miércoles, 3 de septiembre de 2008
Por amor al arte
Lavabos del Centro de Arte Reina Sofía o Sofidú, como dicen los iniciados o enteradillos. Domingo. Mediados de agosto. Un españolito se enfrenta a cinco mingitorios, cinco. Se decide por el central. No hay nadie. El españolito procede mientras sonríe recordando aquello de que “el que no mea en compañía o es un ladrón o es un espía”. Entra más gente en los lavabos. Ocupan los cuatro urinarios restantes. El españolito ultima sus espolsadas y levanta la cabeza. Está rodeado. Cuatro japoneses le acompañan. Cinco o seis más esperan. Es la invasión silenciosa. Es el fin de Occidente.
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9 comentarios:
Qué imagen, por dios... ¿Y se quitaron las cámaras para esa acción o completaro el tópico a rajatabla...?
Quitarle a un japonés su cámara se considera amputación.
jaja..a mi tampoco me toques la camara cuando estoy turisteando que si te ataco...grrr
Pues yo al contrario, no puedo mear con gente al lado y mucho menos con gente esperando a que yo termine
Oriente nos invade, pero por lo que pude ver, la población española ha elegido Londres como nuevo territorio. Y los italianos también.
Pues yo, me imagino a los japoneses orinando a través del teleobjetivo de su cámara reflex, tras quitar con sutileza su tapita. Claro que eso, me hubiera evocado al sashimi, los tallarines con soja y las películas de Ozu. Como dirían los japoneses, una escena indiscutiblemente “wabi”. (Wabi: una forma desdibujada de lo bello, una clase de refinamiento disfrazada de rusticidad).
Por el amor al arte y a helarte sobre el monte Fuji.
Haiku:
Por las mañanas
claros en los espejos
agüita amarilla
En lavabos públicos lo que yo daría por poder mear de pie... No hay imagen más ridícula que las peripecias que tenemos que hacer las mujeres para no tocar la taza del water. Eso sí, se agradece la intimidad del habitáculo. Sería incapaz de orinar con alguien a mi lado, ya me rallo con el ruidito... vamos, como que si se que hay alguien haciendo cola o en otro water tiro de la cadena para camuflar el sonido...
Los problemas mingitorios son uno de los 110 motivos por los que no me gustaria ser una mujer (hay otros 110 motivos por los que sí me gustaría serlo)
Si hubieses estado dentro de un paritorio habrías borrado los ciento diez a favor.
A mí me encanta mear en companía (los suecos tampoco tienen enhe). Y en mitad de la calle muchísimo más.
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