Timshel

No tanto por “La taza de oro”, pero sí por “La perla” y, sobre todo, por “De ratones y hombres” y por “Las uvas de la ira”, el caso es que tengo a John Steinbeck en un altar. Y con estos antecedentes estaba condenado a leerme “Al este del Edén”. Y he cumplido mi condena. Setecientas cincuenta páginas. Como un suspiro han pasado.

Siempre oí hablar de “Guerra y paz” como la gran novela. Recuerdo haber escuchado a un insigne editor decir que en ese libro estaban todas las respuestas. Cuando me leí “Guerra y paz” me quedé un tanto despagado. Tuve la sensación de estar asistiendo a un culebrón en el cual Tolstoi se dedicaba a emparejar a un montón de duques, condes, marqueses y príncipes. ¿Que se muere alguien? No te preocupes que el viudo no va a pasar mucha pena pues en seguida le encontramos acomodo. Por otra parte uno también siente estar cometiendo un crimen de lesa cultura cuando la obra magna no le remueve los cimientos y esas cosas. En fin, que “Guerra y paz” pasó sin pena ni gloria y pido perdón por mi ignorancia y mi estulticia. (En realidad mi crimen es aún mayor pues con Tolstoi tropecé además en “Ana Karenina”, “Resurrección”, “La muerte de Ivan Ilitch” y “La sonata a Kreutzer” y me quedé igual. Tal vez no debiera ni salir a la calle).

No voy a decir que “Al este del Edén” sea la gran novela y en ella se encuentren todas las respuestas. Digamos que es el gran novelón. Un relato se supone que memorístico donde se repite la historia de Caín y Abel en su lucha por conseguir el afecto del padre (de ahí el título), donde aparece la mala más mala imaginable (Cathy Arnes o Kate), con dos personajes portentosos como son Samuel Hamilton y el chino Lee, con historias paralelas escalofriantes como la del nacimiento del propio Lee o el devenir de Dessie y Tom Hamilton, con historias divertidas como la de Olive Hamilton, madre de Steinbeck. Un libro rotundo, absoluto, colosal. Toda una vivencia, desde luego. Esto siempre según la opinión iletrada de alguien que no vibró con “Guerra y paz”, claro.

No he visto la película ni creo ya que la vea. Demasiado me ha gustado el libro. Además, recuerdo que el principio de la misma era James Dean tirando piedras a una casa. Caleb, el personaje de James Dean, no adquiere protagonismo hasta que llega a los quince años, allá por la página quinientos, y al final del relato tiene diecisiete. No veo a James Dean como a Caleb. No lo veo. Y aunque lo viese. Demasiado grande me ha parecido este libro para tratar de comprimirlo en una película. Demasiado grande. Demasiado intenso.

P.D. Hace dos semanas murió de leucemia Mary Travers, de los Peter, Paul and Mary. Ya que me han hecho pasar tan buenos ratos qué menos que recordarlos con dos de sus versiones, "Don`t think twice, it`s alright" de Dylan y "Leaving on a jet plane" de Denver. Para los menos avezados decir que Mary es la rubia. Lo que no sé y creo que nunca sabré es cuál es Paul y cuál es Peter. Perdón Mary por la gracieta. Gracias por todo y que descanses, si puedes, en paz.