lunes, 11 de enero de 2016

Bowie, no

Pues hoy me he acordado de Jose, que me grabó por una cara el “Hunky Dory” y por la otra el "Ziggy Stardust". También me he acordado de Pilomena y de las clases de dibujo técnico que le di aquel verano, clases que duraban noventa minutos, la mayoría de los cuales los pasábamos charlando y escuchando la cinta que grabó Jose. Y de Ricardo, que fue el que apareció aquella tarde en clase con el “Aladdin sane”. –Toma, te gustará. Y de Tere, la vecina de Sanfélix, que, para comprarse una lavadora o un frigorífico, había decidido vender todos sus discos. Aproveché una distracción suya para robarle el “Young americans”. Y de mi hermana MJ, lo pesada que se puso con “The man who sold the world”. Y de Nelo que, en segundo de BUP, se paseaba por clase diciendo que nadie como Bowie. Y de Quino, que le secundaba. Y de Sanfélix, que me descubrió la canción “Slow burn” cuando ya hacía años que pensaba que Bowie lo tenía todo dicho. Y de los años que, cada vez que ponía la televisión, aparecían los vídeos de “Blue Jean”, “Let’s dance”, "Modern love" o “China girl”. Un Bowie que soportó con dignidad el vendaval ochentero que no dejó piedra sobre piedra. Todo se me ha venido de repente cuando ha entrado un mensaje de Gonzalo, con quien siempre me entretengo elaborando necrolistas, que ponía –David Bowie. No puede ser. Entonces también recordé a aquel abuelo de la capital del Secarral que dijo aquello de –desde luego este año se está muriendo gente que no se había muerto nunca. Porque a Bowie no le tocaba morirse. A él, no. Al señor duque, no.

3 comentarios:

Slim dijo...

jo, que pena me ha dado a mí también!

Sanfelix dijo...

Qué traicionera es la memoria. Al menos la mía. Esta semana, como todo quisque, he recordado mi relación con Bowie, intensa y muy agradecida, y ahí aparecía el disco de "Tere vecina". Convencido estaba de que me lo había dado a mí, que debía tenerlo en mi estantería de elepés. Y ahora resulta que lo tienes tú y que me parece bien. Es un disco que hoy me gusta más que cuando llegó a nuestras manos gracias a una lavadora. "Who can I be now?" es ya una de mis favoritas de Bowie de todos los tiempos. Y esa lista de favoritas de Bowie es inmensa e impecable. Él es de los que, como El niño gusano o Francis Picabia, te expande la mente. Otros músicos, pintores o escritores, hacen obras redondas pero centrípetas. Pero Bowie sugiere, abre, invita, arriesga, tropieza, apunta y centrifuga. De la última época, de cuando tú pensabas que Bowie lo tenía todo dicho, te recomiendo "I'm deranged" (aunque ésta ya tiene 20 años, que se nos han pasado sin enterarnos) y "Where are we now?".
Pero lo que estoy cantando toda la semana es eso de:

"My brain hurt like a warehouse
It had no room to spare
I had to cram so many things
To store everything in there
And all the fat-skinny people, and all the tall-short people
And all the nobody people, and all the somebody people
I never thought I'd need so many people"

El Impenitente dijo...

Qué fabulosa es "Five years". Un disco que empieza por "Five years" y termina con "Rock'n roll suicide" sólo puede ser lo que es.

De acuerdo con tus opiniones sobre Bowie. Viva la centrifugación y la expansión de la mente. De "Young americans", "Somebody up there likes me". Tomo nota de tus recomendaciones que caerán en saco irrompible. Y sobre "Young americans"...guárdame el secreto.

Te hago los coros.

We've got five years, stuck on my eyes
We've got five years, what a surprise
We've got five years, my brain hurts a lot
We've got five years, that's all we've got

Tremenda.