domingo, 17 de mayo de 2009

Lovers at first sight, in love forever

Recientemente me enteré que existe la especialidad de catador de tabaco. Sabía que existían los catadores de vino y de café, pero de los de tabaco, ni idea. Pensaba que el tabaco era pura química y fácil de controlar e, incluso, de desarrollar y no es así. El catador de tabaco trabaja para los departamentos de control de calidad y para investigación y desarrollo, aparte de estudiar a la competencia. Me alegré que no se pierda el factor humano en este aspecto. Lo que me sorprendió es, y he aquí lo paradójico, que la normativa europea impide fumar en el puesto de trabajo siempre que éste sea en un local cerrado. El catador de tabaco tendrá su despacho, pero para realizar sus catas ha de salir a la intemperie. El catador de tabaco no puede desarrollar su trabajo en su puesto de trabajo. Cuando, como es el caso que conozco, uno trabaja para una compañía tabaquera en Alemania junto a Luxemburgo, la intemperie en invierno resulta un tanto incomoda. Vestirte como un esquimal para desarrollar tu trabajo cuando tienes tu despacho tan acogedor y tan calentito pues tiene su aquel.

Como me ha quedado un tanto pobre la entrada, trataré de empobrecerla aún más. También recientemente me enteré de que el perro de dibujos animados Scooby-Doo debe su nombre al “Strangers in the night” de Sinatra. No sé si fue William Hanna o Joseph Barbera el que tomó el nombre del final de la canción y con ella bautizó al chucho.

Ya ves.

4 comentarios:

3'14 dijo...

El catador de tabaco tiene mucho que reclamar en cuanto a prevención de riesgos laborales, ya no tanto por realizar una actividad con sustancias peligrosas para la salud, si no por los cambios de temperatura a los que le somenten esas estúpidas normas que obligan a salir del recinto para poder fumar.

Por cierto, llevo tres malditas semanas con una tos de perro tísico que no hay quien me aguante. Y es por eso que, como no puedo eliminar el puto polen, ni apuntarme a una lista de espera por un transplante de bronquios, me temo que una de las pocas opciones que me quedaban era minimizar elementos perjudiciales que potencian mi escasa capacidad pulmonar, con lo que me he visto obligada a dejar de fumar :(
¡Dios mío!¿Qué será lo siguiente?¿Hacer ejercicio e introducir una dieta sana y equilibrada? Definitivamente me estoy haciendo mayor...

Juan Rodríguez Millán dijo...

Moraleja: fumar es malo para la salud. Todavía no sé cómo es posible que alguien se enganche, pero mira que conozco enganchados...

No sé cuál de las dos historias es más surrealista...

SisterBoy dijo...

Yo también tengo tos de fumador pero a mis cinco marlboros diarios no renuncio.

Espero que nadie bautice al protagonista de una serie de dibujos animados con el nombre de Carabirubí

El Impenitente dijo...

La vida sana tiene sus ventajas. No tienes tos de tísico aunque sí tendinitis en el rotuliano.

El origen de los nombres de los personajes tiene su aquel. Un niño rezaba : Jesusito de mi vida, eres niño pocoyo. Y quiso el destino que su padre estuviese desarrollando unos dibujos animados y no tuviese nombre para el protagonista.