domingo, 19 de febrero de 2012

Y sabrás que la guerra no ha hecho más que empezar

A principios del año noventa y siete Induráin anunció su retirada. El noventa y seis debiera haber sido espectacular, el año del sexto Tour. No fue así. No hizo calor aquel julio en Francia, el Tour fue un desastre, obligaron a Miguelón a correr la Vuelta (que empezó en Valencia aquel año. La primera etapa era un circuito urbano que pasaba por Blasco Ibáñez. Me bajé con mi padre. Recuerdo, en una de las vueltas, el clamor que acompañó a los ciclistas cuando estos se acercaron: Induráin se había puesto en cabeza del pelotón e iba tirando), Vuelta en la que terminó retirado en la etapa de los Lagos. También le obligaron a intentar el record de la hora, que fue un fiasco. Así, a final de año, quemado ya con los Echávarri y Unzúe, sin ver claro lo de irse a la ONCE y sintiéndose ya en la cuesta abajo, pensó que dinero ya tenía y que para ser una vieja gloria y hacer anuncios de magdalenas mejor en el sofá de su casa que sobre la bici, por lo que dijo adiós y se fue. Nosotros nos quedamos helados. Habíamos tocado el sexto Tour con los dedos y de repente nos sentíamos huérfanos. No concebíamos la vida sin Induráin. Era impensable un mes de julio sin Induráin. Y en esas llegó L., la mujer de un amigo nuestro, y nos dijo que menos pucheros que más lo sentía ella, que al fin y al cabo había estado embarazada a la vez que la mujer de Induráin, “y que eso unía mucho”. Shit yourself little parrot.

Se ha muerto Enrique Sierra. Al carro de Radio Futura me subí gracias a mis hermanas, que eran acérrimas. Por ellas descubrí “La ley del desierto. La ley del mar”, que siempre me pareció un disco portentoso, imprescindible. También “De un país en llamas”, más flojo pero con canciones muy buenas. Y “La canción de Juan Perro”, disco casi redondo con momentos antológicos. El resto tal vez lo escuché pero fui capaz de desecharlo hasta de mi memoria. Pero Radio Futura, en mi altarcillo de objetos, seres y recuerdos queridos, ocupa un lugar destacado. Y la muerte de Enrique Sierra no es que me llene de pesar pero sí que me hace sonreír con nostalgia. Y me impresiona, aunque no hasta el punto de sentirme huérfano por su pérdida. Al fin y al cabo, vivo o muerto Enrique Sierra va a ser para mí lo mismo. Aún así el caso es que también me he acordado de L. Me gustaría encontrarme con ella, tan dada a ser siempre la que más y la que menos, tan feliz ella, tan sufrida ella. La cogería y le diría –pues yo he sentido más que tú la muerte de Enrique Sierra, aunque te parezca imposible, ¿y sabes por qué? Pues porque él y yo grabamos un disco juntos. Enrique Sierra tocaba la guitarra. Yo hice los coros. Fue en octubre del año ochenta y nueve, en la Sala Arena de Valencia. Doble disco en directo de Radio Futura. Dos noches de grabación. En el primer concierto, junto a mis hermanas y algunas amigas suyas, allí estuvimos Maroto (en un estadio anterior pero apuntando ya maneras que le llevaron a convertirse en el hombre que más daño se ha hecho a sí mismo) y yo. Sí, sí. Maroto también. Nos lo pasamos muy bien. Muy bien. Un concierto inolvidable. Si lo escuchas podrás oír nuestras voces. Tal vez hoy vayas de luto y te creas la viuda de Enrique Sierra. Pero nosotros lo sentimos más que tú. Nosotros grabamos un disco con él. Y eso une mucho.

12 comentarios:

Altosybajos dijo...

Muchos temas y poco espacio.

En primer lugar. Bienvenido al club de los señores mayores. Deberás empezar a escoger dónde corres y con quién corres.

En segundo lugar. En tu comentario ciclista no he encontrado referencia alguna hacia los gabachos y sus guiñoles. ¿Casualidad? ¿Indiferencia?

Y en tercer lugar. Desde mi escasa cultura musical, "Radio futura" es lo mejorcito en grupos que hemos tenido. Y Santiago Auseron un visionario de la música.

Camilo dijo...

Recuerdo aquel verano del 96. El Tour y los juegos de Atlanta. Yo me compré una libreta y día a día fui poniendo recortes del Marca sobre el que esperaba fuese el sexto Tour de Indurain. Ahora, más que recordarle a él con nostalgia, me recuerdo a mí, pegado a la tele o mirando aquella portada del Marca en la que Miguel comía una manzana que pretendimos que fuese milagrosa. Por contacto directo sólo sentiré la muerte de Melchor Mauri (que espero que sea de aquí muchísimos años). Un día le toqué el maillot sudoroso tras una etapa que acababa en la alameda. Luego me limpié los dedos, asqueado de aquella idolatría sin pies ni cabezas ejercida sobre aquél hombre que a mí ni fu ni fa.

el Sr. Skywalker dijo...

