miércoles, 20 de febrero de 2013

Miedo

Correr he corrido muchas carreras pero dorsales guardo muy pocos: los de las maratones que concluí, los de las carreras que corrí en el extranjero y otros a los que tengo cariño como son todos los de la Behobia o cuando hice podio en Formentera. Los guardo en una carpeta junto a otros fetiches y me gusta contemplarlos de vez en cuando recreándome en mis recuerdos. Aunque ya no todos están en la carpeta. Hace dos o tres años Ana cogió los más significativos, los enmarcó y me los entregó una Nochebuena envueltos en papel de regalo. Éste es, seguro, el presente más bonito que nunca me han hecho. Y, pasado el tiempo, todavía no he hecho justicia con aquel regalo. Sigo sin colgar aquellos cuadros. Los colgaré, claro. Un día de estos lo haré. Y ya sé dónde, además. Lo que también sé es que me quedará espacio para colgar algún dorsal más. Siempre habrá hueco para un dorsal más.

12 comentarios:

GARRATY dijo...

Por ejemplo el del dia que bajaste holgadamente de tres horas en Sevilla.
Mucha suerte el domingo.
Espero una crónica épica.

Slim dijo...

quieres que te dejemos el taladro? que mi santo tiene uno nuevecito que le dejaron los reyes y está deseando hacer agujeros :-)

El Impenitente dijo...

Un segundo sería una holgura apreciada y apreciable. Muchas gracias. Y habrá crónica que, por supuesto y para bien o para mal, será épica y excesiva.

Gracias, Slim. Tenemos taladro. Antes se lo pedíamos a mi padre, pero sólo nos lo dejaba si le gustaba lo que íbamos a colgar, por lo que lo mandamos a hacer puñetas y nos encomendamos también a los Reyes Magos que, como siempre, cumplieron. Pero toda ayuda será bien recibida.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Re-ga-la-zo, sí señor. Suerte con ese próximo dorsal.

El fabricante de alas de mariposa dijo...

"Has tenido en vida tanto afecto y tanto amor, que acabarás en casa disecado como yo"

Hay que joderse, oiga. Lo del mejor regalo se lo dirás a todas pues yo ya me he oído esa zalamería alguna vez.

"Cada día que pasa allí se cumple un año. ¿Dónde guardarás tantos regalos?"

Pero reconozco que es muy bueno el de Ana, claro que sí. E imperdonable no haberlo colgado, por más miedo que te dé que tus hazañas empiecen a contemplarse como trofeos momificados por un taxidermista (si es que he entendido bien el título de la entrada).

Me ofrezco como Slim a taladrarte la pared. Eso no se me da mal del todo. Y no te preocupes, dejaremos hueco para algún dorsal más.

El Impenitente dijo...

Zalamero soy, aunque en tu caso te dije que habías hecho el mejor regalo envenenado del mundo (bueno, eso creo). En eso sigues primero en el ranking.

Hubo alguna otra entrada que se tituló "Miedo". Que estoy en la cuesta abajo (mi "belleza se acabó"), y que mis marcas son recuerdos momificados es una verdad como un templo. Pero la clave de todo está en autoengañarse para seguir motivado y a eso se le llama también tener nuevos retos o fijar listones más bajos para que, si son superados, la euforia sea la misma. Está todo inventado.

Por lo demás, agradezco vuestro interés en que mi casa termine asemejándose a un queso de Gruyere.

Gracias, Juan.

Alex Maladroit dijo...

Sigues dándome una envidia tremenda cada vez que hablas de maratones, dorsales y carreras, espero poder volver (pronto)a lo mismo, eso sí, desde mi lamentable nivel de forma física.

Hacía trienios que no pasaba por tu 'casa', maldito Tuiter, me roba la vida. Tres colegas más y yo, hemos empezado un proyecto llamado 'Metastasjs' ( metastasjs.wordpress.com ) y al menos yo, estaría encantado de que le echaras un vistazo, aunque sea desganado y de reojo. Un saludo, Impenitente.

El Impenitente dijo...

Pasaré a verte, no te preocupes. Siempre me gustó lo que escribes. Y pásate cuando quieras, aunque sea de trienio en trienio. No paso lista y siempre eres bienvenido.

Héctor Milla dijo...

Guardo todos mis dorsales y la verdad es que no se que hacer con ellos. En el año 2000 tuve una idea de hacer un vídeo creativo con ellos, se quedó a medio hacer y lo abandoné. La idea de enmarcarlos me parece evidente pero no me atrevo. Ahora, un montón de años después, los he empezado a ordenar, en una carpeta las maratones, en otra las medias, y el resto en otra carpeta. Y he hecho un excel que todavía no he completado. Pero no acabo de resolver el qué hacer con ellos. Todos esos números al azar me conmueven, y los recuerdos de tiempos realizados con cada uno en el pecho me emocionan. Algún sentido debe tener guardarlos. Pero ...

El Impenitente dijo...

Hombre, sentido tiene el guardarlos, si no, no lo harías. Yo, más que de dorsales, soy de las camisetas que nos dan. Las camisetas no se compran, se ganan. Y nunca me pongo una camiseta si no he corrido esa carrera. Y es cada vez que veo o me pongo esa camiseta en la que revivo aquella carrera.

Por lo demás, ¿te has planteado hacer un álbum (o varios) con los dorsales?

Un saludo. Y bienvenido.

Hector Milla dijo...

Mira, las camisetas no guardo. Pero soy de la época de las camisetas del algodón. Corría con una camiseta de algodón, de la carrera anterior, orgulloso de ello. Recuerdo que pesaban mucho con el sudor. Los veranos los pasaba vistiendo esas camisetas, siempre con orgullo. Recuerdo como la gente me miraba y decía "Mitja Marató de..." y como dices, venía el recuerdo fresco del sufrimiento y la felicidad en completarlas. Todas han desaparecido. Ni una. Sólo una sudadera de la Mitja de Granollers del 93. Publicaré la foto en mi blog para que la veas. Eso es lo que queda. Y los dorsales. (La idea de un album es interesante)

Encantado de leerte!

El Impenitente dijo...

También vengo de la época de las camisetas de algodón. Y de vez en cuando me pongo las pocas que me van quedando. Las camisétas técnicas son mejores, sí (aunque sólo sirven para correr. Las de algodón eran más versátiles). Pero es una forma de reivindicar los viejos tiempos, cuando no existían ni el running ni los runners, cuando éramos corredores y punto.