Escribí hace tiempo sobre la gran aportación española al sistema internacional de pesas y de medidas, es decir, sobre el pelín. Hoy quiero escribir sobre otra aportación patria a este mundo y ésta no es otra que el concepto la semana que viene.
¿Qué es la semana que viene? Para un tío de ciencias, estricto y cuadriculado, es el tiempo que transcurre entre el primer picosegundo del lunes más cercano al día en que el término es pronunciado hasta el último picosegundo del domingo posterior. Siete días exactos. Ciento sesenta y ocho horas. Diez mil ochenta minutos. Seiscientos cuatro mil ochocientos segundos. Lo malo es que España no es un país de ciencias sino de letras. Aquí puede salir cualquiera confundiendo los watios con los kilowatios o los voltios con los amperios que, al serle advertido del error, responderá, sonriendo con superioridad, con la famosa frase –es que soy de letras- y el error no sólo le será perdonado con gran algarabía, ovación y vuelta al ruedo sino que, además, le será renovada automáticamente la bula que le permitirá seguir perpetrando fechorías sin la menor responsabilidad. Así, en este entorno, el concepto la semana que viene se convierte en un ente temporal indeterminado que va desde el primer segundo del lunes hasta ni Dios sabe cuándo. Lo curioso es que la semana que viene tiene un final indeterminado pero no es eterna. No se demora hasta el infinito. Vamos, que si te dicen que la semana que viene tendrás respuesta, tendrás respuesta. Algún día. No sé sabe cuándo. Pero la tendrás. Ahora bien, si al concepto la semana que viene se le añade alguna coletilla del tipo –si no pasa nada, si todo transcurre como debiera- entonces si que se convierte en indeterminado e infinito. Pero infinito, infinito. Vamos, que no hay nada tan elástico en España como, si no pasa nada, la semana que viene. Y los hay que se piensan que dura siete días. Ingenuos que son. Ilusos.
Pobrecicos míos.
sábado, 1 de junio de 2013
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5 comentarios:
Ops, si me dieran un céntimo de euro por cada vez que he dicho "la semana que viene" en mi trabajo sería más rico que un sindicalista andaluz :(
Trataré de enmendarme. ¡Tus dedos nos señalan el camino!
En mi empresa tenemos una expresión para responder a una petición a la que sabemos que no vamos a hacer caso: Ara t'ho mire (ahora te lo miro).
Es infalible.
La ley del comercial afirma que cuando un comercial dice sí significa a lo mejor, cuando dice a lo mejor significa no y cuando dice no es que no es comercial. A lo mejor, la semana que viene y ahora te lo miro creo que están en la misma página el manual.
La mia es "Estoy en ello, estoy en ello"
aunque a mi me gustaba más la de mi zapatero (es literal, no me refiero a Jose Luis): "Lo tengo en observación"
Un compañero que tuve, siempre que me interesaba por algo preguntándole ¿cómo está eso? respondía -está mejor.
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