jueves, 28 de enero de 2010

Mis pasos en otra calle

Conocí a Charito hace un montón de años. Era amiga de mi prima y el mismo día que nos presentaron ya estuvimos un buen rato charlando. Ella estudiaba Derecho pero su verdadera vocación era pintar. Yo ya estaba por el Politécnico y le conté que me gustaba escribir poesía. Ella vio a una alma gemela, alguien que era capaz de entenderla. En los dos o tres años siguientes apenas nos vimos pero tuvimos mucho trato telefónico y epistolar. Éramos dos almas puras atrapadas en el marasmo del convencionalismo que clamábamos por expresarnos. Éramos dos artistas reprimidos. Éramos etéreos. O eso pensaba ella. Yo le mandaba mis versos y los celebraba mucho y me animaba a concursar, a publicar, a perseverar. Yo le decía que no se trataba de eso, que a mí me gustaba escribir y eso era más que suficiente. Pero ella no me escuchaba. Supongo que jamás me escuchó. Era su alma gemela, el único que la comprendía. Ella me asignó un papel, creó un personaje y daba igual lo que dijese, hiciese o pensase. Yo era su soporte. No sabía qué color tenían mis ojos ni tampoco le importaba, pero era su soporte.

Aquello duró lo que duró. Yo me fui aburriendo. Ella se fue desilusionando. Era algo que estaba estancado y olía bastante. Se echó un novio por Madrid. Yo deserté casi por completo del lado cursi de la vida (y digo casi pues nunca dejé de ser un cursi redomado y aún estuve muchos años más perpetrando poesía) y me convertí al nihilismo socarrón. Las cartas y las llamadas se fueron espaciando y cada vez eran más breves. Y llegó su cumpleaños, no la felicité, se lo tomó como una ofensa y nunca más se supo.

Y como el mundo es un pañuelo, veinte años después Charito ha vuelto. Por una serie de casualidades encadenadas consiguió mi teléfono y me llamó. Me alegré de escucharla. Ella estaba feliz de contarme que dio el paso. Terminó Derecho, le grapó el título a su padre en la frente, se matriculó en Bellas Artes y, desde entonces, se dedica a pintar y a dar clases. Charito nunca tuvo problemas económicos. Cuando hubo terminado de contarme todo no me preguntó por mi vida, ni qué había hecho ni había dejado de hacer. Sólo quería saber si había dado yo también el paso, si era poeta, si llevaba boina, bufanda y fumaba en pipa, si publicaba, si era maldito, si bebía absenta, si tenía algún paraíso artificial favorito. Le dije que no, que hacía muchos años que no escribía. Se quedó callada, imagino que decepcionada.-No puede ser-decía. –Si tú eras muy bueno- decía. –A todo el mundo le enseño tus versos y a todos les gustan.

-¿Sigues guardando mis versos?
-Por supuesto.
-¿Y los enseñas?
-Claro que sí. Siempre que puedo.
-Ay, la leche.

No diré que estaba desolada pues tampoco era para tanto pero sí que perdió el interés. Le comenté que no había dejado de escribir, pero siempre en prosa. Que la poesía llegó un momento que dejó de ser divertida, que era siempre más de lo mismo. No le hablé del blog. Lo habría encontrado banal y mediocre. El caso es que la conversación decayó, quedamos en no perder el contacto y, bueno, a ver si nos vemos, me alegro de haber hablado contigo, hasta luego, hasta luego.

Cuando colgué me quedé un tanto fastidiado. No voy a hacer ahora repaso de mi vida ni ganas, ni voy a empezar ahora a mirarme a través de sus ojos ni a justificarme ni nada parecido. Charito es la prueba viviente de que la realidad es sólo un estado de la mente y, bueno, allá ella y sus criterios, sus esquemas o sus mitos. Pero ver cómo te diluyes ante una persona, ver cómo te desmoronas ante sus ojos molesta. Molesta un poco. Al menos a mí.

11 comentarios:

Unknown dijo...

Tanta poesía y la clave está en la biología....
Una hembra, por definición es un individuo que produce los gametos mayores. Los gametos femeninos son caros, en términos metabólicos, la hembra lleva el embrión en su cuerpo y cuida de la cría, el sfuerzo es elevado. Los gametos masculinos son baratos, una sola inseminación no cuesta nada, en términos metabólicos
El interés de la hembra es encontrarse con la mejor compañía posible. El cortejo entre las especies es de vital importancia, para asegurarse la generación siguiente. El cortejo entre los individuos de las especies da la posibilidad de estimar las cualidades del otro, incluso, muchas hembras rehusan copular hasta que el nido esté construído.

Arual dijo...

Qué bueno!! Oye aún estás a tiempo de tirarte a la vida bohemia, comprarte una boina, escribir versos al amanecer y frecuentar garitos decadentes, eso sí primero que te toque una buena loteria para que los tuyos no tengan que pasar apuros...

Unamigo dijo...

Menos mal que en tu vida estaban Fernando y Gabi para enseñarte que había otras cosas, y por suerte para tí apareció Ana y se te acabaron las tonterías cursilonas.

Juan Rodríguez Millán dijo...

A mí también me molestaría, pero al final depende de la otra persona. Demasiadas veces se hacen de nosotros una idea que no tiene nada que ver con lo que en realidad somos. Y eso no sé si molesta, pero es extraño, ¿no...? Sobre todo cuando lo que se intenta es ser más transparente que el agua.

Nihilismo socarrón... Eso me ha encantado. Como el blog, aunque no sea poesía, aunque a gente de miras elevadas le pueda parecer banal. Qué le vamos a hacer, no se puede gustar a todo el mundo, ¿no...?

El Impenitente dijo...

No te creas, Adela. Practiqué la danza del apareamiento con todo tipo de cabriolas y aspavientos con resultados nulos. Se ve que mis feromonas eran inapreciables. Se ve que la clave estaba en la poesía.

Mucho le debo a Fer y a Gabi y a su forma de ver y entender la vida (Car, a ti lo que te pasa es que eres un amargado, un pringado y un colgado). Y a José Ángel también, desde luego. Alguna entrada les debo.

Y lo que le debo a Ana no está en los escritos.

No conozco a muchos corredores bohemios. Conozco a un anarcocorredor que siempre se queja de sus resultados. Yo le sugiero que cuando quite lo de anarco tal vez mejore. Siempre me da la razón. Nunca me hace caso.

Y supongo que si quieres gustarle a todo el mundo terminas no gustándole a nadie.

SisterBoy dijo...

Mi último y posiblemente definitivo noviazgo (eso de parejas lo dejo para las focas de los documentales) también terminó con un "no-cumpleaños". Me parece bien, es una forma adecuada de terminar lo que sea.

El Impenitente dijo...

Es de suponer, entonces, que no te has visto afectado por el baby boom del gol de Iniesta.

SisterBoy dijo...

:) Al final el Barça es el que va a levantar la natalidad en este país

El Impenitente dijo...

Tengo mucha confianza en la Selección en el próximo Mundial para que se pueda sostener el sistema de pensiones.

Rogelio dijo...

Pues deberías llevar a Ana a comer un arroz con bogavante

Alex Maladroit dijo...

Tienes unas vivencias de lo más interesante, has hecho que mande callar a 'Els Manels', con lo que me gustan.

No sé por qué coño a cualquier 'artista' con padres poco comprensivos (En Pulp Fiction hubieran dicho 'cuadriculados') le mandan hacer derecho, es... como una ley no escrita.