Dentro de la tendencia inexorable de este blog, que terminará siendo temático o monotemático, volveré a escribir sobre correr y similares.
El fin de semana pasado se celebró la cuarta edición de la carrera de los Árboles y Castillos. Por tercera vez los climaterios tomamos parte y por segundo año presentamos dos equipos. Ya escribí el año pasado sobre esta carrera. Trece etapas de montaña durante dos días que recorren la comarca del Camp del Turia. Trece miembros por equipo, claro. Se suman los tiempos y gana el que menos tarda. Mucho calor esta vez, menos competidores que el año pasado y un ambientazo fabuloso.
En una entrada reciente alguien que firmaba como “El cachas del gimnasio” dejó un comentario que ironizaba sobre los hábitos, comportamientos y obsesiones de los corredores. No iba nada desencaminado. De vez en cuando es bueno verte desde fuera pues una vez uno se mete en una espiral endogámica ve normales conductas que son extrañas. Y algo me ha hecho pensar este comentario.
Si hay algo que une tanto como un enemigo común es una afición común. Se forman grupos que estrechan lazos y que difícilmente sobrevivirían si desapareciese ese vínculo. Suelen ser grupos egoístas pues ese grupo facilita la obtención de unos resultados que individualmente serían más difíciles de conseguir (la unión hace la fuerza y esas cosas). Es más fácil entrenar en un grupo que solo. Y más ameno.
El atletismo es un deporte individual. Una vez que uno empieza a correr carreras, el atletismo es un deporte absolutamente competitivo. Cuando un corredor se pone un dorsal, no sé si por las endorfinas, la adrenalina o por lo que sea, ya no conoce ni a su madre y no tiene más rasero que el cronómetro y los otros corredores con los que esté picados. Un segundo puede ser la diferencia entre la alegría y la tristeza. Un segundo puede ser la distancia que va del todo a la nada.
El fin de semana pasado estuvimos corriendo los climaterios una carrera por equipos. Los corredores somos egoístas y competitivos. Los corredores formamos parte de un equipo en tanto en cuanto podamos sacar provecho de ese equipo. O no. He disfrutado mucho este fin de semana como disfruté los dos años anteriores. Vamos acompañándonos unos a otros durante las distintas etapas. Hemos almorzado y comido los dos días juntos. Nos une una afición común, una afición sacrificada que hace que, tal vez, pueda hacer parecer ficticiamente que se establece una relación más estrecha. Pero no es ficticio. Ni mucho menos.
Y el caso es que pensaba que los amigos ya los tenía hechos. Pensaba que mis círculos ya estaban establecidos y que poco me movería de por ahí siendo el resto de mis relaciones meramente circunstanciales. Y primero vino el blog, que me removió los cimientos y en un tris estuvo de llevarme por delante. Y luego vino mi conversión al climaterismo. Somos egoístas. Somos competitivos. Nos une un vínculo, una afición desmedida, un vicio, una obsesión. Y más, mucho más. Compartiendo un fin de semana como el anterior te das cuenta que hay mucho de fondo, que hay compañerismo, hay grupo, hay cariño, hay afecto. En fin, que hay amistad. O Amistad.
Las sensaciones mientras calentaba eran muy distintas a las habituales. Estábamos haciendo una buena competición y yo estaba concentrado en correr bien para no fallar al grupo. Tenía que estar a la altura. Tenía que aportar. Tenía que sumar. Y tenía que poder con esa responsabilidad. Nadie se iba a morir si yo fallaba. Por muy bien o muy mal que lo hiciese el despertador iba a sonar el lunes a las siete de la mañana como siempre. Pero no podía permitirme el defraudar a nadie.
No sería yo si no contase que hemos hecho un carrerón. Los del primer equipo hemos sido cuartos y a punto hemos estado de ser terceros. Hemos mejorado, siendo prácticamente los mismos, cuarenta minutos el tiempo total del año anterior. Nueve de los trece nos metimos entre los cinco primeros de nuestras etapas. Algunas voces malencaradas dirán que este año hubo menos nivel, que con este tiempo habríamos sido sextos el año anterior. Es cierto. Pero ver como un grupo de atletas venidos desde Madrid, casi todos semiprofesionales, estaban nerviosos y las pasaron canutas para poder ganarnos sólo por tres minutos también fue digno de disfrutar.
Concluyendo, Cachas del gimnasio, que tienes razón. Somos metódicos, inseguros, obsesivos, disciplinados, competitivos y presumidos. Y también nos queremos. Nos queremos mucho. Y por muchos años.
sábado, 31 de octubre de 2009
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14 comentarios:
La Amistad a la que tu refieres lleva escrito entre paréntesis (en función de los resultados o hasta que te rompas una pierna) por eso no es merecedora de llamarse Amistad.