¡Vaya pedazo de suerte! ¡No puedo creer que estuvieras allí en ese concierto! ¡Qué casualidad!
¡Yo fui el que compró el disco! ¡Sí hombre, el del directo de Radio Futura grabado en Valencia!
La de veces que te escuché gritar entre el público... ¡Y sin saber que eras tú!
Esto nos ha unido, Impenitente. ¿No lo ves? Es algo cósmico-trascendental.
Por cierto, que hay una parte en la canción Escuela de Calor en la que Santiago dice: "dice la nena". Pues bien, hasta hace poco creía que decía: "qué tal, Arena".
Esto también es cósmico, ¿versdad?

Slim dijo...

nunca vi a Radio Futura en directo, y me hubiese gustado mucho. tambien tengo canciones grabadas para siempre en mi memoria, igual que las victorias de Indurain, el Jefe.

El Impenitente dijo...

De los gabachos, Altos y Bajos, ya dije algo cuando comenté el libro de Zatopek. Respecto a los guiñoles, que cuatro monigotes provoquen la reacción de todo un gobierno pienso que es darle argumentos para que se partan de risa. Mejor ni caso y disfrutar de la imagen de Tony Parker viendo cómo nos colgamos el oro olímpico.

No tuve simpatía por Maurí cuando le ganó a Induráin la Vuelta del 91, sobre todo tras suspenderse una etapa en Pirineos. Luego le cogí cariño (al fin y al cabo es del 66. Y eso curte), sobre todo tras el Mundial de San Sebastián, donde me tuvo de pie un buen rato viéndole para terminar cuarto. Al final, salvo raras excepciones (Virenque, Armstrong) a los ciclistas siempre los termino queriendo.

Skywalker, si quieres te dedico el disco. Con todo el cariño. Por ser tú.

SisterBoy dijo...

Unos amigos mios han formado un grupo de homenaje a Radio Futura

http://www.facebook.com/profile.php?id=100002340657018&ref=ts

Y como son amigos pues he tenido que ir a unos 50 conciertos del grupete, actividad que he tenido que dejar so pena de que termine aborreciendo a RF (y a mis amigos por añadidura).

De la primera época me quedo con "Un africano por la Gran Via" y de la segunda "El canto del gallo". Pero posiblemente el disco que más recuerdo es precisamente "De un país en llamas" porque por el año en que salió coincidió con la adolescencia plena.

De la retirada de Indurain recuerdo sobre todo a Abraham Olano del que se pretendió que fuera su sustituo ¡si hasta se parecían!

http://blogs.terra.es/cfs-file.ashx/__key/CommunityServer.Blogs.Components.WeblogFiles/cuentakilometros/8233.Olano13.jpg

Peri Lope dijo...

Siempre que se habla de ciclismo me viene a la mente el Chava Jiménez, corredor del que se pretendio que fuera candidato a la general de las grandes vueltas contra su voluntad, y que tuvo un final tan triste. Siempre he pensado que si le hubieran dejado correr a su aire -ganar las grandes etapas del circuito internacional- hubiera llegado a ser legendario.

El Impenitente dijo...

Olano terminó su carrera con un buen palmarés. No fue Induráin pero nadie será Induráin. Y a Olano lo vi un año en la Behobia. El tío se defendía muy bien corriendo.

Peri Lope, al Chaba los de su equipo le dejaban que fuera por libre pero el problema lo llevaba él encima. Era un tipo como Juanele, el del Sporting, muy inestable. Talento tenía de sobra. Carácter según. Cabeza alguna vez. En la Vuelta aún brilló. En el Tour se diluía.

Peri Lope dijo...

Seguramente lo dejaron a su aire muchas veces, pero creo que el equipo acabó sucumbiendo a la presión mediática y acabaron por torturarlo en el túnel del viento y esas cosas tan ruines que debían hacer de él un corredor para las generales.

El Impenitente dijo...

Collons, Peri Lope, parece que hayas tenido un empacho de Kafka y pretendas denunciar la alienación del individuo feliz e inocente, un alma cándida e ingenua, por parte de la sociedad castradora e insensible. No creo que el túnel del viento fuese una tortura. Peor es el Angliru. Y Jiménez llegó a hacer podio una Vuelta. Tal mal no salió el experimento.

Peri Lope dijo...

Es que he pensado en un nuevo perfil: Super Peri. Qué te parece. Me caracterizaré por tratar de hacer justicia con quienes ya no se puede, por ejemplo el Chaba Jiménez.

Yo creo que al Jiménez lo exprimieron más de la cuenta, y que si quedó tercero en la Vuelta fue porque en la Vuelta no ha habido ni un poquito de Nivel desde que Rominger se la ganaba a Perico.

Hace un tiempo que no leo a Kafka, ahora que lo dices. Pero con Kafka por lo menos uno lo pasa bien: es que ver a Jiménez tratando de aguantar la clasificación en las contrarrelojes era grotesco como un tertulia de Telecinco.

El Impenitente dijo...

Espero tus reflexiones sobre Pantani, Jesús Rollán y demás juguetes rotos del deporte.

La Vuelta es muy divertida y se suele ver ciclismo entretenido, pero estoy de acuerdo respecto al nivel. Yo casi diría que la última de verdadero prestigio fue la del 83, la que ganó Hinault. Ahora, por meter el dedo y si no me falla la memoria, cuando Jiménez fue tercero el cuarto se llamaba Lance Armstrong.