Ésta sí que es la entrada que festeja el triunfo del Atlético de Madrid sobre el Real Madrid

En realidad es la entrada que festeja que el Atlético de Madrid ha ganado la Copa del Rey.

Pero no sé qué escribir. En realidad no sé ni quién soy ni qué hago aquí. Que somos sufridores ya lo sabía. Lo de hoy ha sido peor que sufrir.

El diez de abril de mil novecientos noventa y seis, en la final de Copa contra el Barcelona, en la Romareda y en la primera parte de la prórroga, Geli centró desde la derecha y Milinko Pantic remató de cabeza en el primer palo adelantándose a la defensa. Hoy, en el Bernabéu, Koke ha hecho de Geli y Miranda de Pantic. Me temo que no os olvidaré nunca.

Hemos puesto en marcha todo el ritual que funcionó en el Europeo en forma de cena, camisetas y bufanda. No tenía excesiva confianza, no tanto porque el rival fuese el Real Madrid sino porque estamos en año impar, y los años impares estaban siendo de transición. Ha funcionado, pues han sido estos rituales los que han hecho que los balones vikingos diesen en el poste y no entrasen.

Y a Courtois hay que canonizarlo a la de ya.

Y al Cholo hay que darle todo lo que pida. Cholo, renuevo mis votos de devoción perpetua.

Cuando se discutía cuál iba a ser la sede de la final de Copa, se argumentó que la afición del Atleti últimamente viajaba mucho para ver a su equipo jugar (y ganar) finales, con el coste que eso supone y que, por esa razón, la final sólo podía ser en Madrid. Es por ello que el equipo se ha planificado para sólo jugar una final al año, no más. En dos mil catorce jugaremos la final de la Champions. La temporada siguiente, la Intercontinental.

Dejé constancia por escrito de que nunca abandonaría la blogosfera mientras el Atleti no le ganase al Madrid. Quedo liberado, por tanto, de mi promesa, aunque me temo que aún seguiré algún tiempo por aquí.

Y, una vez más, campeones. Somos campeones. Me sigue gustando mucho esta frase.

P.D.