiciones para encontrar mi sentido del gusto, que en algún lugar lo tendré. No cejo en mi empeño: tengo fe en que en algún lugar existen los criterios para diferenciar una caca cualquiera de una obra de arte (aunque sea la tan celebrada "Mierda de artista"). Le aseguro a Piero que yo seré sinceramente feliz como una perdiz el día en que alguien del MOMA sea capaz de explicarme por qué acoge unas obras y rechaza otras: pero es que nadie me da pruebas (siquiera indicios) de que dichos criterios existan. Señores que entienden de arte contemporáneo: ábranme los ojos, háganme caer del caballo como a un Saulo perseguidor de los fieles del arte moderno, estoy deseando creer, del agnosticismo de los criterios aún puedo salvarme. (No lo parece por la socarronería secarralera que me gasto, ya lo sé: ¡pero lo digo en serio!)

Lo bueno es que esto da tanto para esnobismos insoportables como para maravillosas sensaciones de libertad. Y por cierto, también para situaciones divertidísimas:

http://www.youtube.com/watch?v=4I5_WkIQv8Y

El Impenitente dijo...

Vaya, anoche estuvimos Piero y yo viendo "Manhattan" en la Filmoteca.

Respecto al arte contemporáneo me hubiese gustado enlazar la opinion que tienen los Enemigos y que muestran en "A la hera" (sic) pero no la encontré en el youtube (que, desde que se lo escuché a una mujer que hablaba de manera muy redicha, siempre pronuncio iutuví)

Marta I. Moreno Pizarro dijo...

¡Yo también estuve! Por eso pensé en ponerte el enlace. Y ahora llego de ver Time of Ashes.

No sé a qué canción te refieres, pero había una de Los Enemigos que me hacía mucha gracia: "Porfá-vor", cantaba Josele, "el museo de arte contemporáneeeooo..."

El Impenitente dijo...

A esa canción me refiero.

Y la próxima vez que vayamos a la Filmoteca iremos cantando canciones de Muse (canciones que, para qué te voy a engañar, primero habremos de aprendernos).

SisterBoy dijo...

El arte es morirte de frio.

El Impenitente dijo...

¿Qué es el arte? dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es el arte? ¿Y tú me lo preguntas? El arte es morirte de frío. Y también es una virtud, disposición y habilidad para hacer algo.

Alex Maladroit dijo...

Digamos que el arte conceptual se puede interpretar como se quiera/pueda. Destrozar unas porterías es Conceptualismo de la rama Hijaputa, siendo esta mi propia opinión.

3'14 dijo...

A ti lo que te pasa es que ya no te aceptan como miembro de esa asosiación y te jode no poderte amparar en el arte como pretexto para destrozar el mobiliario urbano durante tus escarceos con denominación de origen.
(
Sin acritud,eh?)

El Impenitente dijo...

Ya veo que has vuelto retorcida de tus vacaciones.

Mi madre utiliza una expresión que siempre me hizo mucha gracia. Ella dice -ese es el tonto al que vistieron de obispo. Muchas ganas de asociarme no tengo con los tontos que se ponen el hábito del arte o de la solidaridad o que ven de culturetas.

Todo esto sin la menor acritud, ¿eh?

Me alegra volver a leerte.