miércoles, 15 de febrero de 2012

Voy derecho al desguace con mi nuevo disfraz

Debiera ser suficiente desgracia el caer enfermo pero no, todavía hemos de complicarlo más. Siempre me funcionó el sistema de curarme los constipados corriendo o, lo que es lo mismo, no cederle ni una pizca de terreno al resfriado. El domingo me planté en la salida de una carrera medio acatarrado y con bastante tos. La temperatura era de dos grados bajo cero y la sensación térmica (como se dice ahora) era de frío del carajo. ¿Que me tenía que haber quedado en casa? Tal vez, pero yo soy un chicarrón del secarral de la Mancha Baja conquense curtido por el viento solano, y el hecho de que lleve más de treinta años en el Levante feliz y primaveral no me va a hacer zozobrar ante un poco de frío. Además, si de algo estaba convencido era de que al final de la carrera estaría lozano y radiante. Pues no. Tiritando terminé, tiritando llegué a casa y tiritando me metí en la cama de donde me levanté cuarenta horas después todavía hecho una calamidad. Y, como decía, no es el caer enfermo sino todo lo que piensas porque lo que está claro es que ya no soy un chicarrón. Soy un señor mayor. El Levante feliz se me ha anexionado y un poco de frío se me lleva por delante. A partir de ahora, cuando me constipe, nada de correr. Tendré que abrigarme bien. Tendré que ir al ambulatorio. Tendré que tomar vahos de eucalipto. Tendré que comprarme un batín para estar en casa. Y unas zapatillas calentitas de cuadros. No es caer malo sino los años que te caen, que casualmente coinciden con los que tienes. Y luego otras tonterías. A mí me da por reflexionar sobre los límites de la realidad. ¿Qué es la realidad? Pues no lo sé. El hombre percibe en tres dimensiones y a través de cinco sentidos por lo que su noción de la realidad es muy limitada. Pero como todos percibimos más o menos lo mismo pues lo aceptamos y ya está. Pero luego tienes unas décimas de fiebre y todo cambia. Todo se distorsiona. Y te preguntas, ¿dónde está la realidad, antes o ahora? ¿Es la fiebre el camino hacia la verdad? ¿Vivimos en un mundo irreal de sombras y es la enfermedad nuestro breve interludio de luz y de realidad? Y los sueños que tienes. Sueños obsesivos. El domingo por la noche a mí me dolía todo, no sabía cómo ponerme, no sabía si estaba despierto o dormido, pero no paraba de repetir: –De la estrategia me encargo yo. La estrategia es fácil, pero primero habrá que definir cuáles son los objetivos. ¿Alguien lo sabe? Sin objetivos no hay estrategia. ¡No puede haber estrategia sin objetivos! Decídmelo, por favor. ¡Decidme de una vez cuáles son los objetivos! Y así una y otra vez. Y el objetivo es estar sano. Y la estrategia hoy es cuidarse y no hacer nunca más tonterías. Nunca. Pero eso es hoy. Mañana ya veremos.

11 comentarios:

Arual dijo...

Q mal se pasa eh cuando uno se pone malo, yo siempre he sido muy quejica y en cuanto me noto mal cuerpo a cuidarse se ha dicho!!

el Sr. Skywalker dijo...

Bienvenido al "Club de los que han pensado alguna vez en cuidarse, se saben la teoría y todo eso que está muy bien, pero ya veremos la próxima vez".
Ya sé que el nombre es un poco largo, pero creo que tendremos muchos socios de aquí a que acabe el invierno.
Además, el frío conserva y detiene la oxidación. ¿Qué más quieres?

Mamba Negra dijo...

Es que somos como animales al fin y al cabo, estamos un poco locos por eso se nos perdona jaja yo fui el lunes en manga corta con un uniforme de papel por la calle...no se como no he pillado una pulmonía..porque yo lo pillo todo, pero oye, he tenido suerte jajaja
animo y cuídate mucho!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Mañana harás las tonterías de siempre. Y bien hechas que están. ¿Apostamos a que el próximo resfriado lo curas con una buena carrera?

SisterBoy dijo...

Aunque sólo puedo manifestarlo en sitios como este yo siempre he pensado que la gripe es una bendición para el hombre moderno, ofrece la posibilidad de pasarse una semana sin poder hacer absolutamente nada excepto "estar". Lo mismo pienso del a resaca.

Slim dijo...

que joven debo ser, que nunca cojo la gripe ni tengo fiebre!

El Impenitente dijo...

Qué malo estoy y qué poco me quejo.

Me parece que esta gripe me va a dejar secuelas. Se acabó ser un milhombres. A partir de ahora no sin mi bufanda.

La gripe, como la resaca, es una bendición si te dejan disfrutarla en soledad. Trabajar griposo o resacoso es peor que un castigo divino.

J.P. dijo...

¡¡Abuelo, el iniston!!

El Impenitente dijo...

Aquí a mi lado está tu prima y no está mucho mejor que yo. A ver si te atreves a decirle lo mismo.

He visto las fotos de carnával. ¿Cómo llevas el reúma?

J.P. dijo...

¡¡Abuela, el iniston!!, si va detras de ti con el Algesal, lo ha heredado de la abuela.

El reuma genial, ya estoy acostumbrado.
Yo que tenia un disfraz para ti...

El Impenitente dijo...

Ya me imagino. Y por malo que fuese sería mejor que el que me puse: el de señor tosiendo sin parar. Y el caso es que se me ha quedado encasquetado y ya veremos si me lo quito antes de que termine la Cuaresma.