viernes, 13 de marzo de 2009

Ocasiones

En Valencia tenemos la peculiaridad de que no es El Corte Inglés quien nos anuncia la primavera, sino que son dos eventos los que ya nos comienzan a alterar la sangre. En Valencia tampoco sabemos cómo ha sido que haya venido la primavera pero sí sabemos, al menos, cuándo. Dichos eventos son las Fallas y la Feria del libro antiguo y de ocasión.

Desde el veinticuatro de febrero y hasta el día de San José se celebra la vigésimo novena edición de dicha feria, ubicada, un año más, en la Gran Vía Marqués del Turia. Dicha Feria (esto es un corta y pega) está organizada por el Gremio de Libreros de Lance de la Comunidad Valenciana con la colaboración de diversas instituciones públicas y privadas, entre ellas el Ayuntamiento de Valencia y la Conselleria de Cultura, Educación y Deporte. Dicha Feria es el paraíso.

Confieso que no soy bibliófilo. No me interesan los libros como objeto. No siento nada especial ante una edición singular, ante una encuadernación, ante un tamaño distinto o una tipografía diferente. Siempre tengo la sensación de que es más apetecible leer un libro con tapas duras, pero, cuando el libro me atrapa, ni tapas blandas ni duras. Entre continente y contenido siempre el contenido. Es decir, que de esta feria sólo me interesa lo “de ocasión”. Y aquí se pueden encontrar infinidad de cosas interesantes.

Uno de mis pasatiempos favoritos es mirar libros. Nunca busco un libro en concreto. Tengo una serie de autores de cabecera y me dedico a husmear, a ver qué me encuentro. Por eso me gusta tanto esta Feria, porque hay mucho que mirar. Pero mucho. Y, constantemente te vas encontrando perlas, libros que te traen infinidad de recuerdos y sensaciones, libros que te están llamando a gritos y que los recoges y te los llevas a casa sabedor de que os vais a hacer muy amigos. Y vas de puesto en puesto mirándolo todo. Y se pasan las horas. Y te tienes que poner un límite en el gasto, al menos yo, porque, si no, te llevas media feria. Es un puesto, y otro, y otro. Y que nadie me moleste, que nadie me pregunte. Es el sitio ideal para perderse. El sitio ideal para que las horas vuelen. El sitio ideal para oler a pólvora y a buñuelos mientras retumban los petardos y de fondo las bandas tocan “Amparito Roca” o “El fallero” o “La entrá de la murta” o “Valencia”. El sitio ideal para ver llegar la primavera.

6 comentarios:

SisterBoy dijo...

Como hoy no gane el equipo las hogueras empezarán muy pronto este año

3'14 dijo...

A mí me hacen particular gracia algunas ediciones de bolsillo. Que más que de bolsillo, deberían llamarse de bolsón.

Ahora una propuesta para que se te lleven los demonios: Hacer una edición de bolsillo de "El ocho", por ejemplo, que para que ocupe menos espacio se utilice lenguaje sms XD (con esto seguro que le entran ganas al Impenitente de que empiecen a quemar fallas conmigo en el centro de una)

El Impenitente dijo...

Si yo tuviese el poder, el que utilizase el lenguaje sms sería quemado atrozmente en plaza pública sin juicio previo. Lo mismo (estoy muy sensibilizado últimamente viendo como estaba esta mañana Valencia)haría con aquellos que fuesen de botellón y dejasen el más leve rastro en forma de basura abandonada o, directamente, tirada.

Arual dijo...

Yo ya llevo un tiempo pensando que el hecho de ser completamente incapaz de leer un sms escrito en su lenguaje diabólico era un sencillo indicador de lo vieja que me hago. Buen comienzo de primavera el de Valencia. En mi casa el irrefutable acontecimiento que marca el inicio de tan esperada estación del año son los estarnudos y los achaques alérgicos de mi socio.

Altosybajos dijo...

Mi primera intención de criticar la escritura de los SMS se ve frenada en seco al pensar que esta crítica es síntoma de la edad.
Si no tuvieramos la edad que tenemos seguro que la primera intención no sería criticar, sería ver la forma de subirnos al carro del SMS.
La edad no perdona.

Y me gustan las fallas porque su razón de ser está en el iniciático rito de la primavera. Vamos a quemar el poso cansino y triste que nos haya podido dejar el invierno y abrámonos a la nueva estación de la alegria.
Estoy contento

El Impenitente dijo...

Yo soy mayor y, por tanto, critico el lenguaje esemesero. Peor sería ser pro esemesero cuarentón.

Viva el rito del fuego. Y motivos tienes para estar contento. Enhorabuena.