sábado, 17 de octubre de 2009

Von Choltitz

En agosto del año 1944, el general alemán Dietrich Von Choltitz, gobernador del Gran París, recibió la orden de Hitler de destruir la ciudad cuando los aliados estaban a punto de liberarla. Von Choltitz desobedeció (famosa es la llamada desde el cuartel general de Rastenburg preguntando ¿arde París?) y, bueno, fue un detalle muy de agradecer. Es una lástima que entre los aliados no hubiese ningún Von Choltitz y así no quedó piedra sobre piedra en Berlín pero tampoco vamos a discutir. La guerra es lo que tiene, que es una calamidad y luego permite que se hagan muy buenas películas con ella de trasfondo.

Hemos pasado unos días Ana y yo por París. Y quería dar las gracias a Von Choltitz. En mi caso era la tercera vez que iba y no me importaría volver muchas veces más. No voy ni a descubrir ni a contar París. Supongo que, como ocurre siempre, cuando uno empieza a manejarse por una ciudad y a salirse de los circuitos convencionales es cuando llega la hora de marcharse y te quedas con las ganas de pasar allí seis meses o seis años más. Será ese el síndrome de la clase turista.

No sé si fue casualidad o mala suerte, pero al menos el noventa y cinco por cien de la población española tuvo la misma idea que nosotros (¿por qué los españoles son tan gritones?). Estadounidenses había una barbaridad. E italianos. Y alemanes. Y orientales. Con razón dicen los parisinos que el francés es la segunda lengua de la ciudad. Otra de las características del síndrome de la clase turista es que uno es turista y es consciente de ello, pero tampoco te sientes identificado con el resto de los turistas. Un sí pero no. Un quiero y no puedo. Yo soy turista pero podría ser parisino perfectamente sólo que mis circunstancias son las que son. Soy ciudadano del mundo y los ciudadanos del mundo somos así.

Nos fuimos sin críos. Y, para qué engañarnos, está muy bien. Hay que ver lo que cunde el tiempo sin niños, la cantidad de cosas que se pueden hacer. Te gastas un dineral en teléfono y los echas mucho de menos pero, oye, absolutamente recomendable. Y tiene otra cosa buena. Son tantas las ganas de volver a verlos que la vuelta no es ni triste ni traumática ni nada parecido. Disfrutas la estancia y no te deprimes en el retorno. Perfecto.

Por lo demás, pues París es muy bonito. La gente cuando ve pasar a un tío corriendo no dice uno dos uno dos sino un deux un deux. Y los nombres de las calles son fabulosos. No sé por qué, pero me suena mucho mejor la rue de Copernico que la calle de Copérnico. Y la rue de Constantinople que la calle de Constantinopla. Y nombres como la rue de Huchette o la rue del faubourg de St. Honore o la avenue de Wagram o el boulevard des Batignoles tienen una sonoridad maravillosa. Y luego está mi favorita, el boulevard Haussmann (pronunciado jausman y no ausmán, como dicen los franceses). Yo paseaba por allí y se me hinchaba el pecho: boulevard Haussmann, y me entraban unas ganas enormes de irme a Austerlitz a requisar cañones para fundirlos y hacer columnas victoriosas.

Luego había otros nombres de calles más graciosos.



Lamento el espontáneo calvo que se me coló en la foto. Por aquello de la protección de datos, además, he tenido que difuminarle el rostro no vaya a meterme en problemas, aunque hace juego con el nombre de la calle.

Pensando en los amigos he de decirle a Slim que por allí funciona a la perfección el tema de alquiler de bicicletas, siendo un servicio municipal muy bien organizado y muy utilizado. Por otra parte que esté tranquila pues hay unas cuantas tiendas de Zara, todas ellas muy concurridas y con unos precios prohibitivos.

Y a pesar de estar en un hotel muy cercano, no vi a Nathalie.

Y café cortado se pronuncia nuasé.

13 comentarios:

Juan Rodríguez Millán dijo...

Y yo que todvía no conozco París... Es que soy ciudadano del mundo, pero de momento en versión pobre. O lo mismo es que espero a ir cuando París cumpla el tópico de ciudad del amor...

El nombre de la calle, sencillamente impagable.

