martes, 6 de abril de 2010

José

Unas cuantas veces he contado ya que mis orígenes familiares provienen de dos pueblos emplazados en el secarral de la Mancha Baja conquense separados entre sí seis kilómetros. En uno está el castillo más bonito del mundo. En el otro se puede comer la mejor oreja a la plancha del mundo. Llevo toda la vida yendo por allí y es algo que tengo claro que jamás dejaré de hacer por razones familiares, afectivas y porque aquello es mi casa.

La semana pasada, por un tema bastante duro, hemos salido en los periódicos. Conozco a Povedilla de toda la vida. Amigos no somos pero muchas han sido las veces que jugamos juntos al fútbol y muchas han sido las cañas que nos hemos tomado. Además, es amigo de amigos míos y, de hecho, casó a unos cuantos de la cuadrilla. Esta Semana Santa hemos hablado bastante sobre el tema. O no tanto, pues apenas nos salían las palabras. Nos mirábamos los unos a los otros, comentábamos lo que se había publicado y poco más. Estábamos desconcertados, incrédulos, estupefactos.

Personalmente, me siento muy triste. Si José es culpable, como parece ser, que pague su culpa y se pase toda la eternidad en la cárcel. Me siento triste por la decepción que supone, el desencanto. Las acusaciones son tremendas. Si todo resulta ser verdad…bueno, es José. Y resultará que José, que Povedilla, el Povedilla con el que tanto hemos jugado y hemos charlado es un desviado, es un enfermo, es un delincuente, un hombre que tal vez haya destrozado la vida de cuatro chavales. Y eso, por mucho afecto que puedas tener por una persona, será imposible de justificar. Y te sientes no sé si estafado pero sí muy tocado. Mucho.

Otro tema que me entristece ha sido la reacción de su pueblo. Existe la presunción de inocencia. Existe el beneficio de la duda. En su pueblo ya ha sido juzgado y condenado. Se han dedicado a desenterrar trapos sucios familiares, a recordar viejas trastadas juveniles. Todo el mundo ya lo sabía. O se lo imaginaba. O ya lo veía venir. Se han ensañado con él de manera despiadada. El linchamiento está siendo brutal. Al árbol caído lo han dejado hecho astillas. Y me duele el pensar que dentro de unos meses, cuando lo de los curas pederastas esté en la estantería junto a las vacas locas, el cambio climático, la gripe A, los perros salvajes y el terremoto de Haití y la prensa ya haya puesto el ventilador donde más les interese siempre obedeciendo, por supuesto, al único criterio de la verdad, el único que les guía; cuando se dicte sentencia el veredicto será de culpabilidad. Pero tal vez no. Tal vez José sea inocente. Tal vez todo sea mentira. Tal vez. Y entonces José será libre, libre de ir a cualquier parte del mundo. A cualquier parte menos a su casa, con los suyos, pues allí siempre será culpable. Siempre. Por los siglos de los siglos.

10 comentarios:

Arual dijo...

Tema duro el que tocas hoy, no sé yo si ese cura va a ser inocente o no pero una sospecha así es muy contundente y muy dificil de "limpiar", aunque sea todo falso.

GARRATY dijo...

La forma de actuar de la Iglesia en estos casos, ocultando, mintiendo y tratando de confundir a proposito pecado (que se absuelve) con delito (que se castiga), tampoco facilita la presunción de inocencia cuando aparece un caso de estos.

De todos modos en este pais el linchamiento público debería ser deporte. Si hubiera tenido una vida sin manca alguna, totalmente intachable desde su mas tierna infancia, le habrían sacado un padre o un abuelo comunista o falangista durante la guerra o cosas así.
A veces los pueblos mas tranquilos son bombas de relojería.

Socorrito López dijo...

El enemigo del hombre antes era la ignorancia, ahora es la mentira,ésta no conoce los hechos, simplemente los ignora.Esta sociedad laicista quiere desacreditar toda autoridad de la iglesia como institución social con voz pública.Mejor es mentir y así manipular y orientar conductas y mentalidades hacia donde la ideología determine de antemano.
Como dijo Igino Giordiani:"En otra época se combatía el cristianismo en nombre de la razón y de la libertad.Hoy podemos afirmar que ya no se puede combatir el cristianismo sino destruyendo la razón y la libertad"

El Impenitente dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El Impenitente dijo...

El caso es que, al ocultar, transmites una sensación enorme de putrefacción y donde tal vez haya uno, dos o diez garbanzos negros parece que la olla esté completamente podrida (y es escribir olla podrida y recordar que hace demasiado que no voy a Burgos).

Y es verdad que el laicismo trata de denigrar a la Iglesia y a todo lo que le rodea magnificando cualquiera de sus errores, pero es que hay veces (muchas veces) que la Iglesia lo pone a huevo.

¿Igino Giordani? Socorrito, nunca dejarás de sorprenderme. Y déjame que medite lo de la razón y la libertad.

Altosybajos dijo...

Joder chico, no sabría que decirte. Pero si alguna vez hubo ahí una buena amistad, independientemente del veredicto, el abrazo de un amigo es el mejor regalo.
Ánimo

SisterBoy dijo...

Pfff ni Jesucristo perdonaba a los pederastas.

Alex Maladroit dijo...

Te ha ocurrido/ocurre un sinfín de cosas, y esta es quizá la que más me haya 'tocado'. Hace unas semanas, un ex-compañero de clase de mi hermana, resultó ser un homicida que ahogó a una señora con una barra de hacer pesas (tenía que detallar). Haber estado relacionado con gente así, es... inexplicable, una vez descubres lo de detrás de las cortinas.

3'14 dijo...

Lo primero que me viene a la mente producto de mi recursivo humor negro:
En un caso así, sentirse tocado es, si más no, una expresión desafortunada...

Mi opinión racional:
Quien calla otorga. Ese obispo debe ser juzgado por delito de omisión.
Por otra parte, es el juez quien debe determinar la sentencia y no promover juicios paralelos motivados por la prensa (a fin de cuentas, la mayor motivación de esta en la mayoría de los casos no es informar, si no lucrarse...).

Mi reacción visceral:
Que no me pase nunca porque, como así fuera y yo creyese firmemente que a quien se acusa es culpable, me pasaría mi discurso sobre la presunción de inocencia y todos los derechos del mundo por donde yo me se y a mí me llevaban a la cárcel. Eso te lo digo yo.

El Impenitente dijo...

A mí no me parece qe me hayan pasado muchas cosas. Espero que me ocurran muchas más.

Y tú lo has dicho: detrás de la cortina. Y la catarata de sentimientos contradictorios que aparecen después.

La prensa son empresas y su principal objetivo es maximizar beneficios. Para ello buscan su nicho de mercado y le dan a su público lo que quieren leer o escuchar. Hasta aquí todo en orden. Lo malo es cuando la prensa empieza a hablar de códigos deontológicos, ética, verdad y cosas similares. Aquí es cuando o bien me da la risa o bien salgo de detrás de la cortina con un subfusil o con un machete.

Y aunque no venga al caso, el Atleti está en semifinales de una competición europea, algo que no sucedía desde el año 86 cuando jugamos contra el Bayer Uerdingen. No es para tirar cohetes aunque sí al menos para estar contentos (y sí, fue penalti y el árbitro se rajó, pero eso no es culpa nuestra).