miércoles, 18 de diciembre de 2024

Nueve razones para amar a The Marías

Cuando mi hija me dice -tienes que escuchar esto- lo dejo todo. Y obedezco. Nuestra guerra musical es realmente una ocupación por su parte. Ella sigue su camino. No me pregunta. Conoce mis gustos. Por eso, si me sugiere algo y añade -te gustará- sé que va a ser así. Y por una parte siento que me ha vuelto a marcar un gol. Pero no un gol de Julio Salinas. El gol de Mendieta al Barcelona. Un golazo. Y por otra, en la derrota, la sonrisa. En la rabia, el orgullo.

-Tienes que escuchar a “The Marías”. Te gustarán.

Dos semanas llevo. Sin parar. Con la boca abierta. Podría decir que tal vez recuerden a Billie Eilish, a Sade, a Radiohead. Podría decir que son canciones casi siempre tranquilas (tiempos medios), con una melodía cuidada, con una voz que te canta sólo a ti, con un bajo que te habla, con una construcción de las mismas que hace que te rodeen y te absorban, que te posean. Y que te enamores. Podría decirlo. Nueve razones adjunto. Mis nueve predilectas.

I don’t know you.

Déjate llevar.

Ruthless. Una canción que se titula "Despiadado" no puede ser mala (las palabras más bonitas empiezan por des). Una de mis  preferidas. Y cuando entra la trompeta del final me dan ganas de ponerme a enviar cartas sólo para escribir en el remite -El Paraíso.

Cariño. Cariño, pintas en color. Tal vez las letras no sean su fuerte, pero, a veces, somos de perdón fácil.


Si me voy. Ésta es una colaboración con un fulano que firma como Cuco, que seguramente será una celebridad (y que, por lo visto, colecciona macetas). Pero el sello de The Marías en la canción es evidente.

Run your mouth. Ésta es la favorita de mi hija. Y ella sabe.


No one noticed. Y ésta no sé si es la canción más triste del mundo o la más hermosa. O las dos cosas. Y pocos finales como éste. Muy pocos. Lo que se escribe con el alma, llega al alma.

P.D. Adjunto de propina el concierto del Tiny Desk de The Marías. Una delicia. Por si alguno se ha convertido.

No hay comentarios: