Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el Buscaminas y jamás se atrevió a preguntar

-Muy buenas tardes. Bienvenidos de nuevo a éste su programa. Estamos, como ustedes bien saben, en “Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el Buscaminas y jamás se atrevió a preguntar”. Y empezamos, sin más dilación, presentando a nuestro primer invitado de hoy. Sentado junto a mí se encuentra el hombre que, sin duda, más veces ha muerto jugando al Buscaminas. Déjenme que les presente a El Impenitente. Buenas tardes, señor Impenitente.

-Buenas tardes.

-¿Me permite que le llame Impe o de alguna manera abreviada?

-¿Me permite que me cague en sus muelas y en toda su parentela?

-No.

-Pues lo mismo.

-Está bien, señor Impenitente. Empecemos por el principio. ¿Cuándo comenzó a jugar usted al Buscaminas?

-Es difícil de precisar. Comencé con el Carta Blanca pero me aburría porque siempre ganaba. Luego me pasé al Buscaminas y no me aburro porque nunca gano.

-Y, ¿no juega a otras cosas?

-No.

-¿Por qué?

-Porque soy un tío obsesivo.

-¿Se considera un friqui del Buscaminas?

-No. Friqui es aquel que tiene una obsesión distinta de la nuestra o que, cuando comparte la nuestra, está más obsesionado que nosotros. Y conozco a un tío (¿puedo dar nombres, Z.?) que está más obsesionado que yo. Friqui es él. Yo soy la mesura personificada.

-Y, ¿qué técnica utiliza para jugar al Buscaminas? ¿Juega en sentido horario, antihorario, de norte a sur, de manera aleatoria?

-Mi técnica parte de la intuición pero está profundamente fundamentada. Es una técnica infalible.

-¿Cómo que infalible? Pero, ¿no dice que muere siempre?

-Sí, pero no es culpa mía.

-Entonces, ¿de quién es?

-Pues depende. Si muero por el flanco derecho he sido derrotado por el General Invierno y contra él no se puede luchar. Si muero por el flanco noroeste yo mandé a mi armada a luchar contra las minas, no contra los elementos. Si muero por el sur la culpa es de Rommel, que es un zorro. Y si no se me ocurre nada, pues le echo la culpa a Raúl. O al Boggie. Culpa mía desde luego no es.

-Ah. Bueno, explíquenos su técnica.

-Mi técnica es intuitiva pero sometiendo siempre la intuición a la razón. O no. En realidad juego al Buscaminas como si jugase al ajedrez. Medito cada movimiento. Reflexiono. Pienso. Hago cálculos probabilísticas. Y hasta que no estoy completamente seguro no marco la casilla correspondiente.

-¿Y el tiempo?

-¿Qué tiempo?

-Se supone que el juego del Buscaminas consiste en completarlo en el menor tiempo posible.

-¡No jodas! ¿Usted qué quiere, que encima me muera antes?

-Hombre, yo, por querer, lo que quiero es que usted gane alguna vez.

- Ganar. Qué bonita palabra. ¿Qué es ganar? ¿No está el concepto ganar sobrevalorado en esta sociedad nuestra?

-Vamos que no tiene esperanza ninguna de llegar a completarlo alguna vez.

-Estoy en ello. Estoy en ello. He notado grandes progresos últimamente. Pero, si quiere que le diga la verdad, no lo veo. No lo veo factible. Podría decirle que me siento orgulloso de ser el hombre que más veces ha muerto jugando al Buscaminas, pero lo cambiaría todo por ganar alguna vez, aunque sólo fuese una.

-Si alguna vez lo consigue avísenos pues le invitaremos de nuevo al programa para que nos cuente sus impresiones.

-No hará falta que les avise. Oirán unos alaridos feroces. Seré yo. No le quepa duda.

-Pues que tenga mucha suerte. Muchas gracias y buenas tardes.

-Gracias a usted. Buenas tardes.