Otra característica de los corredores es que tendeis a exagerar tanto la victorias como las derrotas.
Imagínate por un momento, que en esa carrera por equipos hubiera habido un componente, por ejemplo tu, que a pesar de que quería correr bien de que quería estar a la altura y de que quería aportar al grupo, no lo hubiera conseguido y que en lugar de sumar hubiese restado al equipo.
Te aseguro que, en ese caso, ahora no estarías cantando al mundo "yo quiero tener un millón de amigos" por muchas palmaditas en la espalda que hubieras recibido.
Porque sabes que los abrazos de los demás eran de júbilo y los tuyos de consuelo. Porque sabes que todos esperaban mucho más de ti y sientes que les has fallado, Porque en esa comida los demás eran protagonistas, estaban eufóricos y tu no tenías nada que celebrar y por eso no abriste la boca. Porque ahora temes que no cuenten contigo el año que viene. Porque la complicidad, la unión y la fuerza y ese mucho más se han esfumado, al menos para ti.
Aunque queda el grupo, el cariño y el afecto. Enfín eso que tu llamas Amistad.
Feliz convalecencia.
Creo que elqueserompióunapierna,aparte del comentario se le ve un poco resentido, mira, yo creo que el impenitente cuenta como le fue la carrera,lo bien que se lo pasó y nada más, si hubiera hecho un mal resultado seguro que lo hubiera contado igual,porque ya lo ha hecho en entradas anteriores.Es verdad que los corredores son exagerados y creo que le das demasiada importancia a lo que opina el grupo, ¿no te lo pasaste bien corriendo, en la comida?hiciste lo que pudiste,y no creo que ellos te miren como un tiempo,me gustaría pensar que sois algo más,y si no es así o al menos tú lo notas así, es una decepción y deberías plantearte tener otros "amigos".Por cierto,create un blog así puedes expulsar toda tu bilis cuando hagas una mala carrera....
Un blog debería ser un espacio abierto donde cada uno pudiera expresar sus opiniones libremente. Hasta ahora yo lo entendía así. Creo que para participar en una plantaforma como ésta, sólo se requiere un requisito y éste es EL RESPETO.
En ningún momento intenté ofender a nadie, ni mucho menos manifestar resentimiento alguno. Mi única intención fué expresar mi opinión desde la reflexión lejos de molestar, e insisto, de faltar al respeto a nadie.
Mis más sinceras disculpas Impenitente si en algún momento te sentiste ofendido y a tí también Zapatillasdepana, que pareces ser su representante, aunque no siendo corredora y no siendo tu equipo ni tampoco tus amigos, es comprensible que no lo entiendas.
Tengo que reconocer que el comentario me ha desconcertado bastante y ahora mismo ya no sé si pensar eso de que las verdades ofenden o si es que tanta corrupción como hay en Valencia os ha llevado al radicalismo y perseguis a cualquiera que opine diferente.
No me he sentido ofendido. No caben las disculpas. No tienes simpatía por los corredores, desconfías de ellos y de su carácter. Pues bueno. ¿Te convencería con ejemplos y contraejemplos? ¿Quieres que trate de convencerte? ¿Quieres tratar de convencerme, de lo ingenuo que soy, de lo engañado que estoy?
No sé quién es "Zapatillas de Pana". Te agradezco tu defensa o, como dice "El que se rompió una pierna" (ya podíais buscaros alias más cortos. Esto desde el respeto, ¿eh?) el que te erijas en mi representante (¿cómo sabes que es mujer?). Puedo defenderme solo, pero gracias, de todas formas.
Creo que no es este blog un lugar donde se falte el respeto a la gente y donde se coarte la opinión. Jamás eliminé un comentario por su contenido, ni creo que lo haga salvo causa de fuerza mayor.
Por lo que a mí respecta, como ya te he dicho, no me he sentido ofendido. Tus verdades tal vez se deban a malas experiencias. Agradezco que quieras compartirlas. Tomo nota, por si alguna vez me rompo una pierna y desaparecen todos de mi alrededor. Por otra parte, y según tu teoría, si tengo tantos amigos corredores es debido, sin duda, a todas las medallas olímpicas que gané.
Los políticos valencianos corruptos, valga la redundancia (aunque me temo que político corrupto es otra redundancia), no creo que consigan llevarnos al radicalismo a los ciudadanos medios que apenas tenemos influencia en nuestro entorno, aunque créeme que me gustaría poner un bozal a más de uno en las reuniones de vecinos pero más que nada por un elemental sentido del decoro. Puedes seguir diciendo tus verdades tantas veces como quieras. No seré yo quien te las censure y, en caso de que me ofendan, trataré de responderte o agacharé las orejas, pero siempre siendo al menos tan respetuoso como lo seas tú.
