“Hay cosas que no se imaginan. Suceden”. Diego Aristóteles Sócrates Pablo “Cholo” Platón Superdiós Simeone.
Pues, hombre. Digo yo que algo así tendremos que reseñarlo, no vaya a ser que, dentro de unos cuantos miles de años, cuando los extraterrestres lleguen a la tierra e investiguen sobre los antiguos moradores del planeta, no encuentren ningún dato sobre el glorioso día en el que el Atleti masacró al Real Madrid y no lleguen nunca a conocer un hecho al que no podemos calificar como histórico porque sería quedarse corto.
El caso es que hay un par de canciones sobre las cuales llevo tiempo pensando en escribir y esta mañana me he levantado con la intención de hacerlo hasta que he pensado –vamos a esperar. Por si acaso. Y mira. Ya escribiré otro día sobre esas dos canciones y nos centraremos todos hoy en ésta.
En el Seis (o Cinco) Naciones de rugby sólo se dan dos trofeos y, curiosamente, ninguno es para el ganador del torneo. Al equipo que pierde todos los partidos se la da la Cuchara de Madera. Y al ganador del Inglaterra-Escocia se le da la Calcuta Cup. Siempre se ha dicho que ese partido es más que un partido, especialmente cuando se juega en Murrayfield y los escoceses cantan “Flower of Scotland”. Pues hoy tengo la sensación de haber ganado algo parecido a la Calcuta Cup y no es sólo por haber ganado sino por cómo lo hemos hecho y contra quien. Hoy ha sido más que un partido y lo que ha pasado hoy lo recordaremos durante muchos años. Y eso no es un título. Es algo más que un título.
Cuatro a cero al Real Madrid en el Calderón.
Y tenía que haber marcado Torres el cinco a cero. Eso no habría sido la Calcuta Cup. Eso habría sido la America’s Ryder Davis Cup.
Aupa Atleti.
sábado, 7 de febrero de 2015
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5 comentarios:
¡Cómo me jode perder! Pensaba que con los años iría tomándomelo menos mal, pero no.
Arrieritos somos...
Plas plas plas y ya que han concluido su labor en esta liga (quitarle seis puntos a la merengada) pueden retirarse a celebrarlo.
Lo del mal perder lo comparto. Y es cierto que va a más. En mi caso lo enmascaro con un estoy jodido y los demás han de ser respetuosos con mi dolor. Y como no lo son (yo tampoco lo soy cuando gano), pues me enfado. En el partido de vuelta de la eliminatoria de Copa con el Barcelona creo que podía haber matado a alguien. Luego dura poco, es cierto. Bueno, no siempre. Algunas derrotas no se olvidan nunca.
¿Y ya hemos concluido nuestra labor en esta Liga? Puede ser. Aunque a lo mejor no. Celta el domingo a las nueve, la hora a la que siempre perdemos. Veremos.
Ya habéis salvado la temporada. No ganaréis nada, pero le meristeis 4 al Madrid.
Y Torres eliminó al Madrid de la copa, por lo que ya está justificado su fichaje.
La temporada no está justificada (y si Koke no lo remedia, cuartos en Liga y eliminados en cuartos en Copa y en octavos en Champions no será para enmarcar precisamente, por mucha Supercopa que hayamos ganado) pero hay partidos que trascienden, que no son un título pero son más que eso: el 7-1 de Alemania a Brasil, el 4-0 de Alemania a Argentina el pasado Mundial, las semifinales entre Alemania y Francia en España 82 e Italia y Alemania en Méjico 70 (siempre está Alemania. Son dignos de admiración, los cabrones). Y el 4-0 del otro día.
Y Torres no lo está haciendo mal. El otro día contra el Sevilla fue el único. Y los dos goles del Bernabéu tuvieron algo de justicia poética después de todas las insidias de la caterva merengona tras su fichaje.
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