lunes, 12 de enero de 2009

Diez

No sale Bo Derek. Es triste pero es así.

Escribió el escritor uruguayo Horacio Quiroga (1878-1938) lo que él llamó el decálogo del perfecto cuentista. Dicho decálogo es el siguiente:

1.- Cree en el maestro (Maupassant, Poe, Chejov, Kipling) como en Dios mismo.

2.-Cree que tu arte es una cima inaccesible. No sueñes en dominarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo.

3.- Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que cualquier otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia.

4.-Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.

5.-No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra a dónde vas. En un cuento bien logrado las tres primeras líneas tienen casi la misma importancia que las tres últimas.

6.- Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: “Desde el río soplaba un viento frío”, no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de las palabras no te preocupes de observar si son asonantes o consonantes.

7.-No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él, sólo, tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.

8.-Toma los personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta aunque no lo sea. 

9.-No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir y evócala luego. Si eres capaz de revivirla entonces tal cual fue, has llegado en arte hasta la mitad del camino.

10.- No pienses en los amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si el relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida en el cuento.

Basándome en este decálogo he elaborado otro que podríamos definir como el decálogo del cuentista potencial y nunca de facto o del cuentista quiero y no puedo. No está a la altura pero así es la vida (por no decir que no sé hacerlo mejor).

1.- Nunca dejes de leer a los maestros, mas siempre encuéntrales un pero. Tu talento nunca demostrado es directamente proporcional a tu capacidad de estar siempre insatisfecho con todo. Los demás nunca son perfectos.

2.- Todavía no ha llegado el momento de plasmar tu capacidad infinita. En el largo camino de tu preparación aún estás acumulando experiencia y sabiduría. Tu obra será pluscuamperfecta pero aún es un poco pronto.

3.- Un hombre de tu talento ni imita ni rinde homenajes. Ni imitará ni rendirá homenajes.

4.- Tu capacidad es indiscutible. El problema es saber si la humanidad está preparada para tu talento. Sabes que el triunfo no es la vara que se usa para medir la grandeza y tienes fe ciega en tu calidad. Pero sigue siendo muy pronto para tentar a la suerte y la probabilidad de fracaso, aunque ínfima, existe. Y todavía temes al fracaso.

5.- Resolverás cualquier principio, por infame que sea, y llegarán siempre tus cuentos al puerto que te propongas.

6.- Tu principal problema a la hora de escribir, el día que, por fin, te lances a escribir, no será el qué, sino el cómo. Son infinitas las maneras de hilvanar las palabras y es tal tu dominio que podrás contar la misma historia de mil maneras y no sabrás cuál es la mejor.

7.- También te servirá de excusa para no escribir tu indecisión a la hora de definir el cromatismo en tus escritos. Y la búsqueda del ritmo apropiado.

8.- Los personajes serán instrumentos. Ellos únicamente serán el altavoz que proclame tu talento.

9.-Aléjate de los mundos emocionales. El hecho de que no haya nada que pueda conmoverte o impresionarte, dado que has puesto el listón demasiado elevado al mundo exterior, hará que parezca banal y sarcástico cualquier reflejo emotivo que quieras plasmar, pese a tu brillantez indiscutible y nunca vista. 

10.- Eres un escritor de talento. Estás en un pedestal, en un peldaño superior. Tienes un hueco en el Parnaso. El hecho de que no escribas es sólo circunstancial. Eres grande, aunque nadie te comprenda.

7 comentarios:

Álex dijo...

Gracias por sus halagos...

Hablando de escritores pluscuamperfectos, busca por ahí un artículo de Almudena Grandes en El País enseñando al pueblo a hacer divisiones.

Álex dijo...

Bueno, ya te lo pego yo:
Experimento

SisterBoy dijo...

Vaya pues yo suelo escribir bastantes cuentitos así que me apunto tus consejos y los de Quiroga.

Yo ahora mismo sigo unas pocas directrices. La principal es tener primero todo el cuento en la cabeza y luego tratar de llevarlo al papel con la máxima fidelidad lo que no implica introducir cambios si ves que sobre el papel funciona algo que no habías pensado previamente.

De Horacio Quiroga he leido su breve y brutal colección "Cuentos de la selva" que me dejó muy impresionado en su día. Recuerdo también que incluso pasaron en la tele una serie de tv basada en su tumultuosa vida

http://www.encuentro.gov.ar/Content.aspx?Id=1024

El Impenitente dijo...

Te iba a decir que a ver si aprendía a dividir Grandes, pero ya veo que alguien se lo dijo antes.

De Quiroga sólo leí un relato: "El hombre muerto". Tremendo.

Sigue mejor los consejos de Quiroga. Los míos no son demasiado útiles.

Y ya avisarás cuando publiques.

SisterBoy dijo...

Oye para que el meme sea valido tiene que partir de un post oficial de tu blog así que ya sabes

El Impenitente dijo...

Ya veré qué me invento. Mientras tanto, ve preparando tu parte.

Slim dijo...

me encantan vuestros decalogos que siempre coiciden cuando estoy estudiando. si sisterboy me inició el decalogo del perfecto opositor tu ahora me lo pones aun mas facil, dandome el decalogo perfecto para redactar un tema.

en fin releere el punto 4 y lo repetire como un mantra.
besos.