Y lamento que te hayas sentido perseguido en este blog.
El amigo impenitente olvidó comentar que a la mesa no sólo habia un equipo sentado sino dos. Junto a los fieras del A (increible el cuarto puesto, algún día nos daremos cuenta de lo que habeis hecho) nos encontrábamos los "paquetes" del B.
Frente a mí en la mesa comió un tío que quedó segundo en su etapa. Ni me imagino lo que se debe sentir al cruzar la meta en segunda posición y sin embargo algo sí tenemos en común. El corrió su carrera desoyendo los consejos de su entrenador ante una posible recaída en una vieja lesión que le impediría afrontar en condiciones su verdadero objetivo del año. Yo corrí con fiebre y, de hecho, he pasado un gripazo acojonante los últimos diez días por culpa de haberlo hecho.
Ninguno de los dos habría corrido ese día si se hubiera tratado de una carrera individual. Los dos lo hicimos por el mismo motivo: por no defraudar al resto del equipo. No es importante el puesto en el que quedes pero el hecho de saber que corres para un grupo te hace dar el 110%, aunque acabes enfermo.
Cuando le cuentas a alguien que has estado entrenando durante 6 meses para poder sufrir un día durante 3 ó 4 horas en un maratón aparecen dos tipos de reacciones, ambas exageradas: está por un lado quien te trata de loco y por otro quien te habla como si fueras poco menos que un superhéroe. Tus compañeros, gente que corre el maratón entre 2:50 y 4 horas (y recalco esto para que elqueserompióunapierna vea que el espectro es amplio) entienden tu esfuerzo, tus objetivos y tus resultados en su justa medida porque, cada uno a su nivel, están en tu misma situación. Ese es nuestro nexo de unión, aparte de que todos somos tíos simpatiquísimos.
Perdón por la parrafada.
politico valenciano corrupto es una triple redundancia, que diria mi admirado felipe benitez reyes.
en cuanto a la competitividad innata que teneis los corredores esta clara, no solo ellos sino tambien los ciclistas, los futbolistas, los tenistas y hasta los que juegan a la play. pero eso no quiere decir que los ratos que se pasan en compañia haciendo deporte, aunque sea picandose o haciendo porras sobre quien ganará, sean de los mejores de la vida. que bonita es la amistad!! Incluso la bloguera. ;-)
Estuve a punto de escribir un comentario con distintas palabras, pero con el mismo mensaje que apunta Zapatillasdepana, también me ha parecido entrever cierto resentimiento en las palabras del comentario de el que se rompió una pierna, pero bueno, parece un tema aclarado, ni resentimiento por una parte, ni ofensa por la otra. Y para defensa, la propia que sabe argumentar el mismo Impenitente, cuando este haya considerado oportuno defender algo.
Pero, sí quisiera decir que cuando se habla de amistad, con o sin mayúscula, los sentimientos y las demostraciones del autor de este blog son sinceros y profundos, hablo por lo menos de mi propia experiencia con el que aquí escribe y firma.
Hay una tercera reacción muy propia del secarral manchego. Cuando tú le explicas a alguien todo lo que has entrenado y el tiempo que has hecho en el maratón, enseguida te pregunta -si, pero ¿ganaste?. -Pues no. -Entonces, ¿por qué?
Sí que somos simpáticos, sí.
Muchísimas gracias por tu comentario, Garraty.
Los ciclistas se atacan en todas las tachuelas y luego almuerzan juntos. Son muy divertidas las peñas ciclistas ocupando los bares. Siempre digo lo mismo, que son grupos de amigos que quedan para almorzar y se van en bicicleta.
Y la amistad bloguera también es amistad, ¿no?
Pi, que me sacas los colores. Muchas gracias. Y es recíproco.
Y ahora todos juntos cogidos de la mano cantaremos "We are the world", "Viva la gente" y "Óyeme, tú que eres joven".
Vaya Pi.... haber si me explicas lo de tu esperiencia sobre "los sentimientos y demostraciones del autor de este blog son sinceros y profundos"
Quise decir experiencia....pero explica, explica
Vale es "a ver si me explicas" es que estoy tan impaciente por tu comentario que no se ni lo que escribo.
Ana, es obvio que en esa amistad te incluía implícitamente. Otro tipo de explicaciones se las pides en todo caso a tu pollo, a mí no me metais en el bucle pimpinela, eh?
Besos guapa! También para el impenitente, pero castos y en las mejillas...
Joder, como está el patio¡¡¡
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