domingo, 28 de junio de 2009

Sección de necrológicas

Este domingo se ha celebrado en la localidad valenciana de Andilla, en la comarca de Los Serranos, la sexta edición del Raid 3+2. Se trata de una competición por equipos y relevos estando cada equipo formado por tres atletas y dos ciclistas.

Rafa climaterio se puso en contacto hará cosa de un mes con el corredor conocido en este blog como El Impenitente pues tenía un compromiso con un alumno suyo ciclista y necesitaba corredores. El Impenitente tiene un problema con la palabra no, aparte que le gustan estas competiciones por equipos y le dio su asentimiento.

Tras colgar, El Impenitente entró en la página de la carrera y empezó a llorar por los rincones y a darse de cabezazos con las paredes. Otra carrera de montaña y, además, a finales de junio. Con la fresca.

Por si esto fuera poco, El Impenitente tiene la puñetera costumbre de estar en forma a destiempo. A pesar que durante junio no ha competido nada y está sólo de mantenimiento, saliendo a rodar cuatro días con unos cincuenta kilómetros semanales, pues le fue asignada la tercera etapa. La más larga. La más dura. Diecisiete kilómetros seiscientos metros con una ascensión acumulada de setecientos quince metros. Llano tibetano.

Llegó el día de autos. Las previsiones meteorológicas anunciaban una temperatura de unos treinta grados y nubes entre una o ninguna. Las previsiones se cumplieron en su plenitud.

A las nueve salieron Rafa y Fernando climaterio y los dos ciclistas. A eso de las diez Fernando le daba el relevo a El Impenitente.

La carrera de éste, pues lo normal. Subiendo tramos al veinte por cien, bajando agarrándose a los pinos para no matarse, suplicando por una brizna de aire. No había avituallamientos líquidos propiamente dichos sino fuentes. Y gracias, pues se podía parar y beber y recuperar un poco.

De manera incomprensible, una hora y veintipico minutos después, El Impenitente llegó a la meta. Dio dos pasos y dijo –tenía razón mi abuela. Desde luego esta vida no es para llegar a viejo. Acto seguido cayó al suelo desplomado. Tantas veces había contado batallitas de sus carreras diciendo aquello de –casi me muero- y, esta vez, sin el casi. Muerto. Espichado. Finito. C`est fini. Kaputt.

De cuerpo presente y todavía con el rigor mortis tuvo arrestos para volver a Valencia y organizar sus propias exequias. Fue enterrado esa misma tarde. Sorprendió a los asistentes que, una vez depositado el ataúd en la sepultura, se abriese el féretro y El Impenitente comprobase la nivelación del mismo utilizando sofisticados medios. Los más cercanos contaron que le oyeron mascullar entre dientes –si he de estar aquí esperando el día de la Resurrección de los Muertos y el Juicio Final, quiero hacerlo en postura completamente horizontal. Ni muerto quiero volver a ver una cuesta, por muy poca pendiente que tenga. Ni muerto.

9 comentarios:

GARRATY dijo...

llevas dos ediciones de los arboles y una de Andilla comiendote la etapa chunga. A ver si es que estos de la montaña te han tomado por el pito del sereno y se cachondean de ti.

Por cierto, ¿Qué tal en la clasificación?

Arual dijo...

Siempre podrás decir que tu muerte se produjo la misma semana que la de Michael Jackson, curiosa coincidencia, aunque yo sé que tu sí que resucitas fijo, pocos cadáveres he visto yo bloggeando.

Juan Rodríguez Millán dijo...

...yo no habría sido capaz de levantarme después de ese trance deportivo. Es más, creo que yo me habría quedado en la primera fuente...

Laquesevaaquedarviudaunacarreradeestas dijo...

ESE ES MI CHICO
P.D. ya sabes que el negro me queda muy bien.

El Impenitente dijo...

Fernando hizo décimoquinto en su etapa, Rafa, decimooctavo y yo décimo. Uno de los ciclistas se retiró y el otro acaba de llegar. Bueno.

Ya estoy negociando con el Máquina el reparto de etapas para los Castillos. Espero que este año no pase de una hora de carrera.

El Impenitente es como el Cid, Elvis, McCartney o Hitler. ¿Está muerto? ¿Seguro? ¿Está vivo? ¿Seguro?

Si llegabas a la primera fuente el resto ya daba igual. Qué más da que te peguen un poco más cuando ya te han pegado tanto.

El negro y lo que no es negro.

SisterBoy dijo...

Leyendote me canso más que tú mismo.

elbé dijo...

No me puedo creer que casi hayamos muerto el mismo día y que, siendo yo peor, salí en la tele. Y tú no. No me extraña que te quedes helado.

Por cierto, cuando estaba vivo no era creyente pero ahora sé que hay vida después de la muerte y que, aunque no es como se decía, los buenos programas de radio SÍ van al cielo, esta mañana me he despertado oyendo a Juanito y Sara en el genuíno Chichirichachi. Qué placer estar muerto...

El Impenitente dijo...

Nunca dudé que a las puertas del cielo no estaba San Pedro sino Juanito y Sara. Y que el Chichirichachi era el verdadero paraíso.

A mí no me sacan en la tele. Bueno, una vez salí. Me has dado idea para una entrada. Mi momento de gloria.

Paco, estés vivo o muerto, es un placer. Y lo sabes.

3'14 dijo...

El casi me muero no vale, y morir y poder contarlo tampoco, no por lo menos antes de que yo pueda ser capaz de hacerlo. ¡ La de cosas que contaría una vez muerta!