domingo, 29 de marzo de 2009

Yo los vuelvo a matar

Vuelvo con las letras de canciones que argumentan de manera emotiva hechos irregulares o delictivos. Esta vez le toca el turno al asesinato: El preso número nueve.

Al preso número nueve ya lo van a confesar.
Está encerrado en la celda con el cura del penal.
Y antes del amanecer la vida le han de quitar
porque mató a su mujer y a un amigo desleal.

Dice así al confesar:
los maté, sí señor,
y si vuelvo a nacer
yo los vuelvo a matar.

Padre, no me arrepiento,
ni me da miedo la eternidad.
Yo sé que allá en el cielo
el Ser Supremo nos juzgará.
Voy a seguir sus pasos,
voy a buscarla hasta el más allá.

Ay, ay...

El preso número nueve era un hombre muy cabal.
Iba en la noche del pueblo muy contento en su jacal.
Pero al mirar a su amor en brazos de su rival
ardió en el pecho el rencor y no se pudo aguantar.

Al sonar el clarín
se formo el pelotón
y rumbo al paredón,
se oye al preso decir:

Padre, no me arrepiento,
ni me da miedo la eternidad.
Yo sé que allá en el cielo
el Ser Supremo nos juzgará.
Voy a seguir sus pasos,
voy a buscarlos al más allá.

Ay, ay...


Creo que esta canción es mejicana. Si no lo es, bien pudiera serlo. Siempre me gustó cómo se toman las cosas del amor los mejicanos, tan a la tremenda, de una manera tan desgarrada, tan visceral. Bueno, los mejicanos y los italianos. Se me viene ahora a la memoria una película por la que siento debilidad: “Divorcio a la italiana” con un Mastroianni fabuloso, con su bigotillo y ese gesto que hace con la comisura de los labios que no sé cómo no ha sido rescatado por la publicidad como hicieron con aquel de Belmondo frotándose los labios en “Al final de la escapada”. Todo lo que maquina el pobre Mastroianni para quedarse con su sobrina para que al final…bueno, no lo cuento.

También en España el despecho puede tener tintes homicidas. Como ejemplo pondré la maravillosa (en mi opinión) “Cómo pudiste hacerme esto a mí” de Alaska y Dinarama o Pegamoides, que no recuerdo.

Con todo, de esta canción me quedo con la confesión. Me imagino la escena entre el cura y el reo: A ver, examen de conciencia. Pues sí, los pillé en el catre en pleno refocile y les vacié el cargador con vehemencia y frenesí. Dolor de los pecados. Ni pizca. No me arrepiento ni me da miedo la eternidad. Propósito de enmienda. Ninguno. Los maté, sí señor, y si vuelvo a nacer, yo los vuelvo a matar. Es más, voy a seguir sus pasos, voy a buscarlos hasta en el más allá. Decir los pecados al confesor. En eso estamos. Ya le he dicho que los maté. Cumplir la penitencia que le fuere impuesta. Voy camino del paredón donde ya está el pelotón formado. Para penitencias estoy.

Otro impenitente. Amén.

13 comentarios:

GARRATY dijo...

¿Maravillosos Alaska y Los Pegamoides?. Confiesa: ¿Donde estabas durante la movida?

SisterBoy dijo...

Todas las culturas tienen su canción alusiva al crimen de honor y si no ahí tienen la tradicional "Hey Joe".

A mí esta letra me recuerda a otra que cantaban las orquestas de por aquí y que ahora mismo me he enterado de que es de un señor llamado Lucho Barrios. Aquí la cuestión es entre el reo y su leguleyo

http://www.youtube.com/watch?v=509gnSB3b_g

El Impenitente dijo...

Eso le pasa por tener en el ropero un arma de fuego.

No había escuchado nunca esta canción. Buenísima. Pero buenísima. He de aprendérmela de memoria.

En los ochenta yo tuve entre catorce y veinticuatro años y los pasé entre Madrid y Valencia. De la Movida podemos hablar muchísimo rato, Garraty, tanto o más que de los Beatles. Vente a rodar un día de estos a Valencia y charlamos.

Por cierto, y por darte envidia, 1:21:06 esta mañana en Moncada. Le he metido treinta segundos al Mortirolo que ha ido a tope. Esto de estar tan delgado tiene su lado bueno. Estoy como un tiro.

Altosybajos dijo...

Joder, 1h21 Eres me héroe.
No tengo palabras. A rey muerto, rey puesto.
Me descubro ante su majestad.
Te llamaré para que me relates como el calvo mordió el polvo y no quiero pensar en el máquina que rabiará pensando que le ha salido otro grano en el culo.

GARRATY dijo...

Con esos tiempos no me despiertas envidia, sino admiración. Sería envidia si pensara que yo también puedo hacerlo, pero no.

En la Media a la Valldigna que hice yo ayer (1:34:38, por cierto) habrías quedado muy bien en la clasificación. Te lo confirmaré cuando salga.

Aún recuerdo la primera vez que el pibe me dijo, con su acento: "Mirá aquel, lo conozco y le voy a decir que se una al club". Fué después de una Maratonina o un Pas Ras. Hoy está emocionado.

toupeiro dijo...

Amen

toupeiro dijo...

Enhorabuena por el record.
A descansar un par de días y a preparar el siguiente.

3'14 dijo...

Pues a mí me has hecho recordar este tema, que fue un gran éxito, y que ahora no se yo si sería muy bien aceptado.

http://www.youtube.com/watch?v=R9IWjNuHr5M

El Impenitente dijo...

Sé que el Pibe se alegra de mis triunfos.

Me hace gracia. En la radio, cada vez escucho "Sólo quiero matarla", el que la pincha poco menos que pide perdón. Por lo menos la emiten, todavía. Se puede sacar de contexto o entenderla como la canción de un obsesivo. Acuérdate de "El túnel". No hay por qué pedir perdón porque te haya gustado, por mucho que Juan Pablo Castell no sea un personaje a imitar.

SisterBoy dijo...

De hecho pensaba incluir el tema del uxoricidio musical en una próxima sección de "Cosas que nunca volveremos a ver/oir"

Anónimo dijo...

Si este tema me recuerda esas cosas que en otros tiempos nos parecieron preciosas e ideales y hoy día por comforme están las cosas las tachariamos de machistas .
¿no es eso en esencia lo que les pasa a los maltratadores, que no soportan que ya no se les quiera?.
Yo también soy visceral y puedo llegar a disculpar o al menos atenuar los crimenes pasionales.....duele tanto que te engañen...
La canción ¿cómo pudiste hacerme esto a mÍ? es de Alaska y Dinarama....(una maravillosa canción..)

Realice dijo...

Y yo que creía que la palabra 'uxoricidio' sólo la empleaba en todo el mundo un compañero mío de trabajo... nunca dejas de sorprenderme, sisterboy :P

Me he aficionado a tu blog, impenitente, tus entradas son la mar de divertidas :D

El Impenitente dijo...

Lo grande, o lo hermoso, o lo terrible de las pasiones es que uno siempre sabe perfectamente lo que tiene que hacer pero nunca lo hace.

¿Nos conocemos, Anónimo? Si no es así, bienvenido.

He de confesar que la primera vez que leí el término uxoricidio fue a Sisterboy. Y acabé en el diccionario.

Me alegro, Realice. Espero no te aburras nunca.