No me gusta “Dos gardenias”. No me gusta. Ni cuando la canta Ibrahím Ferrer en ese disco (que es tanto un disco como un milagro) llamado “Buena Vista Social Club”. Hace poco volvimos a ver la película (o documental) del mismo título. Volvimos a emocionarnos viéndolos sobre un escenario. Volvimos a celebrar que una serie de casualidades hicieran que se reunieran, ya ancianos la mayoría, Compay Segundo, Rubén González, Eliades Ochoa, Omara Portuondo, Ibrahím Ferrer, Puntillita Licea, Pío Leyva, Cachaíto López o Barbarito Torres; y que grabaran. Volvimos a cantar (aunque en la película no salgan dos de mis canciones favoritas de ese disco: “Murmullo” y “Amor de loca juventud”). Y también volví a odiar a Ry Cooder y a su afán de chupar cámara, por mucho mérito que tuviera en todo aquello, a los ruiditos (ridículos) que tenía que meter con su guitarra en cada canción y, por extensión, a su hijo, un nepote de manual. “Chan chan”, “El cuarto de Tula”, “Y tú, ¿qué has hecho?”, “Veinte años”, “El carretero”, “Amor de loca juventud”, “Orgullecida”, “Murmullo”. “Dos gardenias”, no. No está entre ellas. No me gusta.
“Dos gardenias” fue escrita por la pianista cubana Isolina Carrillo en 1947. No la consideraba su mejor canción, lo cual no impidió que en su lápida estén grabadas dos gardenias. No me gusta. Creo que ya lo he dicho. Y no me gusta porque no puedo con el principio. Ese “dos gardenias para ti, con ellas quiero decir, te quiero, te adoro, mi vida” (lo que me ha costado escribir esto) me afectan al pudor, me hacen sentir vergüenza ajena. Tiene más de caricatura que de canción. Quizá lo tengo en el subconsciente porque todos lo que trataban de imitar a Machín lo hacían distorsionando (ridiculizando) este principio. Y ese subconsciente se rebela cuando empieza. Si supero el principio, la canción es una maravilla. Desde “Ponles toda tu atención” la canción se eleva hasta lo sublime. Pero nunca me acuerdo de lo que viene después. Y nunca la escucho. Veo el principio y siento que es infranqueable. Y paso a la siguiente. Mis complejos también son más fuertes que mi sensibilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario