viernes, 20 de diciembre de 2013

32356

Mantengamos las tradiciones. Llega la lotería de Navidad, escribo una entrada titulada con el código postal de Petín y nos toca el gordo. Así de simple. Y no es que seamos narcotraficantes ni caciques provincianos tuertos. Es suerte. Tenemos esa suerte. Es lo que tiene jugar a un número ganador, al número infalible. Otros son obstinados y juegan siempre al mismo número con la ilusión del –este año sí- y siempre con el mismo resultado. Nosotros no. A nosotros, el –este año otra vez- ya no nos produce ni ilusión. Hasta de ganar a la lotería se cansa uno.

El hecho de que siempre me toque la lotería, acompañado de otras razones, hace que apenas juegue. El cartel de -¿y si toca aquí?- me afecta poco. Y me irrita bastante que me vendan lotería. Cada vez que veo a alguien sacar un talonario busco la salida más próxima. Y de venderla ya ni hablamos. Cuando me vi obligado a ello me la tuve que tragar (o, más bien, se la tragó mi padre) con patatas.

Mi crío empezó a nadar, fue subiendo de nivel y ha terminado fichando por un club. No nos va a sacar de pobres pero ahí está, ensanchando sus espaldas. Dado que es menor de edad me tocó hacerme socio del club. Pagamos nuestras cuotas, él entrena y compite, yo tengo acceso a la piscina y poco más. O eso creía. Me llegó un correo en el que, más o menos, se me informaba de que ya podía pasar a recoger la lotería. A cada socio le correspondían veinte participaciones de cinco euros, jugándose cuatro en cada una con un euro de recargo. Todo sea para financiar al club, pero se me torció el gesto. Aunque lo peor vino después. El correo terminaba diciendo que nos cargaban en cuenta los cien euros salvo que no estuviésemos interesados en la lotería, ya que entonces sólo nos cargarían los veinte euros del recargo.

De puta madre. De repente, sin comerlo ni beberlo y por el artículo treinta y tres, me acababa de gastar cien euros en lotería. Y si no, tenía que gastarme el importe de un décimo para jugar cero euros. De putísima madre. Cuando fui a la piscina pillé al bueno de N. y le dije -lo siento, pero con alguien me tengo que desahogar y te ha tocado a ti. El trató de quitarse de en medio diciendo que aquello era un acuerdo de los socios, que asisitiese a la siguiente asamblea y diese mi opinión y que él sólo era un trabajador, pero le sirvió de poco. En fin, no voy a marear con toda mi disquisición. Al final cogí la lotería y más o menos la he ido colocando con el eslogan –tengo lotería. Eso no quiere decir que la venda pero que sepáis que tengo lotería- ayudado siempre por el relato de mi historia. Y así pues, este año volverá a caer el gordo en el código postal de Petín. Y el segundo premio caerá en el número que juega el club de natación de mi hijo. Qué le vamos a hacer. La vida es así.

7 comentarios:

Slim dijo...

y volveré a verte en la tele, con espumillón por el cuello y una copa de rondel oro, diciendo: Para tapar agujeroooos!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Imposiciones como esa hacen que vea cada vez más extraño que no haya más personas como Michael Douglas en 'Un día de furia'. Peliculón para desahogarse con la cantidad de injusticia que hay a nuestro alrededor.

Fabra no se cansaba de que le tocara la lotería y aún estamos esperando que entre en la cárcel...

El Impenitente dijo...

Siempre que escucho lo de tapar agujeros pienso en todos los que se van al Caribe con esa intención. ¿Y dices Rondel Oro? Por favor, todavía hay clases. Donde esté la sidra El Gaitero que se quiten cavas y champagnes.

Y lo de tener un día de furia al mes debiera ser obligatorio.

Slim dijo...

Oye! al menos ha acabado en 6. Cada año te acercas más :-)

El Impenitente dijo...

Y en la de mi crío hemos pillado la pedrea. ¡Barra libre!

He estado esta mañana corriendo en Paiporta. Al llegar al coche he pensado aquello de -ahora cojo el teléfono y tendré mil llamadas perdidas y otros tantos mensajes puesto que nos habrá tocado la lotería. He cogido el teléfono y...no.

Anónimo dijo...

Tranquilo Impenitente, la suerte la tendremos de cara en el sorteo de El Niño.
Yo desde el año que salió el 32365 no tengo ninguna ilusión, pero por eso pienso: ¡Joder, con la ilusión y ganas con que veía el sorteo y nunca nos tocó nada, ahora que no tengo nada de eso, a lo mejor toca!
Aquel año la tuvimos tan cerca...
Yo por eso ahora soy paparazzi, porque es otra forma de forrarte a base de chantajear a la gente.

El Impenitente dijo...

Como que nos vamos a forrar explotando tus fotos. El merchandising de "Parque Jurásico" una mierda comparado con lo que vamos a hacer. En los próximos toros de la Virgen saturaremos el mercado.