jueves, 10 de junio de 2010

El pintor y la Modelo

No tengo ni idea de dónde estará Antonio Anglés pero creo conocer a alguien que lo sabe.

P. trabajaba como pintor en un taller de estructura emplazado en la comarca valenciana de la Horta Sud. La verdad es que el tío hacía lo que le daba la gana y entraba y salía cuando quería. No era mal profesional y, si había que cumplir, cumplía. Cuando se le reprochaba su informalidad respondía que él no necesitaba trabajar, que lo hacía para justificar unos ingresos pues él se ganaba la vida por otros medios y se la ganaba muy bien, así que no le aglomerasen mucho. ¿Cuáles eran los otros medios? No lo sé.

Estábamos almorzando un día y nos empezó a contar lo mal que estaba el negocio de la prostitución, no porque no fuese negocio sino porque era una mafia controlada por unos pocos y no se consentía a los advenedizos. De hecho él había montado un puticlub y tuvo que cerrarlo por las presiones de la competencia (no especificó qué tipo de presiones). Terminó recomendándonos que nunca intentásemos abrir locales de alterne pues escaparíamos mal. He de reconocer que le he hecho caso. De las cero empresas que he creado ninguna estuvo relacionada con la prostitución.

Hubo problemas de cobro en una obra. Más que problemas digamos que fue un enganchón serio en toda regla. Estábamos comentándolo y jurando en varios idiomas cuando se acercó y nos dijo –tengo amigos que os lo podrían resolver. Decidme qué queréis exactamente y yo os diré la tarifa.

Estando las vacaciones cercanas me comentó que tenía intención de hacer un viaje. -¿Y a dónde te vas? –A Medellín. -¿Medellín? Ten cuidado, aquello debe de ser muy peligroso. Se rió. –Con la gente que yo voy no creo que tenga problemas.

Mi mayor entretenimiento en las cenas laborales navideñas consistía en observar a P. Éste no paraba de levantarse y de ir al baño. A veces iba acompañado. Otras veces no. Era divertido averiguar quién iba a entrar una vez saliese él. Solía ser gente del taller. A veces algún montador. Incluso los camareros de donde estábamos cenando. ¿Qué hacían dentro? No lo sé. Lo que se hace normalmente dentro de un baño sospecho que no.

P. al final abandonó el taller. Tenía problemas de asma que se le fueron agravando y estar en contacto con la pintura no es lo mejor para un asmático. Al poco tiempo nos enteramos de que estaba en la cárcel. Lo habían detenido en Barajas. Algo trataba de pasar que no era muy legal. ¿Qué? No lo sé. Después nos enteramos de que el chivatazo a la policía lo había dado su propio hermano. ¿A cambio de qué? Tampoco lo sé. Qué familia. Como para pasar la Nochebuena con ellos. Seguro que siempre dejan una silla vacía en recuerdo de Anglés. O a lo mejor no está vacía.

10 comentarios:

Arual dijo...

El tal P. era un empresario multinegocio, muy diversificado eso sí, y multinacional, jeje!!
Oye con qué gente te "ajuntas"????

cucumber dijo...

Seguro que el tal Antonio,no es un mal tipo.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Desde luego, qué mundos hay por ahí de los que no tenemos ni idea... Yo, desde luego, no quiero tener idea alguna... Mi preocupación es la misma que la de Arual, la gente con la que te relacionas, je, je, je...

Altosybajos dijo...

Que tranquilo me siento ahora que he cumplido con mi promesa y a tu casa ha llegado el oro, el caviar y alguna otra cosilla para pies, manos. No quiero pensar en lo que podría haber pasado si me demoraba más y se te hubiera ocurrido hablar con esas amistades que fecuentas para que me dieran un buen escarmiento.
en adelante me andaré con ojo.

El Impenitente dijo...

El mundo de la construcción era muy bonito. Y cabía todo el mundo. Ahora está en extinción.

¿Que si Antonio no es mal tipo? No creo que en Alcácer le pongan su nombre a ninguna calle.

Altos y Bajos, procura no adelantarme en ninguna carrera que te arrepentirás.

Alex Maladroit dijo...

Digamos que P. era un autónomo, comercial e incluso, transportista y hombre de mundo. Que su tabique nasal fuese de goma, eso, nos lo callamos y todos tan-con-ten-tos.

Lo feo es que yo conozco P. (que son P. en parte), de 16 o 17 años.

SisterBoy dijo...

Jo odio decirlo pero ¿no es Valencia además de la tierra de las flores de la luz y del amor un lugar propenso a este tipo de individuos?. Lo digo por los levantiscos que conocí en la mili

GARRATY dijo...

Como tú bien dices la construcción era una gran madre que acogía a unas cuantas ovejas descarriadas bajo su protección. Yo recuerdo a un encargado de obra que, los fines de semana, se dedicaba a hacer viajes entre Valencia y Alicante con algún kilo que otro de polvo colombiano en el maletero. Sobresueldo lo llamaba.

3'14 dijo...

A mí el tal P. lo que me parece un fantasmón...

Haced el favor de poned en google Antonio Anglés los que no sepais quien es... y luego seguid escribiendo esas aberraciones.

El Impenitente dijo...

En los periódicos de tirada nacional en la sección de sucesos hay dos encargados. Uno se ocupa de la Comunidad Valenciana y el otro del resto de España. Y no sé yo quién trabajará más.

Desde luego la mili es lo más parecido al National Geographic que yo haya vivido. Y la hice en Paterna. Levantiscos de pura cepa.