G. se fue de viaje y, estando por allá, le robaron la cámara de fotos. Esto fue algo que ocurrió hace ya unos cuantos años, cuando a una cámara se le ponía carrete y no tarjeta de memoria. Volvió G. del viaje y nos contó con indignación y pena el hurto. Entonces Roscoe le preguntó –sí, pero ¿llevabas muchas fotos hechas cuando te la robaron? Nos reímos a carcajadas. La cámara era buena. No era barata. Y a Roscoe sólo le importaban las fotos. Qué muchacha ésta, pensamos todos con condescendencia.
La cámara de fotos es una herramienta. Vas a una tienda y te la compras. Tal vez le tengas cariño, pero, si te la roban, puedes conseguir otra. La cámara es dinero. Saldrá de tu bolsillo, lo recuperarás por el seguro, te la regalarán, la cambiarás por cupones pero no deja de ser dinero. Es un útil que se compra. Y el dinero sólo es dinero. Las fotos no. Las fotos son otra cosa. Y G. tuvo otra cámara y habrá tenido más y algunas se pudrirán en un armario pues están obsoletas. Pero no tiene las fotos de aquel viaje. No tiene aquellas fotos. Puede ser que éstas se hubieran perdido en algún cajón o estuviesen acumulando polvo dentro de un álbum, pero las fotos seguro que no son dinero. Son otra cosa. Roscoe, con mucho retraso te pido perdón por haberme reído. Tú tenías razón.
domingo, 4 de diciembre de 2011
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11 comentarios:
Vaya, me suena a que algún disco duro te ha jugado una mala pasada y se ha llevado por delante algunas fotografías... Espero equivocarme...
Yo siempre lo he visto como G. De hecho, muchas veces mis viajes, mis situaciones, mis momentos, tienen forma de objetivo.
Ops que casualidad, el otro día le mamaron el móvil a mi hermano y lo primero que pensé fue "que putada, que se han perdido todos los contactos".
El Activo ficticio es al final lo único que importa.
Pues sí... yo lo resumo así:
En general lo que cuenta es lo material, en lo particular lo esencial es lo sentimental.
Pues no se me ha fastidiado ningún disco duro pero podría servir también como ejemplo.
Yo lo digo de otra manera, Pi: primero comer y después la poesía. O, como diría Malevaje, "no se sueña nada ilustre cuando el buche está vacío".
a mi me pasó una vez en Milán, y aún me acuerdo de las fotos que hice en aquel viaje y nunca pude recuperar.
hay cosas que el dinero no puede comprar, para todo lo demas...
Yo perdí una cámara de fotos de mi hermana en Venecia cuando fui de viaje de fin de curso, y eso que me había hecho promoter que regresaría.
Es cierto que, con el tiempo, lo que mas había lamentado era no tener aquellas fotos, hasta que hace un par de meses me mostraron las que había hecho un compañero. Pero como podíamos ser tan jorraras en los ochenta, Dios.
Tras celebrar las bodas de plata de nuestra salida del colegio comenzaron a circular fotos de aquella época, especialmente del viaje de fin de curso.
Me alegré enormemente de que faltasen veinticinco años hasta las bodas de oro, fecha en que volverán a salir a la luz aquellas fotos. Sí que fueron criminales los ochenta.
Año 87, noveno mes, el día 20 de ese mes, por suerte salí y vi mundo. Fue entonces lo que cuenta el Impenitente. Para ir a la Oktoberfest de Munich dimos un pequeño rodeo que pasaba por Roma. Del Ford Fiesta, aparcado frente a la Catacumba de Domitila, nos hurtaron la cámara de fotos y algunos casetes siniestros. El seguro pagó el valor de la cámara sin poner mayores pegas y sí, tenía razón Roscoe, las fotografías fueron la gran pérdida.
Entonces no le dí importancia pero ahora lamento no tener la foto de Maroto y mi menda tomando un Negroni en el Café Rivoire de Florencia con una jovencísima Mónica Bellucci. Maroto, fiel a su estilo desdeñoso, dijo que no era para tanto y se comió un níspero.
Milán, Venecia, Roma... Por los comentarios que me preceden parece evidente que el Triángulo de las Bérmudas de nuestras cámaras fotográficas está localizado en Italia. Si el Gobierno Italiano las reuniese todas y las vendiese como chatarra solucionaría de un plumazo su deuda, su prima de riesgo y dejaría el Milagro Económico japonés a la altura de un truco de Magia Borrás.
Miro tus fotos, tú ya no estás.
A veces pienso que Maroto se merece todo el daño que se ha hecho a sí mismo.
G., tu comentario se mide en quilates. Eres bueno, tío. lo celebraremos con una Burguer Party un día de estos con todo su colesterol y todas las grasazas animales posibles. No pararemos hasta embozar nuestras arterias.
Soy un echa fotos compulsivo. Tengo miles de ellas por triplicado en diferentes discos duros por si acaso falla alguno de ellos.
Uso, de siempre, una cámara automática que hace las fotos sola. He cambiado varias veces de modelo con la única fijación de cuanto menos haya que pensar mejor. Soy el típico ejemplo para explicar la diferencia entre hacer fotos y echar fotos. Yo echo fotos.
Y claro que entiendo que lo importante eran las fotos no la cámara.
Oye Garraty¡¡
Jorraras????
¿Y eso cualo es?
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