Pues pensé en escribir sobre lo que disfrutamos siendo turistas en nuestra ciudad de adopción perdiéndonos por el Barrio del Carmen (que necesita un lavado de cara urgente) y por más lugares de la Ciutat Vella. Pensé en hablar de la Casa de las Rocas, de las clóchinas y de las bravas de La Pilareta y sobre las tiendas que visitó Ana, todas singulares, todas de otro siglo. Por pensar iba pensando hasta que…
Y ya no pensé en nada más.
domingo, 12 de octubre de 2014
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4 comentarios:
mon dieu!con aristócratas como esta, que vuelva la guillotina!
Hombre, a una lady valenciana la guillotina no. Habría que pensar otro método. La horca es más británica. Y un naranjo es un naranjo. Algo así.
Ole y ole.
Toda una dama.
Ya quisiera la Belucci o la Vergara.
Con ese apellido le viste de punta en blanco.
Por una vez en nuestra vida, y sin que sirva de precedente, no vamos a discutir. Tú la dama y yo la Bellucci. Haré este sacrificio por ti, para que veas que de verdad te aprecio.
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