viernes, 2 de septiembre de 2011

Impenitencias e impertinencias

Los montadores siempre reniegan cuando nos sale alguna obra por el centro de Valencia. Suelen tratarse de rehabilitaciones y las condiciones de trabajo en estas obras no se diferencian mucho de las que sufrieron los egipcios mientras levantaban las pirámides. Y a esto añádele el tema de las descargas, de los permisos, las protestas de los vecinos, la policía, los cortes de calle, los transeúntes, los conductores. Y las prisas. Las prisas que nunca falten. Y si coinciden con el verano y la humedad, los nervios están un metro por delante de la flor de piel. Cuando uno se pasa por la obra tiene que ser muy prudente y tener mucha mano izquierda. Y, sobre todo, no transmitir el placer que este tipo de obras suele proporcionar. Porque a mí me gustan. Me gustan mucho. Profesionalmente son muy entretenidas pues nada es lo que parece y los planos existentes sirven para poco por lo que siempre hay que estar pensando y buscando soluciones. Y luego me gustan por dónde están emplazadas. Paso bastantes ratos en estas obras. Voy a diario y acostumbro a aparcar lejos acercándome dando un paseo. Disfruto mucho perdiéndome por el barrio del Carmen y por la Ciutat Vella. No es el casco antiguo de Valencia ni el más bonito del mundo ni el mejor conservado, pero eso no quita para que sea muy agradable el callejearlo. Y no es sólo el placer de transitarlo y perderse por él. Después de tantos años todavía me guarda alguna sorpresa.


Me gusta vivir en una ciudad que tiene una calle dedicada a las impertinencias.

9 comentarios:

Sandra dijo...

¿Te gustaría vivir en la calle Cagaderas de la Luisa?
En Aínsa,Huesca

Juan Rodríguez Millán dijo...

Has conmseguido que me levante de mi silla, me acerque a mi estantería y coja mi callejero de Madrid para comprobar soi tenemos algo parecido. Y no, no tenemos calle de las impertinencias. Tampoco de las impenitencias. Eso sí, tenemos la calle de la Alegría de la Huerta. O el paseo de los Melancólicos. Incluso la calle del Siglo Futuro (¿se referirán al XXII?). Qué cosas.

El Impenitente dijo...

El paseo de los Melancólicos, también conocido como la Senda de los Elefantes (este Atleti, este Atleti). Un lugar muy entrañable para los colchoneros.

Pues he estado buscando información sobre Aínsa y me ha gustado. Debe de ser muy bonito y se debe de comer bien. Respecto a vivir en la calle Cagaderas de la Luisa, pues no sé, aunque me hubiese encantado conocer a la Luisa.

Por cierto, Sandra, ¿nos conocemos?

SisterBoy dijo...

Mataría por vivir en la calle Cagaderas de la Luisa, es posiblemente el nombre más bello de la historia.

Yo vivo cerca de "La calle del sí"

El Impenitente dijo...

¿Y te cae muy lejos la calle del Do? ¿Y la del Fa?

Quiero vivir en do, como cantase Nacha.

Arual dijo...

Nosotros tenemos el carrer de la Sang! (de la Sangre)....

El Impenitente dijo...

En Valencia también existe la calle de la Sangre. Es muy céntrica. De hecho da a la plaza del Ayuntamiento. Antes estaba en ella la oficina de cobro municipal de multas de tráfico, por lo que habré estado en esa calle unas cinco mil millones de veces. No sé cómo tiene deudas el ayuntamiento de Valencia teniéndome a mí.

Me alegra verte mejor.

Slim dijo...

hombre sister, bello, lo que se dice bello no es el nombre.pero Ainsa es precioso, eso os lo aseguro.

si estas por el centro, pasate un dia a verme, empiezo el jueves (ay)

Camilo dijo...

Sugiero nuevo emplazamiento para las Cortes.