jueves, 6 de agosto de 2009
Juan Valdés
Junto a la plaza del Cedro se encuentra un café con un nombre similar a Dios te ha dado la gracia del cielo, María Dolores. El sitio es agradable aunque musicalmente están bastante errados pues se centran en los ochenta y ya sabemos que desde finales de los setenta las canciones buenas han caído con cuentagotas. Está (o estaba pues hace mil años que no voy. Igual ya ni existe) decorado con vinilos extraños y portadas de discos se supone que míticos. Allí estábamos Maroto, el hombre que más daño se ha hecho a sí mismo, y yo, apoyados en la barra. Habíamos salido a dar una vuelta cervecera y ya no recuerdo si charlábamos o, más bien, trataba de adoctrinarme moralmente, su pasatiempo favorito. El café estaba lleno y un camarero se desvivía por atender todas las mesas. De repente el camarero llegó a la barra muerto de risa:
-Ahora ya sí que lo he visto todo. Toma nota: bombón descafeinado de máquina del tiempo tocado de Baileys.
Y todo ello, como dijesen Los Enemigos, gracias a Juan Valdés.
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9 comentarios:
Faltaba un añadido... con sacarina!
Lo de "máquina del tiempo" es acongojante. Y es que no hay bombón sin peligro.
¿No se cortará la leche condensada con la sacarina?
No había caído en lo de "máquina del tiempo". Don H.G., está usted en todo.
Más peligro que los bombones tienen las pasivas agresivas. Pero no vamos a hablar de eso hoy.
Lo que está claro es que mi sencilla coca-cola no puede llamar la atención de esa forma... Soso que es uno, oye...
No te creas. Hace unos cuantos años, en Bulgaria tal vez te hubiese costado la cárcel.
Sacarina y leche condensada en un mismo recipiente... seguro que el Flippy del Hormiguero podría responderte a esta cuestión!
Lo peor es tocarlo de Baileys.
Toda persona de bien sabe que el bombón como esta bueno de verdad es tocado de anís. Eso sí, solo un tirito, que si no sabe a magnesia.
Mejor bombón con anís que el durvitán, desde luego.
cuando quieras entras en la máquina del tiempo y te acercas al Lola que sigue ahí, siempre abierto, para tomar la última cerveza. (la música sigue siendo la misma tambien. El baileys ya no lo sé.)
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