Slim dijo...

jaja, estoy de acuerdo contigo en todo menos en una cosa, en Paris estarian el 40% de la poblacion española pero el otro 60 majo, estaba en PORTAVENTURA, celebrando halloween en comunión!

dicho esto me encanto Paris cuando fui, aunque en nuestro caso fuimos con niñas y tuvimos que compartir las Rues con Disneyland. pero los dos dias que vi paris me encantaron, y eso que ni monte en bici ni fui a Zara :-)

3'14 dijo...

1- Otro día puedes recortar la foto para que salga sólo el nombre de la calle y evitas tener que pixelar la cara, que queda muy feo, hombre.

2- Normal que no te topases con tu Nathalie, debe estar por New York rodando la adpatación yankie de Paris je t'aime.

3- Cualquier palabra en francés suena infinitamente mejor que en cualquier otro idioma, eso sí, a excepción de los insultos, como el español no hay ninguno a la hora de mentar al contrario :D

4- grrr&#grfhgh!!%

Que viene a ser lo mismo que:

puta envidia de mierda me dais vosotros y vuestra escapadita a París

Sett dijo...

París?? Aysssssssssssss

Me uno a esa interminaaable lista de "eternos amantes" de la ciudad.
Creo que es tan inmensamente bella,bohemia,variada,mística y carismática,que no nos llegaria un dia para hablar de ella.

Yo estuve dos veces,una en dic-2008 y otra en marzo-2009.Volvimos mi novia y yo a los tres meses porque nos fuimos narcotizados.Me gustaria volver en tres o cuatro años.

Nunca olvidaré:

-El barco que te recorre el Sena durante una hora entera haciendo un recorrido mágico de Torre Eiffel a Notre Damme y viceversa por solo 11 euros.Imprescindible.

-La Torre Eiffel en navidad.Babilla corriendo bajo mi barbilla.

-Encontrarte en navidad con los Campos Eliseos de golpe y alucinar.

-El barrio de Montmatre.Precioso.

-El metro
-Montparnasse
-El cementerio Pere Lachaise!!!!

Mejor no sigo.Hasta luego.

Sett dijo...

Por cierto,no dije nada de Von Choltitz.Un alivio.Un gran alivio.

El Impenitente dijo...

Y el Marais. No te olvides del Marais.

De acuerdo con que nada como el español para insultar.

SisterBoy dijo...

Los españoles son tan gritones porque van haciendo el español cuando salen fuera, algo a lo que parece que se ven obligados.

Igual que los gomeros cuando van a Santa Cruz van haciendo el gomero y los canarios cuando van a la peninsula van haciendo el canario.

¿No fuiste a la cafetería donde trabajaba Amelie para hacerte una foto? Viaje perdido.

GARRATY dijo...

Cuando me toque la lotería, una de las primeras cosas que haré será comprarme un apartamento en París. Estuve el verano pasado y ya le estoy diciendo a mi mujer que tenemos que volver.

A mí, aparte de la Torre Eiffel que no te cansas nunca de mirarla, me gustó mucho ver una exposición de fotografías de mayo del 68 frente a la puerta principal de La Sorbonna. Me pareció emotivo pensar que pisaba los mismos adoquines que un día lanzaron los estudiantes de esa universidad. Progre y sentimental que es uno.

GARRATY dijo...

Por cierto, no estuvimos en Zara (cosa rara) pero sí en la Galería Lafayette. En dos palabras: im-presionante.

Arual dijo...

Yo vi París y acto seguido conocí Londres, y ya es conocido por todos vosotros mi flash con esta segunda ciudad, no es que París no me gustase, que me gustó, pero es que Londres me fascinó.
Ahora bien de todo lo que habéis nombrado me quedo con el Marais y esa fabulosa y bucólica plaza de los Vosgos bajo la lluvia... buff!!

El Impenitente dijo...

No fuimos a la cafetería y eso que pasamos cerca. Ya tengo excusa para volver.

Nosotros entramos en todas absolutamente todas las tiendas de decoración y de ropa que había en el Marais (aparte de GAP y similares). Me probé una chupa de cuero de segunda mano que, según Ana, me quedaba muy bien y que no era cara (30 euros). No me la compré. No me veía con ella. Estoy más que arrepentido. Otra excusa tengo para volver, a ver si veo la chupa.

Sett dijo...

Arual se nota que no viste lo suficiente París,porque sino no dirias "Paris me gusto"

roberto mota gomez dijo...

el paseo del rio sena, es impresionante, recuerad parte de la hisroria de esta bella ciudad, e3l pùente de alejandro III bellisimo. Ojala quer la vida me de permiso para llegar a paris.