jueves, 24 de abril de 2008

Veinte

Hace ya unos cuantos años, creo que fue con motivo del vigésimo aniversario, organizaron un concurso en Radio 3 que consistía en un ejercicio literario de veinte palabras. Podías hacer lo que quisieras pero no podía ocupar más. Ni menos.

Vivía yo en aquel entonces en casa de mis padres. Decidí presentarme al concurso. El premio era atractivo (veinte libros a elegir) aunque me atraía más el hecho de escribir algo que fuese digno, rotundo, redondo.

Me pasé mis buenos ratos escribiendo y pensando pero sólo me salían textos pretenciosos muy cortazarianos y que daban mucha grima. Nada me gustaba. Nada me salía. Empecé a pensar en desistir.

Habíamos terminado de comer. Estábamos recogiendo la mesa. Mientras sacudía el mantel llegó mi madre y dijo: hay un tomate en el suelo y, cada vez que paso, lo veo.

Yo me la quedé mirando. Me acerqué a ella y la estampé un beso en la mejilla.

-¿Te pasa algo?

-Nada, nada. Que te quiero mucho.

La misma sensación que tuve años después cuando mi hijo dijo lo de que ya se ha terminado noviembre y otras muchas veces. Te devanas los sesos (mejor devanárselos que no rebanárselos) y, de la manera más natural, te plantan en la cara lo que llevas días buscando: una frase redonda, muy musical, absurda pero, de tan absurda, con todos los matices del mundo. Decidí no pensar más.

Como la frase de mi madre no llegaba a las veinte palabras, la completé de la mejor manera posible. Esto fue lo que envié al concurso.

Hay un tomate en el suelo y, cada vez que paso, lo veo. Y para llegar a veinte, añado Induráin.

A la sombra de Induráin, pensé, es imposible que no gane. Mi madre e Induráin son el tándem perfecto.

Como recompensa por mi participación y en agradecimiento a la misma me enviaron un libro de la colección Los Juglares que consistía en la biografía de Ovidi Montllor y todas sus letras. Si alguno está interesado lo tengo nuevo sin estrenar.

No gané. Esas cosas pasan. Durante una temporada repetían los textos ganadores en los distintos programas de Radio 3. Todos contenían las palabras paz, amor, libertad. Todos parecían sacados de una de las canciones más daño ha hecho a la humanidad (según mi opinión, claro): el “Imagine” de Lennon.

Y, desde entonces, cada año elaboro un texto con una palabra más, por si acaso repiten el concurso. Nunca faltan en mis textos ni paz, ni amor ni libertad. Tampoco faltan ni solidario ni sostenible. Si volvieran a convocarlo, seguro que esta vez no se me escapaba.

10 comentarios:

SisterBoy dijo...

Seguro que g (a la que no sé si conoces de mi aura) estará interesada en el libro de Ovidi

http://bipolartotal.blogspot.com/

El Impenitente dijo...

Sí que la conozco. Me visitaba de vez en cuando, y yo también a ella. Tengo pendiente decirle que estoy de vuelta. Le diré que he vuelto con un regalo. A ver si me instalan ya el adsl en casa y dar una vuelta blogosférida deja de ser un homenaje al santo Job.

EL COMEDIANTE dijo...

Esto es lo que yo llamo una vuelta triunfal. Sí señor. Mi más sentida enhorabuena. Acabo de entrar por primera vez en tu nuevo blog (gracias por avisar). Al principio no sabía quién eras, y me decía: "Coño, hacía mucho tiempo que no leía algo tan bien escrito..." Y entonces he caído, y luego he vuelto a caer al ver la foto del perfil. Me alegro de que hayas vuelto tan pronto (eres carne de blog), y de que hayas vuelto renovado, ciertamente más humilde y más ameno.

Slim dijo...

esto del tomate me suena de algo...

las frases de las madres son la monda. la mia se ha puesto ahora con el ordenador, y se ha abierto una cuenta de correo. el otro dia me mando un correo tan gracioso que a puntico estuve de colgarlo en el blog...vamos, que estamos todos diciendole que deberia abrirse el suyo propio.superfan.

cuenta lo de almenara, por fa. que pena no conocerte entonces...

Juan Rodríguez Millán dijo...

Ya sabes que los genios son incomprendidos en su época... A menos que ganen cinco Tours, claro...

El Impenitente dijo...

Talento mi madre. Y, la verdad, supongo que todas las madres de esa generación. Cuando mi madre empieza a contarte algo, nunca llega al final de la historia, pero el camino que sigue y que se va ramificando constantemente es fabuloso.

Gracias, Comediante. Me alegra mucho verte de nuevo por aquí.

Redactor Jefe dijo...

Ingenio y concursos están reñidos. Yo te hubiera dado mi voto :)
Un saludo!!!

3'14 dijo...

Cuanto razón tienes. Las genialidades no vienen de devanarse ni rebanarse los sesos. Por lo menos así lo creo yo. Es como sentarse a esperar que le ilumine la inspiración a uno... Mientras vives suceden cosas a tu alrededor, sólo hay que estar con los ojos y los oídos bien abiertos, luego ya depende de uno trabajárselo más en la elaboración, pero el chispazo de salida surge de momentos como el de tu madre con el tomate.

Un abrazo para la musa :)

El Impenitente dijo...

Yo creo más en la transpiración que en la inspiración. Pero el talento es el talento. Y madre no hay más que una.

Bienvenido, Mr. Roboto. Y gracias por tu voto.

Sett dijo...

Grande,grande!!!

Mira tu que por fin sabemos de donde sale la frasecilla del tomate.El texto te quedó estupendo.

No me extraña que te gustara el Niño Gusano.Tienen un desorden de significado en sus frases encantador.